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ENTREVISTA General de división retirado y docente universitario

Juan Antonio Moliner: “El armamento nuclear da a Rusia soporte psicológico para tomar decisiones”

“He tomado la decisión de iniciar una operación militar especial”. Así ha anunciado el presidente ruso, Vladímir Putin, la ofensiva militar que ha lanzado sobre Ucrania. El Ministerio de Defensa ruso ha expuesto que va a utilizar “armas de alta precisión” para “desactivar” objetivos militares ucranianos.

Para Juan Antonio Moliner, general de división retirado del Ejército del Aire y docente del Instituto Gutiérrez Mellado (UNED), el hecho de que Rusia sea una potencia nuclear facilita a Moscú “un soporte psicológico a la hora de tomar decisiones”, como la invasión iniciada en la madrugada de este jueves. En una entrevista con elDiario.es, este docente universitario detalla el funcionamiento de la guerra híbrida y las campañas de desinformación que han estado presentes en el inicio del conflicto.  

¿Cuál es la capacidad militar rusa?

Se puede simplificar en una categoría: es una potencia nuclear. Junto a Estados Unidos es quien tiene el mayor porcentaje de armas nucleares, mucho más que el resto de potencias nucleares. Si nos centramos en capacidades más convencionales, no cabe duda también de que Rusia tiene unas enormes capacidades, que han sufrido altibajos después de la implosión de la URSS, pero que se han mantenido y, sobre todo, se han ampliado en los últimos años. 

Rusia ha sido un actor muy asertivo en muchos conflictos y ha demostrado que tiene una capacidad militar muy considerable en todos los campos. Incluso, si nos fijamos en aspectos más novedosos, en nuevas tecnologías que se van incorporando a los arsenales, ha dado pasos muy destacados. En este punto, señalaría los misiles hipersónicos, que son armas que introducen una modificación en las tácticas y en los combates. Tampoco podemos perder de vista el aumento de la capacidad espacial, me refiero al espacio exterior, donde Rusia ha hecho grandes inversiones destinadas a la capacidad militar y a la civil. 

Desde la llegada de Putin se ha potenciado esa capacidad militar.

Ante la creciente participación de Rusia en la escena internacional como una potencia muy importante, no tanto como el hegemón norteamericano, pero consciente de que quería tener su papel ante EEUU y China para mantener su influencia en el resto del mundo, la capacidad y el esfuerzo militar ha sido una de las constantes del desarrollo de Rusia en los últimos años bajo el liderazgo de Putin.

En este conflicto, ¿qué puede llegar a suponer que Rusia sea una potencia nuclear? 

Depende de hasta dónde llegue el conflicto. No creo que el conflicto llegue hasta los extremos de desencadenar una conflagración nuclear. Eso vendría de la mano de que fuerzas de la OTAN o de la UE entraran en territorio ucraniano, algo que parece que en este momento está totalmente descartado. Por tanto, no creo que el uso del armamento nuclear se haya planteado ni siquiera desde la perspectiva operacional rusa. Lo que tienen claro es que eso les da un soporte psicológico a la hora de tomar decisiones, que les apoya en aventuras como las que han iniciado. 

¿Se pueden llegar a causar pérdidas masivas?

Depende de hasta dónde quieran llegar. Lo último que estoy oyendo es que están a 150 kilómetros de Kiev [después de realizarse esta entrevista se ha conocido que se han acercado mucho más: han tomado el aeródromo de Hostomel, a 35 kilómetros de la capital]. A eso se suma que van a ocupar, aunque no utilizan esa terminología, las regiones prorrusas de Lugansk y Donetsk, según las declaraciones que han hecho hasta ahora. Si el conflicto se extendiera a todo Kiev sería una escalada de enormes consecuencias. Ahí ya habría que ver cuál es la reacción del resto de países, OTAN y Unión Europea incluida, pero parece que en este momento no es lo más previsible. Aunque, tampoco era previsible lo que ha ocurrido esta madrugada. Las guerras se disparan en contra de todas las previsiones racionales. Es la afición de la guerra, como decía [Carl von] Clausewitz.

¿Qué ayuda militar están facilitando los países occidentales a Ucrania?

Consiste en determinados sistemas de armas, en munición. Hasta ahora era [una ayuda] limitada, con unos países más implicados que otros. En cualquier caso, es una ayuda económico-militar, que tiene un valor limitado frente a la capacidad militar rusa. Por otro lado, también hay que tener en cuenta los problemas políticos, económicos, humanos y sociales que eso puede generar. Ahí es donde Putin pierde toda legitimidad al iniciar este conflicto porque no tiene ninguna causa justa que le apoye. 

¿En qué consiste la diferencia entre la capacidad del ejército ruso y el ucraniano?

Es una diferencia brutal en todos los sentidos: en el armamento terrestre, en el naval y en el aéreo. Ucrania lleva años también sujeta a dificultades económicas, con el esfuerzo de una guerra en el que está inmersa desde hace años en las regiones de Lugansk y Donetsk. En ese sentido, la mayor capacidad que tiene Ucrania frente a Rusia es la moral, es decir, la fuerza de la razón y de la legitimidad. 

¿Qué papel ha jugado la guerra híbrida en este conflicto?

La guerra híbrida son los ataques cibernéticos a las infraestructuras ucranianas, de los que ya hay plena constancia que han tenido lugar y están teniendo lugar. Son las campañas de desinformación, diciendo hasta hace muy poco que no se quería hacer una invasión militar en Ucrania. Todas esas fake news y ese uso de la información forman parte de esa amenaza híbrida, que Rusia lleva muchos años desarrollando y que ahora está poniendo en práctica de una forma efectiva.