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Uber, Cuideo y Glovo 'suspenden' con la futura ley rider europea por emplear falsos autónomos

Un repartidor de Glovo, en una fotografía de archivo.

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
24 de enero de 2022 21:56 h

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La Comisión Europea calcula que hasta 4,1 millones de autónomos podrían reclasificarse como trabajadores gracias a la directiva europea que ha propuesto. Y un estudio de la Confederación Europea de Sindicatos (CES, ETUC con sus siglas en inglés) evidencia que cinco de las empresas de plataforma más grandes de Europa no superan los requisitos fundamentales de la propuesta de directiva de trabajo de plataforma presentada en diciembre por el Ejecutivo comunitario. Es decir, suspenden la mayoría de los puntos establecidos para determinar si su personal es realmente autónomo, según el análisis de ETUC.

La directiva propuesta “pretende garantizar que a las personas que trabajan a través de plataformas digitales se les reconozca la situación laboral que corresponde a su modalidad de trabajo real. Proporciona una lista de criterios de control para determinar si la plataforma es un 'empleador”, afirma el Ejecutivo comunitario.

Si la plataforma cumple al menos dos de esos criterios, se presume, desde un punto de vista jurídico, que es un empleador. Por tanto, las personas que trabajan a través de la plataforma en cuestión disfrutarían de los derechos laborales y sociales que conlleva la condición de “trabajador”.

Un portavoz de Delivery Platforms Europe responde: “Es prematuro e inapropiado especular sobre cómo la propuesta de la Comisión impactaría en los diferentes modelos comerciales, sobre todo porque hay un margen significativo para el cambio entre lo que está sobre la mesa hoy y la transposición final por parte de los Estados miembros. El objetivo de la Comisión de mejorar las condiciones de trabajo en las plataformas de trabajo cuenta con el apoyo unánime de nuestros miembros, y ahora es fundamental que los legisladores de la UE se aseguren de que la propuesta produzca el resultado deseado. Esto debe incluir criterios claros que brinden seguridad jurídica a los cientos de miles de personas que quieren acceder al trabajo flexible, al tiempo que permite que las plataformas ofrezcan mejores protecciones sin riesgo de reclasificación”.

Las personas que sean reclasificadas como trabajadores, tendrían derecho a percibir un salario mínimo (cuando exista), a la negociación colectiva, a la regulación de la jornada laboral y a la protección de la salud, así como derecho a disfrutar de vacaciones retribuidas o de un mejor acceso a la protección en caso de accidente de trabajo, a las prestaciones por desempleo y enfermedad y a las pensiones contributivas de jubilación.

Según el texto, las plataformas tendrán derecho a impugnar o “refutar” esta clasificación, pero deberán demostrar que no existe una relación laboral

“Estos criterios podrían anular el punto de la 'presunción de empleador' por la Comisión Europea”, dice, sin embargo, ETUC, “y abrir nuevas lagunas que las empresas de plataformas podrían utilizar para seguir eludiendo sus obligaciones. Pero eso no significa que las plataformas lo vayan a tener fácil. Nuestro análisis ha encontrado que Uber y Deliveroo se encuentran entre las empresas que se clasificarían como empleadoras”.

El secretario confederal de UTEC, Ludovic Voet, explica: “Las empresas de plataformas trabajarán gastarán mucho dinero para tratar de hacer trampa mantener su modelo de negocio basado en la explotación. Pero si parece un pato, nada como un pato y grazna como un pato, entonces probablemente sea un pato. Lo mismo ocurre con los empleadores. No podría ser más claro que las empresas de plataformas más grandes de Europa deberían considerarse empleadores”.

Uber

Según relata ETUC, Uber fija el nivel de remuneración de sus trabajadores. El pasajero paga la tarifa a Uber, y Uber paga a los trabajadores semanal o diariamente el monto total ganado por los viajes realizados. Se deduce de la tarifa un importe del 25% en concepto de gastos de servicio. “Si bien el cliente y los trabajadores pueden acordar mutuamente tomar una ruta diferente a la propuesta por la aplicación y esto puede tener un impacto en la tarifa, no se trata de una negociación libre entre el pasajero y los trabajadores”, dice el estudio: “Uber decide unilateralmente sobre una posible solución en caso de quejas de los clientes, incluido el ajuste de la tarifa acordada. El trabajador puede oponerse a esto, pero la decisión final recae en Uber”.

“Los trabajadores deben aceptar las condiciones establecidas por Uber para ser admitidos en su plataforma. Las condiciones bajo las cuales pueden comenzar a usar la aplicación de Uber no son negociables: deben aceptar completamente todas las condiciones para poder ofrecer viajes a través de la aplicación”, explica el estudio.

Uber, por tanto, “determina unilateralmente los términos bajo los cuales trabajan los conductores, que Uber también puede cambiar unilateralmente, y los trabajadores no pueden rechazar estos cambios si quieren continuar conduciendo a través de la aplicación Uber”.

Los trabajadores reciben una calificación a través de la aplicación y, por lo tanto, son evaluados, lo que puede afectar al acceso a la plataforma Uber y los viajes ofrecidos. “Una calificación media baja puede suponer la eliminación de la plataforma, mientras que una calificación media alta es importante para un status mayor, lo que genera beneficios financieros para el conductor”, afirma la Confederación Europea de Sindicatos: “Uber verifica explícitamente, mediante un selfie que deben tomar los trabajadores, si el trabajo se realiza en persona”.

El algoritmo de la aplicación de Uber determina cómo se asignan y priorizan los viajes, sobre la base de un sistema establecido por la empresa. Cuando se ofrece un viaje, “Uber proporciona una cantidad limitada de datos, por lo que el conductor no puede aceptar solo los viajes más ventajosos para él”, dice el estudio: “El algoritmo de Uber actúa como un incentivo financiero y tiene un efecto disciplinario e instructivo, independientemente de que los trabajadores tengan cierta libertad, hasta cierto punto, para rechazar un viaje, determinar sus propios horarios y usar diferentes aplicaciones u otros sistemas de reserva en al mismo tiempo. Una vez que utilizan la aplicación de Uber y se registran para este fin, están sujetos al funcionamiento de su algoritmo”.

“La frecuente cancelación de viajes por parte de los trabajadores conduce a la exclusión del uso de la aplicación Uber. Rechazar un viaje ofrecido tres veces también significa que el conductor se desconecta del sistema y, por lo tanto, ya no se le ofrecen viajes hasta que vuelva a iniciar sesión”, concluye el examen de Uber.

Glovo

El análisis de la Confederación Europea de Sindicatos explica que “para tratar de evitar la aplicación de la conocida en España como Ley Rider, Glovo cambió la forma en que se determina la retribución de un sistema fijo gestionado exclusivamente por la empresa a un sistema de subasta de retribución en el que los trabajadores ofrecen los precios más bajos para conseguir los trabajos. Este modelo no justifica eximir a la empresa del control de precios, en tanto que la subasta es controlada por la empresa y en realidad no ofrece ninguna posibilidad a los trabajadores de obtener mayores remuneraciones”.

Glovo especifica cómo se debe realizar el trabajo y el servicio. “La empresa controla el cumplimiento de las instrucciones a través de la aplicación. Se establece que el repartidor debía realizar el servicio dentro del tiempo máximo de trabajo pactado; también se especifica cómo deben dirigirse los trabajadores al usuario final; se prohíbe a los trabajadores el uso de distintivos corporativos como camisetas, gorras, etc”, dice el informe de ETUC.

“La empresa ha establecido un sistema de puntuación que, entre otros factores, se basa en la valoración del cliente final”, dice el estudio: “El establecimiento de sistemas de control de la actividad productiva basados ​​en las valoraciones de los clientes debe entenderse como un indicio favorable de la existencia de un contrato de trabajo. Asimismo, los trabajadores de Glovo están sujetos a un sistema de control permanente durante la prestación del servicio mediante un sistema de geolocalización GPS”.

El sistema de calificación de los trabajadores “determina su libertad de elección de horarios ya que si no están disponibles para prestar servicios en las franjas horarias de mayor demanda, su calificación disminuye y con ello la posibilidad de que se les asignen más servicios en el futuro”, prosigue la Confederación Europea de Sindicatos: “Esto equivale a perder oportunidades de empleo y remuneración. Además, la empresa sanciona a los repartidores no asignándoles trabajos cuando no estén operando en las franjas horarias reservadas, salvo causa justificada debidamente comunicada y acreditada”.

ETUC concluye: “Los trabajadores de Glovo no tienen ninguna implicación en los acuerdos establecidos entre Glovo y las tiendas y restaurantes, ni en la relación entre Glovo y los clientes a los que sirven los pedidos. Los trabajadores no cierran contratos con ninguno de ellos, limitándose a prestar los servicios en las condiciones impuestas por Glovo. Es la empresa la que acuerda con los distintos establecimientos los precios que pagan y fija unilateralmente las tarifas que recibe el repartidor por el trabajo realizado”.

Cuideo

“La plataforma laboral digital española Cuideo controla un sistema de competencia a la baja entre sus trabajadores en los precios por los servicios de cuidados ofrecidos. La empresa tiene pleno control sobre las ofertas realizadas por los trabajadores”, explica el análisis de ETUC: “La plataforma establece diferentes requisitos para que los trabajadores accedan a las ofertas de trabajo, en ocasiones adaptados a las necesidades específicas de cada cliente. Estos requisitos se cumplen a través de la participación en cursos organizados por la plataforma (previo pago por parte de los trabajadores para asistir a ellos) y la lectura de diferentes manuales de capacitación”.

Este seguimiento “se realiza a través del sistema de calificación de la plataforma, que es controlado por la compañía y al que los empleados no pueden oponerse en caso de resultados negativos. Los trabajadores reciben penalizaciones por la no aceptación de ofertas en forma de menos oportunidades laborales futuras e incluso desconexión permanente de la plataforma”.

Deliveroo

“No solo la plataforma determina la remuneración, sino que los trabajadores no conocen el nivel de remuneración antes de aceptar los viajes, ya que la información sobre la duración (y por lo tanto el pago) no se divulga. El rechazo de un viaje después de su aceptación conlleva una penalización para los trabajadores”, explica la Confederación Europea de Sindicatos: “Las calificaciones de los clientes se utilizan para asignar trabajo en el futuro, por lo que se establece un sistema de control y disciplina basado en la revisión de los clientes que los trabajadores pueden corregir pero bajo el control de la plataforma. Los trabajadores deberán utilizar bolsas aisladas proporcionadas por Deliveroo (previo pago) con los logos de la plataforma laboral digital. El rendimiento se basa en el sistema de revisión de clientes”.

Así, “los trabajadores son sancionados por la denegación de puestos de trabajo al otorgarles menos oportunidades o incluso la desconexión de la plataforma. Al respecto, hay constancia de que trabajadores de Deliveroo que se encontraban de vacaciones fueron desconectados de la plataforma por falta de disponibilidad para el trabajo”, afirma el estudio: “Otro elemento de restricción de la libertad está nuevamente conectado a las calificaciones de reputación, que son específicas de la plataforma y, por lo tanto, dan como resultado efectos de ”bloqueo“ para los trabajadores en esa plataforma en particular. Al igual que ocurre con plataformas laborales digitales similares, los trabajadores no participan en los términos y condiciones de los acuerdos cerrados con los proveedores y los clientes, simplemente entregan la comida en las condiciones estipuladas por Deliveroo”.

Amazon Mechanical Turk

Según el informe de ETUC, “los trabajadores no tienen voz en el establecimiento de los límites máximos de remuneración por sus puestos de trabajo. Mientras que en principio esto lo determinaría el cliente, en la práctica las cantidades no varían dentro de las diferentes categorías de trabajo realizadas. Aún hay más: Amazon Mechanical Turk se reserva el derecho de deshabilitar, complementar o modificar las opciones de remuneración en cualquier momento”.

“También se debe considerar que el pago del trabajo realizado puede ser rechazado si el cliente o la plataforma laboral digital lo fundamentan en una 'buena causa'. Amazon Mechanical Turk podrá incluso rescindir el contrato y el futuro acceso a la plataforma del trabajador sin previo aviso por cualquier motivo”, dice el informe: “Además, Amazon Mechanical Turk solicita a sus trabajadores que se comporten con los clientes 'de manera profesional y cortés, y proporcionen la información razonablemente solicitada en relación con el desempeño de sus tareas'. Además, exige que los trabajadores realicen sus tareas ”de manera competente y profesional“ y se les impide utilizar cualquier método automatizado para respaldar su trabajo. La plataforma puede solicitar a los trabajadores que completen una prueba de calificación a solicitud de los clientes”.

De acuerdo con el análisis de la Confederación Europea de Sindicatos, “la plataforma podrá aplicar mecanismos para el seguimiento de las tareas realizadas por los trabajadores y el desempeño de los trabajos, que también está sujeto a calificación. También recopila esas calificaciones y las publica en el sitio. A los clientes se les otorga el poder de rechazar los trabajos terminados antes de pagar por ellos. Los trabajadores de Amazon Mechanical Turk no pueden realizar trabajos a través de otros medios que no sean la plataforma, lo que prácticamente impide que los trabajadores construyan una base de clientes o se comuniquen con los clientes por cualquier otro medio”.

El secretario confederal de la CES, Ludovic Voet, concluye: “Los eurodiputados y los Gobiernos deben cerrar las lagunas en el proyecto de ley para garantizar que las plataformas no puedan seguir engañando a los trabajadores y que las empresas cumplan las reglas. Lo mejor que podrían hacer las plataformas es sentarse finalmente a la mesa con los sindicatos y negociar salarios y condiciones decentes para sus trabajadores”.

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