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La izquierda abertzale rompe con ETA y se disculpa con las víctimas: “Nunca debió haberse producido”

Diez años después de que ETA decretara el final de la violencia, el histórico dirigente de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi ha roto definitivamente con el pasado. En nombre de la coalición EH Bildu y de su principal partido, Sortu, que hereda las estructuras de la izquierda abertzale tradicional, Otegi ha solemnizado que el dolor causado por ETA “nunca debió haberse producido” y ha expresado su “pesar y dolor por el sufrimiento causado” a las víctimas. Acompañado por el actual líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez, han pretendido compartir “con el conjunto de la sociedad vasca, española y francesa” y con la “opinión pública internacional” su compromiso con las vías pacíficas y democráticas.

La declaración -tras la cual no han admitido preguntas de los medios de comunicación- parte de la constatación de que no se puede “deshacer el daño causado”, pero se han mostrado confiados en poder “aliviarlo desde el respeto, la consideración y la memoria”. “Queremos decirles de corazón [reza el texto, aunque Otegi no ha pronunciado las palabras 'de corazón', que sí ha pronunciado Rodríguez en euskara] que sentimos enormemente su sufrimiento y nos comprometemos a tratar de mitigarlo en la medida de nuestras posibilidades. Siempre nos encontrarán dispuestos a ello”, incide el comunicado. ETA dejó más de 850 asesinados y de 2.500 heridos.

La izquierda abertzale ha comparecido este lunes en el Palacio de Aiete de Donostia, misma ubicación donde tuvo lugar una conferencia con mediadores internacionales como Kofi Annan o Jonathan Powell hace una década y que precedió al anuncio final de ETA, llegado el 20 de octubre de 2011. Así, Otegi y Rodríguez se han mostrado arrepentidos por el daño causado, en especial, a las víctimas de la banda terrorista ETA, si bien han querido recordar a “absolutamente todas las víctimas”, cuyo reconocimiento exigen para poder “transitar hacia una paz duradera”. “Sentimos su dolor, y desde ese sentimiento sincero afirmamos que el mismo nunca debió haberse producido, a nadie puede satisfacer que todo aquello sucediera, ni que se hubiera prolongado tanto en el tiempo. Debíamos haber logrado llegar antes a Aiete”, han señalado Rodríguez en euskera primero y Otegi en castellano después.

Durante la comparecencia, los líderes de la izquierda abertzale han “constatado el cumplimiento íntegro” del compromiso que adoptó ETA para poner fin a la violencia. Para ello, han puesto en valor “la unanimidad con que ETA tomó sus decisiones”, lo que ha evitado, según han mencionado, “problemas graves” que se han dado en otros procesos de paz, en velada alusión a las escisiones del IRA en Irlanda. De hecho, la disidencia en la izquierda abertzale es muy minoritaria y limitada a organizaciones como ATA o HB (por Herritar Batasuna).

“No había trampa, no se trataba de ningún cálculo táctico. El tiempo transcurrido pone de manifiesto el inequívoco carácter estratégico de la decisión adoptada. El compromiso con vías exclusivamente pacíficas y democráticas por parte del independentismo de izquierdas respondía y responde a profundas convicciones éticas y políticas. Es una decisión inamovible y para siempre”, han añadido. Según los dirigentes de EH Bildu y de Sortu, el “éxito” del proceso de paz en Euskadi corresponde también “al conjunto del pueblo vasco”.

Esta declaración de los herederos de la formación política que dio cobertura a ETA supera a la de la propia banda terrorista en 2018, que pidió perdón pero exclusivamente a aquellas víctimas que supuestamente no habían participado en el “conflicto”. Es un paso que se le había exigido desde hace años para completar su apuesta por las vías exclusivamente políticas ya consumada desde 2011 con la creación de Bildu primero, Amaiur después y EH Bildu definitivamente. En esta coalición se sumaron formaciones como EA, Aralar o Alternatiba que sí se habían opuesto a la violencia de ETA. La nueva marca abertzale se llama Sortu y se presentó precisamente en 2011 con unos estatutos que rechazaban la violencia de manera que regresó a la legalidad tras sucesivas actuaciones judiciales contra Herri Batasuna, Batasuna, Euskal Herritarrok, D3M u otras marcas.

Otegi ha sido quien ha puesto voz a esta declaración, aunque lo ha hecho acompañado del líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez. Otegi fue quien ejerció de interlocutor con el PSOE hace 15 años para tratar de buscar un final a ETA. Hubo una primera fase que acabó reventada por el atentado de la T4 y una segunda fase ya definitiva que derivó en el comunicado de hace diez años. Antes, sin embargo, Otegi y otros dirigentes abertzales fueron detenidos acusados de recomponer el brazo político de ETA, el denominado como 'caso Bateragune' que mantuvo encarcelado a Otegi hasta 2016 y más tarde incluso inhabilitado.

Otegi y Rodríguez, en la misma comparecencia, no han querido dejar de reclamar la “necesidad” de poner fin a la política penitenciaria de excepción y “darle una solución integral”. Son alrededor de 200 los reclusos de ETA que siguen encarcelados, ninguno en España más al sur de Madrid y alrededor de 70 en cárceles de Álava, Bizkaia, Gipuzkoa o Navarra. Han afirmado que sin los presos “no hubiera sido posible” dar paso a las vías pacíficas, por lo que han reivindicado su “papel activo, decidido y decisivo”. En el pasado, eso sí, quienes rompían con ETA eran expulsados del colectivo oficial, el denominado EPPK.

Los líderes independentistas han recalcado que reivindican a “todas, absolutamente todas” las víctimas, capítulo en el que incluyen a las del GAL o a las de la violencia policial y torturas. La comparecencia de cinco puntos la han concluido con la aseveración del compromiso de la izquierda abertzale con la defensa del “diálogo, la negociación y el acuerdo como método más eficaz y democrático para dirimir y solucionar las diferencias políticas”. Aun así, han recordado la “asignatura pendiente”: que el pueblo vasco sea “respetado y reconocido” como primer paso para “construir un futuro diferente en el que las decisiones correspondan a la ciudadanía”.

elDiario.es/Euskadi

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