Uno de los afectados por los precios prohibitivos del alquiler en Palma: “He tenido que irme a vivir a 30 kilómetros”

El incremento de los precios de la vivienda en España está expulsando de las ciudades a sus habitantes. Vecinos de siempre, estudiantes y trabajadores tienen que abandonar sus hogares porque seguir abonando la renta se hace insostenible ya no en el centro, sino en varios kilómetros a la redonda de las urbes. En Balears, son numerosos los afectados por el coste prohibitivo de los alquileres.

Guido Galvino, de 37 años, es uno ellos. Tal es la situación en Palma que, en 2019, se vio obligado a abandonar la capital balear junto a su mujer y sus dos hijas para irse a vivir al municipio de Binissalem, situado a 27 kilómetros de la ciudad. Cada mañana, Guido se desplaza en tren hasta la ciudad, a punto para comenzar su jornada diaria en el siempre concurrido bar-restaurante Es Suprem, situado frente a la rampa de los Juzgados de Vía Alemania. Allí trabaja como camarero.

Como recuerda, hasta hace tres años vivía junto a su familia en un piso del barrio de Son Cladera, a las afueras de la ciudad. “Un barrio humilde”, apostilla. Sin embargo, su casera, quien les iba renovando el contrato de alquiler de año en año -algo “totalmente ilegal”, abunda-, pasó de cobrarles 500 euros en 2016 a 750 en 2019, una cantidad que les era imposible asumir.

“Empezamos a buscar. En Palma los precios estaban prohibitivos. Veíamos precios de 1.450 euros para pisos en los que apenas habríamos cabido. Los dos trabajando y no podíamos pagarlos. Entonces empezamos a mirar fuera. En Inca -a 33 kilómetros de Palma-, donde todos los pisos ya estaban cogidos, en Campos...”, relata Galvino, quien recuerda cómo un día, “hablando en la barra, una clienta me dijo que estaba reformando su piso para alquilarlo”. “Le pregunté que cuánto pedía. Y al responderme que 600 euros, le dije: 'Mío'. De inmediato fuimos a mirar los horarios y frecuencias del tren. Tuvimos que plantearlo bien”, añade.

En medio del contexto actual, Guido reflexiona: “Tengo muchos conocidos que tienen que compartir piso. Por el amor de Dios, ¿esa es la solución? ¿Por qué tengo que compartir mi intimidad con otra gente? Nosotros somos dos, pero un piso de 600 euros yo solo no lo podría pagar”, sentencia.

Balears lidera la subida del precio del alquiler

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Balears encabeza la suba de precios de alquiler en toda España. Entre 2015 y 2022, el porcentaje de aumento ha sido del 13,3%.

Por su parte, los precios de compra de vivienda en Balears en el segundo trimestre de 2022 han experimentado un aumento del 2,9%, según el Índice de Precios de Vivienda (IPV), una estadística elaborada por el INE que mide la evolución de los precios de compraventa de las viviendas de precio libre.

Mientras la media de aumento a nivel nacional es de 1,9%, Balears marca un punto exacto por encima, siendo el territorio donde más aumentaron los precios de compra de viviendas nuevas y de segunda mano. Esta tasa creciente sitúa a Balears entre las tres comunidades autónomas con mayores aumentos en este período, incluso por encima de Castilla-La Mancha y Asturias que experimentaron subidas del 2,5%.

Limitar la compra de segundas residencias a extranjeros

Ante la creciente escalada de precios de la vivienda en las islas y la problemática que desde hace décadas arrastra el archipiélago en esta materia -escasez de suelo, presión urbanística o la limitación de las viviendas disponibles como efecto colateral de la pujanza del alquiler vacacional-, Balears ha puesto sobre la mesa, entre otras medidas, la posibilidad de limitar la compra de segundas residencias por parte de extranjeros en una Comunidad Autónoma que registra los mayores encarecimientos de los precios en la compraventa de inmuebles y donde más años de salario se requieren para poder afrontar la adquisición de un hogar.

La coalición ecosoberanista MÉS per Menorca planteó hace varios meses esta medida inédita en el territorio nacional, que deberá discutirse en los próximos meses. Precisamente, Balears lidera a nivel nacional otra estadística: se trata de la autonomía con mayor peso de compra por parte de extranjeros, con un 38,95% del total de operaciones inmobiliarias -sobre todo, viviendas unifamiliares en primera línea cuyos precios rondan las siete cifras-, frente al 12,61 por ciento a nivel nacional -una cifra prácticamente similar a los niveles prepandemia-, de acuerdo a los datos de la última Estadística Registral Inmobiliaria.

Y es que, a pesar de que los precios mostraron durante la pandemia una mayor resistencia a la baja -particularmente, los de la vivienda nueva- en comparación con otras crisis, como apuntaba el año pasado el Banco de España, la favorable evolución de la situación sanitaria ocasionada por la COVID-19 y, con ello, la recuperación de la movilidad internacional han servido de acicate a los movimientos de compraventa por parte de los ciudadanos extranjeros -con los británicos (12,42%) y los alemanes (10,93%) a la cabeza-, una situación que en el caso de Balears ha vuelto a hacer saltar las alarmas.