La Junta no reparará la charca de Jarandilla y construirá una nueva en otro emplazamiento

La Junta de Extremadura no reparará la balsa de riego de Jarandilla de la Vera, cuya estructura cedió este lunes y provocó una avenida de agua en la zona sur de esta localidad cacereña, sino que construirá una nueva en otro emplazamiento.

La actual fue levantada en 1994 sobre dominio público hidráulico, en concreto sobre el cauce natural de un arroyo que fue soterrado por debajo de la balsa, en el momento de su construcción, mediante una bóveda, algo “absolutamente impensable” hoy día, ha afirmado el consejero de Presidencia, Abel Bautista, en rueda de prensa al término de la reunión del Consejo de Gobierno.

Tras preguntarse cómo es posible que la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) permitiera entonces la construcción de la balsa y la Junta de Extremadura la llevara a cabo, ha informado de que no procede su reparación.

En consecuencia, la Administración autonómica va a iniciar los trámites para buscar el emplazamiento oportuno para una nueva, redactar el correspondiente proyecto y gestionar los trámites que correspondan.

Por su parte, el consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural, Ignacio Higuero, se reunirá esta tarde con los regantes que se abastecen de esta charca -surte a unas 360 hectáreas de tabaco y pimentón- para abordar posibles soluciones para esta campaña de riego y las venideras hasta que se disponga de la nueva infraestructura.

Bautista ha aclarado que aunque la titularidad de la balsa es de la Junta de Extremadura, la explotación está a cargo de la comunidad de regantes, algo a tener en cuenta porque “en caso de cesión de explotación, las obligaciones del propietario corresponden también al titular de la concesión”. Ha precisado también que las competencias en materia de seguridad corresponden a la Administración General del Estado a través de la CHT, al tratarse en este caso de una balsa construida sobre el dominio público hidráulico.

En consecuencia, ha explicado, corresponde a la Confederación la inspección permanente del cauce aguas arriba, aguas abajo y también sobre las agua que discurren bajo la propia charca, “algo que cobra relevancia a la hora de determinar la responsabilidad y la causa de la rotura de la balsa”.

Dos hipótesis

Sobre este último, ha informado de que aún no puede determinarse un motivo concreto, aunque se barajan dos hipótesis, el colapso de la estructura de la balsa motivado por el peso del agua, y que se haya producido un taponamiento en el encauzamiento del arroyo.

Según ha manifestado, aguas arriba existen evidencias de haberse producido un aumento importante de caudal, así como retenciones en el curso del arroyo.

Por tanto, ha apuntado, no se descarta que se haya podido producir una rotura de la balsa como consecuencia de un colapso del encauzamiento del arroyo que discurre soterrado por debajo de la balsa debido al arrastre de elementos sólidos por inexistencia de una rejilla de desbaste aguas arriba, “cuyo mantenimiento e inspección corresponde en exclusiva a CHT”.

En cualquier caso, se acometerá una actuación “urgente” para desaguar la balsa, retirar la lona que cubre la superficie y poder averiguar lo que ha sucedido, una labor que no se podrá realizar hasta que cesen las lluvias.

Bautista ha señalado además que la Junta de Extremadura ha cumplido con sus obligaciones legales respecto a esta infraestructura, ya que a ella le corresponde el mantenimiento de la balsa y el cumplimiento de las normas de seguridad.

Según ha indicado, la balsa cuenta con un plan de emergencia y unas normas de explotación y fue revisada por última vez en septiembre de 2022, no tocándole de nuevo hasta 2027 según el plazo fijado por la norma.

Carretera EX-119

En cuanto a la afectación de la riada a la carretera EX-119, ha informado de que se mantiene cerrado al tráfico un carril y de que se ha encargado un informe de daños y posibles soluciones de reparación a la concesionaria del mantenimiento de la vía.

Para ello deberá realizar una inspección con georradar y tomografía eléctrica, algo que no podrá ejecutarse hasta que el firme no esté completamente seco.

“Será la existencia o no de riesgo de colapso de la carretera por existencia de zonas descomprimidas la que determinará la actuación a llevar a cabo”, ha expresado el consejero.

Por último, respecto a las familias afectadas por el suceso, ha apuntado que se debe esclarecer las causas de la rotura para dirimir responsabilidades, así como realizar una evaluación de daños y disponer de los informes de los seguros privados.

“Si la Junta fuera responsable, que a nadie le queda duda de que procederemos con la celeridad suficiente para resarcir los daños”, ha subrayado Bautista, que ha apostado por el trabajo coordinado entre administraciones para que, con independencia de las responsabilidades y de quien tenga que indemnizar, trabajen conjuntamente “para que la familias afectadas reciban cuanto antes lo que les corresponde”.