El nuevo monumento que recordará los atentados yihadistas del 11 de marzo de 2004, que acabaron con la vida de casi 200 personas y dejaron alrededor de 2.000 heridos, estará terminado para finales de 2027 y estará situado en la antigua gasolinera de la glorieta de Atocha, que fue demolida por las obras de la Línea 11 de Metro de Madrid.
Así lo ha anunciado la presidenta de la Asociación 11-M , Montserrat Soler, en el homenaje que ha organizado este martes con CC.OO y UGT en la Estación de Atocha-Cercanías con motivo del 21º aniversario del atentado, donde han reivindicado “memoria”, “fortalecimiento” de los servicios públicos y más ayudas para los afectados.
Al acto han asistido el alcalde, José Luis Martínez-Almeida; el delegado del Gobierno, Francisco Martín; las portavoces de Más Madrid en el Ayuntamiento y la Asamblea, Rita Maestre y Manuela Bergerot, respectivamente; la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Reyes Maroto, y el defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, entre otros.
“Después de varias reuniones con el Ayuntamiento, ya se han creado las bases del concurso para un nuevo monumento que estará en la antigua gasolinera que ha sido demolida y que deberá reunir una serie de condiciones, como que se utilicen algunos ladrillos de vidrio del monumento anterior”, ha detallado Soler. El consistorio repartió el año pasado parte de estos vidrios al desmontar el monumento original por las obras de la ampliación del Metro en Atocha. Parte de ellos fueron vendidos al día siguiente en internet.
La presidenta de la Asociación 11M ha pedido una leyenda con el texto 'Espacio homenaje a las víctimas de los atentados yihadistas del 11 de marzo de 2004' con el nombre y apellidos de cada uno de los fallecidos, con “visibilidad, iluminación, accesibilidad e indicaciones para su localización”.
Soler ha reclamado al Gobierno de España la modificación de la Ley estatal de Reconocimiento y Protección Integral de las Víctimas del Terrorismo. En concreto, pide cambiar el procedimiento administrativo de concesión de ayudas económicas y medidas asistenciales, para que se pueda iniciar de oficio, y que se suprima el plazo de un año o se prorroguen hasta los cuatro o cinco años.
Asimismo, ha recordado que todas las actividades que realizan son a partir de las subvenciones que reciben del Ejecutivo central y algunas comunidades autónomas, como Madrid, Valencia o Navarra y el Consistorio madrileño. Unas ayudas que “cada año van menguando, lo que complica mucho su tarea en el momento en que hay socios que se van haciendo mayores y sus necesidades aumentan”.
Piden un nuevo monumento en Guadalix
Por otro lado, ha reclamado un nuevo monumento en homenaje a las víctimas del 11-M en San Agustín de Guadalix porque “se cambió de lugar y se soltó de manera chapucera una placa que nada tiene que ver con las víctimas”. También ha solicitado el Centro Memorial en Madrid, dedicado a las víctimas del yihadismo en el edificio Medinaceli.
El homenaje ha arrancado con la pieza musical 'El cisne', a cargo de Clara Castilblanque y Pilar Cienfuegos. La primera en tomar la palabra ha sido la secretaria general de UGT Madrid, Susana Huertas, que ha remarcado “la fuerza de lo público en medio del caos y del horror” y ha pedido “defenderlos y fortalecerlos porque son quienes, en los momentos críticos de nuestra historia, han estado al frente protegiendo vidas y demostrando su inestimable valor”.
“Bomberos, personal sanitario, psicólogos, policías y tantas otras personas actuaron con una valentía y profesionalidad ejemplares, incluso fuera de su horario de trabajo. Pero no estuvieron solos: a su lado estuvieron los ciudadanos de a pie, los taxistas que ofrecieron sus vehículos para trasladar a heridos. No podemos permitir que se cuestionen ni que se debiliten porque representan el compromiso colectivo con el bienestar de todas las personas”, ha subrayado.
Huertas Moya ha recordado que “las historias de los fallecidos nos conmueven y nos comprometen” porque “detrás de cada número, hay nombres, rostros, familias, sueños truncados y vidas marcadas para siempre”. Ha insistido en que este homenaje es “un compromiso con el futuro y la reafirmación de trabajar por una sociedad justa, solidaria y en paz”.
Por otra parte, la secretaria general de CC.OO. Madrid, Paloma López, ha recalcado que hay que “repetir la palabra memoria” porque “parece que quieran borrarlo de nuestras vidas”. Ha señalado que “tener memoria es un ejercicio de cordura, comprensión de nuestro entorno y de empatía”.
“Tenemos que seguir recordando a las víctimas de aquel día trágico, personas que madrugaban para sacar adelante a sus familias, pero también llenando con su trabajo y con su talento cada rincón de nuestra sociedad. No vamos a olvidar nunca la manipulación que se hizo de esta tragedia, desinformando a la ciudadanía e intentando ocultar la verdad sobre los autores de los atentados. Política de bulos y mentiras que seguimos asistiendo con especial virulencia”, ha lanzado.
López ha indicado que el 11-M “nos recuerda con mucho dolor la fragilidad de la vida y la brutalidad del fanatismo terrorista, venga de donde venga”. Ha añadido que esta fecha también “nos mostró lo mejor de nosotros, como la entrega, la valentía y la dignidad de las personas trabajadoras, de los servicios públicos y de la ciudadanía”.
El acto se ha cerrado con los políticos, sindicatos y ciudadanos depositando claveles en un espacio que se ha habilitado con un cartel que recordaba a las víctimas del atentado.