La Comunidad de Madrid improvisa un nuevo sistema mientras pone orden en el caos generado por la reestructuración de las urgencias extrahospitalarias. De los 80 centros sanitarios 24 horas de los que la presidenta lleva días presumiendo, 34 no contarán con médico. A cambio, estos puntos tendrán dos enfermeras y un sistema de videoconsulta con un facultativo, según ha comunicado este lunes la Consejería de Sanidad.
De esta forma, y “hasta que se reconduzcan las negociaciones [con los sindicatos] y la actual situación”, solo 46 puntos fijos contarán con personal médico y de enfermería. Este había sido el compromiso de Isabel Díaz Ayuso para los 80 puntos y que, por el momento, y pese a afirmar la semana pasada que funcionan “a pleno rendimiento”, no ha podido cumplir.
Según indica la consejería, “los dispositivos con facultativo se han priorizado tras el análisis pormenorizado de la actividad que tienen estos centros, la cercanía a otro punto o urgencia hospitalaria, la concentración de población y la dispersión geográfica del municipio al que prestan servicio”. Algo que contrasta con las declaraciones del responsable del ramo, Enrique Ruiz Escudero, que el viernes aseguraba que no se había podido evaluar el plan por “la actitud de boicot permanente por parte de la izquierda”.
Este anuncio se produce el mismo día que comienza una huelga indefinida de sanitarios afectados por la reestructuración de las urgencias. Son, principalmente, los profesionales de los 41 Servicios de Atención Rural (SAR), con los que la Consejería quería cubrir también la reapertura de los antiguos Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), cerrados en marzo de 2020 con la llegada de la pandemia.
La noticia ha caído como un jarro de agua fría a las puertas de la Consejería de Sanidad madrileña, donde un grupo de sanitarios se manifestaban esta mañana. Ángel Bayo, que es médico en el SAR de Arganda del Rey, se enteraba allí mismo de que su centro era uno de los que se quedaban sin médico y su futuro, en el aire. Con su próxima jornada laboral el jueves, no sabe qué va a pasar con él. “Estoy a la espera de comunicación para conocer mi nuevo destino, horario y jornada. Me espero cualquier cosa”, explicaba, mientras advertía del tajo en la atención en las zonas rurales. En su centro, por ejemplo, había ocho médicos. Con la reestructuración de las urgencias extrahospitalarias que se puso en marcha el 27 de octubre, quedaron seis. Con el enésimo cambio de la Consejería, los vecinos serán atendidos por videollamada.
Los centros sin médico presencial
Los 34 dispositivos que serán atendidos por personal de enfermería y celadores y que deberán recurrir a interconsulta por videollamada con un facultativo de la misma zona asistencial en caso de que se requiera son los de Avenida de Portugal (Latina), Barajas (Barajas), Carabanchel (Carabanchel), Doctor Esquerdo (Salamanca), Fuencarral (Fuencarral-El Pardo), Mar Báltico (Hortaleza), Orcasitas (Usera) y Pavones (Moratalaz), Aranjuez, Arganda del Rey, Cerro del Aire (Majadahonda), Chinchón, Collado Estación (Collado Villalba), Colmenar Viejo, El Escorial, Fuente el Saz, Jaime Vera (Coslada), La Fortuna (Leganés), Las Rozas, Manzanares el Real, Moralzarzal, Morata de Tajuña, Móstoles, Paracuellos de Jarama, Parla, Perales del Rio (Getafe), Pozuelo, Ramón y Cajal (Alcorcón), San Agustín del Guadalix, Torrelaguna, Torrelodones, Valdemoro, Velilla de San Antonio y Villaviciosa de Odón.
Según ha indicado la Consejería, “el personal de enfermería que tenga la necesidad de establecer una interconsulta lo hará con un médico de su propia dirección asistencial”. Para ello, “se va a dotar a los profesionales de 160 equipos técnicos, que ya están adquiridos, para el establecimiento de las videollamadas, dos por cada punto asistencial, que se empezarán a implantar esta misma semana”.
Según Comisiones Obreras, una de las organizaciones que se desmarcó el pasado viernes del pacto con la Comunidad de Madrid que evitó que la huelga indefinida comenzase el 28 de octubre, por el “total incumplimiento de los compromisos adquiridos”, el nuevo plan “incrementa el riesgo asistencial y contribuye a liar más aún la madeja y el caos en el que se ha sumido a la Atención Primaria en nuestra región”. “La atención sanitaria de urgencias necesita una atención presencial, ya que debe haber una exploración física, que es parte fundamental en el tratamiento y diagnóstico de las enfermedades, y en la atención a los y las pacientes. Es exigible, por tanto, la atención presencial en todas las urgencias, sin excusas”, reclaman en un comunicado.