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Opinión - ¡Nos comerán! Por Esther Palomera

Pradales acaba con más de una década de incomunicación con el principal sindicato pero ELA seguirá como “contrapoder”

El nuevo lehendakari, Imanol Pradales, parece empeñado en derribar algunas inercias. Este viernes ha mantenido la primera reunión bilateral entre un dirigente del PNV y el principal sindicato vasco, ELA, desde 2013 y, en todo caso, la primera desde que en 2019 asumiera el liderazgo de la central Mitxel Lakuntza. Pradales y Lakuntza se han visto este viernes en el palacio de Ajuria Enea en el marco de la ronda de inicio de mandato, en la que se ha visto ya con dos decenas de personas, desde el jefe del Estado, el rey Felipe VI, hasta las organizaciones profesionales de Osakidetza, que simbólicamente han estado con él antes que los sindicatos de clase. De hecho, por pocos minutos no ha sido la más larga, ya que casi iguala el tiempo en que departieron el presidente vasco y Pello Otxandiano de EH Bildu.

“Después de una década estamos aquí. Hemos recuperado la relación de ELA con el lehendakari. Con [Iñigo] Urkullu no había relación. Hemos venido a normalizar lo que debería ser normal”, ha solemnizado en euskera Lakuntza a los medios de comunicación casi parafraseando una conocida manifestación de Adolfo Suárez cuando legalizó el PCE tras el franquismo. El líder sindical, que ha señalado que ve “positiva” la reunión, ha expresado su “voluntad” de continuar con una interlocución “permanente” e incluso se ha abierto a “explorar posibles acuerdos”. “Si hay contenidos, ELA estará en los acuerdos”, ha manifestado. Eso sí, ha mostrado su “preocupación” por el carácter “continuista” del acuerdo de Gobierno de PNV y PSE-EE e incluso de las directrices presupuestarias de 2025 más allá de las nuevas formas: “Una cosa es la música y otra cosa es la letra. El tiempo dirá si se va poniendo letra a algunas cuestiones que se están aquí apuntando”.

Como alternativa, ELA ha entregado un documento con propuestas en quince ámbitos para buscar un “cambio de dirección”. Entre esos puntos, Lakuntza ha mencionado una reforma fiscal -“¿qué tipo de cambios se pueden implementar sin una reforma fiscal de calado?”-, una mejora de Osakidetza y del “conjunto de los servicios públicos”, un impulso a las inversiones en los cuidados y un blindaje del marco vasco de relaciones laborales, incluido el “derecho” a contar con un salario mínimo interprofesional diferenciado y más alto que el de España. A nivel más político, el sindicato le ha pedido al lehendakari que impulse un nuevo estatus y el derecho a decidir, así como un impulso al euskera como lengua propia.

Lakuntza también ha avisado de que la reunión no cambia para nada la estrategia de ELA. “Son las huelgas las que garantizan más y mejores convenios”, ha constatado el líder sindical, que ha indicado que la central “va a continuar” con una línea de “movilización” y de “organizar a la clase trabajadora”. Y también que “para nada” enmendarán su no asistencia a foros de diálogo como la mesa de diálogo social o el Consejo de Relaciones Laborales (CRL). “El sindicato no va a hacer un parón en su estrategia”, ha explicado ELA. Concretamente, ha agregado que, de hablar con el Gobierno, lo hará de modo “bilateral”: “Tenemos una opinión muy definitiva sobre lo que son esos órganos y para qué sirven. Nadie puede defender que estén dando algo para la clase trabajadora. Muchas mesas tienen principios antidemocráticos en su composición. En el CRL, por ejemplo, UGT y CCOO acaban usurpando nuestra representación. ¿Alguien piensa qué pasaría si esto sucediese en el Parlamento Vasco?”.

ELA fue originalmente un sindicato creado por el PNV en 1910 para contrarrestar el obrerismo de la UGT socialista en la incipiente Euskadi industrial y minera. Pero hace ya tiempo que ELA dejó de ser el sindicato del PNV, por mucho que Andoni Ortuzar suela repetir que él continúa siendo afiliado. El sindicato, el más fuerte en los conflictos por la robustez y profundidad de su caja de resistencia, se ha configurado según su propia definición como un “contrapoder”. No forma parte del diálogo social ni tampoco de otros órganos de representación. En los últimos años ha sido muy beligerante con las políticas del Gobierno vasco, tanto en lo tocante a la gestión de los servicios públicos como en materia económica y laboral. Lakuntza ha eludido expresamente este viernes una pregunta sobre qué representa ahora mismo el PNV para ELA.

elDiario.es/Euskadi

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