El regulador nuclear insta a buscar “desde ya” una ubicación para el futuro cementerio de residuos
El presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Juan Carlos Lentijo, ha instado este martes a buscar “desde ya” la ubicación del futuro almacenamiento geológico profundo (AGP) de residuos radiactivos que debería estar en funcionamiento en 2073, según las previsiones del Gobierno.
“Parece un largo plazo”, pero “no lo es tanto” y “hay que empezar muy pronto” a poner en marcha las actividades que conduzcan a tener operativo el AGP, resolviendo no solo problemas tecnológicos, sino “buscar un emplazamiento, que tiene cuestiones técnicas y también sociales”, y lograr “la aceptación social”, que es “una de las cosas más importantes para construir un AGP”.
En un encuentro con periodistas en la sede del organismo en Madrid, Lentijo ha señalado que ese consenso “se debe buscar desde ya”, con “estructuras de participación” y “un debate en el Legislativo, en los parlamentos que correspondan”, que “refuercen la decisión para que sea lo más consensuada posible”, tras haber quedado desechado el almacén temporal centralizado (ATC).
Para este ejercicio, entre los retos inmediatos del CSN está finalizar la evaluación de la solicitud de renovación de la central de Trillo (Guadalajara), única nuclear en operación que no tiene autorización para sobrepasar los 40 años de vida en funcionamiento. Su licencia actual expira el 17 de noviembre y, según el calendario del gobierno, debería echar al cierre en 2035, último año del calendario de apagón escalonado que arrancará en 2027. La autorización para el siguiente decenio incluirá lo que se llama revisión periódica de seguridad, “como una ITV de la central”.
La primera en echar en cierre, según el calendario del Gobierno, es uno de los grupos de Almaraz (Cáceres), que deberá presentar la documentación para el cese de explotación “formalmente” un año antes, “aunque estemos ya hablando con ellos”.
De querer prorrogar su actividad más allá de 2027, Almaraz tendría que presentar la solicitud este mismo año ya que el denominado documento base debe presentarse “tres años antes de su fecha de caducidad”. “Pero no estamos en ese escenario”, ha dicho Lentijo, que también ha dejado caer que esa solicitud podía presentarse más tarde. Sí ha dejado “claro” que no tramitará un expediente “en un plazo que no le dé tiempo a evaluar todas las condiciones necesarias”. Es “un futurible muy difícil de evaluar”.
Otra tarea para este año es licenciar los nuevos contenedores, más de medio centenar, que va a construir para la sociedad pública Enresa un consorcio de empresas nacionales e internacionales y que servirán para guardar el combustible gastado en los almacenes temporales individuales (ATIs) que ha habido que habilitar en ausencia del ATC.
Todas las nucleares salvo Vandellós II tienen ya esos ATIs, pero como no bastan para acoger todo el combustible que van a generar las plantas, hay proyectos para ampliarlos en Ascó, Almaraz y Cofrentes y otro para construir uno en Vandellós II. Este año se culminará también el visto bueno a la ampliación del almacén de residuos de media y baja actividad de El Cabril (Córdoba), que está “en plena evaluación”. Lentijo ha dado por zanjado el asunto de la planta de uranio de la australiano Berkeley
Uno de los retos de futuro es garantizar la renovación generacional en la plantilla del CSN, con “muchas salidas” por jubilación. Se acaban de convocar doce nuevas plazas, tras no cubrirse todas las que salieron en 2023. Lentijo ha vendido las bondades de un organismo que “ofrece un empleo de calidad con buenas condiciones, razonables, que nadie piense que viene aquí a enriquecerse, pero sí a desarrollar una profesión digna e interesante”. Las convocatorias continuarán en los próximos años, lo que espera que anime a los aspirantes: “Mucha gente se retrae para preparar oposiciones pensando que no van a salir plazas. Van a tener oportunidades para rentabilizarlo”.
Los siete cierres nucleares previstos y el licenciamiento de esos contenedores, entre esas tareas, van a ser “un reto” que obligará posiblemente a reorganizar recursos para cumplir los plazos establecidos, aunque Lentijo ha recordado que el CSN puede reforzarse con apoyos externos y ha subrayado que “todas esas centrales prácticamente se construyeron simultáneamente”. “España de momento goza de una infraestructura tecnológica de apoyo al sector nuclear bastante importante”.
Fin de mandato
Lentijo no ha aclarado si quiere repetir cuando su mandato, renovable por seis años más, acabe junto al de otros tres consejeros en 2025. “Yo estoy centrado en hacer mi trabajo ahora, hacerlo bien, lo mejor que puedo. Como no depende de mí es mejor no formularse este tipo de deseos”. Mientras siga, como funcionario de este organismo, “voy a cumplir con toda mi dedicación, como si fuera el último día”.
En materia de relaciones internacionales, dentro de un año llegará al CSN una nueva revisión periódica del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que evaluará también el seguimiento de las recomendaciones realizadas en la anterior visita de 2018. Este año está prevista la visita del presidente del regulador nuclear estadounidense. Y en mayo el CSN acogerá una reunión del grupo ERCA de autoridades europeas de protección radiológica.
Entre los retos pendientes, ha citado “seguir perseverando” para alcanzar la paridad y el “equilibrio de oportunidades” en la casa, en el conocimiento del organismo entre las comunidades autónomas y en la transparencia, porque “un regulador maduro tiene que ser transparente”.
Preguntado por la sucesión de votos discrepantes en el pleno de las últimas semanas, ha asegurado que “esta información se ha vertido de una forma no muy consistente” al “denominar choque a lo que es un debate” que ha considerado “enriquecedor”. Uno de los asuntos en el que hubo pelea fue relativo a varios puntos del informe sobre el reglamento de instalaciones radiactivas, una norma “fundamental” para el sector. Lentijo ha destacado que “lo más importante” es que “salvo por un puntito” en el que se quedó en minoría, el informe “se aprobó por unanimidad. Todo lo demás para mí es subsidiario”.
Las acusaciones de tomar decisiones más laxas para los regulados “me parecen gratuitas, no fundamentadas y desde luego irreales. Tenemos la suerte de que tenemos un cuerpo técnico super maduro, independiente, que hace su trabajo y sus propuestas honrada y honestamente”. “Quizás tenemos que aprender la lección y tener cuidado en cómo transmitimos”.
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