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Los músicos de la BOS convocan una huelga este jueves que parará el concierto a los quince minutos de empezar

Los músicos de la Orquesta Sinfónica de Bilbao.

Belén Ferreras

Bilbao —

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'Pavane pour une infante défunte' es la obra del compositor Maurice Ravel que abrirá este jueves el concierto de la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS). Dura apenas diez minutos, y puede ser que los espectadores que acudan al concierto no lleguen a escuchar más que esa música. La pieza que sigue en el programa, el Concierto para piano y orquesta en Sol Mayor, también de Ravel, con el prestigioso pianista Nobuyuki Tsujii como solista, está en el aire. Habrá pianista, pero si un acuerdo de última hora no lo remedia, puede no haber orquesta. Los músicos de la BOS han convocado un paro de dos horas para este jueves y el viernes -días de concierto- que arrancarán a las 19.45 horas de la tarde. Es decir, quince minutos después de que haya empezado el concierto. El motivo, las negociaciones del convenio que llevan meses atascadas. Una huelga que desde la dirección consideran “totalmente injustificada”.

“Entraremos a tocar y cuando llegue la hora de arrancar la huelga leeremos un comunicado a los espectadores para explicarles la situación con los músicos que estemos en este momento en el escenario”, señala Gabriel León, representante de CCOO y uno de los contrabajos de la BOS. Según dice, la dirección les ha prohibido de forma expresa que salgan al escenario en ese momento todos los músicos que deberían incorporarse después para completar el programa que finaliza con la Sinfonía fantástica Op. 14 de Hector Berlioz, y que supone que la práctica totalidad de la orquesta está convocada para trabajar este jueves, aunque en el momento de arrancar los paros estén entre bambalinas.

El conflicto viene de lejos. En junio del año pasado ya realizaron varias jornadas de paros parciales, movilizaciones que recuperaron el pasado mes de marzo, y que recrudecen ahora al entender que no hay ningún avance en las negociaciones y que no se atienden sus reivindicaciones, entre ellas, que se cubran las ausencias por permisos, excedencias y bajas de larga duración, “comprometiendo la estabilidad de la plantilla”. Además exigen que se recuperen las plazas perdidas, hablan de 10 puestos de trabajo perdidos en los últimos años, y que se compute como tiempo de trabajo el que tienen que dedicar a la preparación y estudio, pero que no están ensayando con el resto de la orquesta.

La dirección de la BOS, que mantiene la programación del concierto de este jueves considera que las huelgas están “absolutamente injustificadas”. Aseguran que el pasado 20 de marzo, “en la más reciente reunión de la comisión negociadora, la número 19” aseguran, se decidió que“ ante la dificultad de celebrar una nueva reunión en el mes de abril por las vacaciones de Semana Santa y por la agenda de las personas intervinientes, se decidió, con el acuerdo de todas las partes, que la próxima reunión se celebrará en el mes de mayo, una vez incorporado el nuevo director general de la BOS”. El Patronato de la Bilboko Orkestra Sinfonikoa (BOS), compuesto por Diputación Foral de Bizkaia y Ayuntamiento de Bilbao, aprobó el 28 de marzo el nombramiento de Iñigo Alberdi como director, en sustitución de Ibon Aranbarri, que se retira este año tras 20 años al frente de la orquesta. El nombramiento se hará efectivo el próximo 7 de mayo. Los sindicatos niegan que estuvieran de acuerdo en dejar la negociación en suspenso hasta primeros de mayo.

Por otra parte, la dirección de la BOS considera que “los paros parciales, tal y como están planteados, suponen una absoluta falta de respeto para con nuestras personas abonadas y público en general. Más allá del perjuicio económico que van a causar, afectarán gravemente al vínculo sentimental con nuestro público, un lazo frágil que requiere dedicación y cuidado constante”, advierten. “Quienes promueven la huelga, se olvidan de que la orquesta es un medio y no un fin en sí misma. Entidades como la nuestra, precisan de la adhesión y reconocimiento de la sociedad a la que sirven. El comité de empresa de la BOS y las personas que van a secundar la huelga, se colocan por encima de su público, al que no tienen empacho en perjudicar. Este maltrato al público tendrá sus consecuencias, afectando negativamente al citado vínculo sentimental. No olvidemos que el público dispone de alternativas al servicio que presta la BOS, ya que existe una importante oferta de música clásica en Bilbao”, señalan.

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