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La Xunta pone en marcha la reforma de su normativa para permitir alquilar como viviendas bajos comerciales

La Xunta confía en que la creciente dificultad para alquilar una vivienda haga que las familias gallegas se interesen por vivir en espacios clasificados actualmente como bajos comerciales. Es una manera, dice el presidente gallego, Alfonso Rueda, de incrementar la oferta y, a la vez, de dar uso a locales que están vacíos y contribuyen a la “degradación evidente” en barrios de ciudades y villas de la comunidad. El Gobierno gallego ha puesto en marcha los trámites para una modificación, anunciada hace unos meses, de las normas de habitabilidad para hacer más fácil que espacios situados a pie de calle y dedicados a usos no residenciales puedan ser viviendas.

Rueda ha explicado en su comparecencia tras la reunión semanal de su gobierno que la normativa no se actualiza desde hace 15 años y el objetivo de la revisión es adaptarla a los cambios sociales. Esas nuevas costumbres llevan, según el presidente gallego, a que muchos bajos comerciales estén “en desuso, sin previsión de un uso próximo”. Los alquileres, agregó, suben “por la escasez de oferta”, de modo que la Xunta cree que hay una vía de alivio en la transformación de esos bajos en espacios residenciales. El Gobierno gallego permitirá que la intimidad se pueda garantizar con elementos arquitectónicos como pantallas fijas para eliminar el requisito actual de que las ventanas tengan una altura mínima y va a simplificar el proceso para que una vivienda se considere exterior.

La planificación urbanística es, sin embargo, una competencia municipal. El presidente gallego ha admitido que los ayuntamientos decidirán cómo adaptan sus normativas. Pueden “poner muy complicada” la transformación de uso comercial a residencial o facilitarla. No profundizó en cómo puede afectar esta modificación a las viviendas de uso turístico, que han proliferado en algunas ciudades gallegas en los últimos años y han generado tensiones en los alquileres y debates en las corporaciones municipales. El Ayuntamiento de Santiago acaba de abrir a exposición pública una modificación del planeamiento de la ciudad que limita las viviendas de uso turístico a los bajos de edificios, si es que tienen la consideración de vivienda, o al primer piso, si no es posible en el bajo.