Los cuatro ediles escindidos de Más Madrid salvan el plan de movilidad de Almeida que Vox no iba a apoyar

José Luis Martínez Almeida ha convocado una Junta de Gobierno extraordinaria el viernes 20 de agosto para abrir camino a su Ordenanza de Movilidad Sostenible de la ciudad de Madrid. El propio alcalde se está ocupando de negociar con los distintos partidos una norma que hasta la fecha ha suscitado poco acuerdo dentro del ecosistema político madrileño. La intención sería llevarla a Pleno a principios de septiembre y comenzar así el curso político con fuerza.

El pasado mes de mayo se conoció una sentencia del Tribunal Supremo  que confirmaba otra anterior del TSJM (con origen en una denuncia del PP de 2018) que dejaba en el aire Madrid Central, el proyecto estrella de movilidad del gobierno Carmena, por defectos de forma. Los magistrados suspendieron la aplicación del área de bajas emisiones de la capital “sin entrar al fondo del asunto y sin valorar la delimitación de esta zona de bajas emisiones y su regulación”.

Este revés legal ha obligado al actual Ayuntamiento a acelerar sus planes respecto de la Ordenanza de Movilidad y diseñar lo que algunos han llamado “su Madrid Central” por coincidir exactamente en sus límites con la anterior norma, aunque tendrá por nombre Distrito Centro. El esprint comenzó cuando el pasado 27 de mayo se aprobó el anteproyecto de la nueva Ordenanza, el Ayuntamiento de Madrid

Para sacar la normativa adelante, el PP y sus socios de Cs podrían apoyarse en los votos de los cuatro concejales de Recupera Madrid, el grupo escindido de Más Madrid, según explica el periódico El País. Sus votos vendrían a salvar el escollo de que VOX, apoyo habitual del gobierno de Almeida y Villacís, haya marcado como línea roja la no reversión total de Madrid Central. Los grupos municipales de Más Madrid y el PSOE votarán en contra.

José Manuel Calvo, en conversación con este medio, confirma que Recupera Madrid está dispuesto a dar “un sí condicional” a la nueva ordenanza de movilidad. “No es nuestra ordenanza, la consideramos poca ambiciosa para los retos medioambientales que afronta esta ciudad, pero no somos gobierno y toca negociar”. El grupo contempla votar a favor a la vista del texto y siempre y cuando se cumpla lo que ellos consideran dar continuidad al proyecto puesto en marcha en el gobierno municipal de Ahora Madrid, del que entonces formaban parte.

“La disyuntiva es si Madrid Central desaparece el 15 de septiembre o se mantiene dentro de la nueva ordenanza”. Desde el grupo explican que, según su análisis, los 15.000 coches adicionales  que supuestamente entrarían en al área restringida de tráfico con la nueva ordenanza –el número de comerciantes que ahora tendrían los mismos derechos de acceso que hasta la fecha tenían los residentes–  ya estarían en realidad circulando por ella por estar contempladas sus casuísticas en las excepciones que la zona de bajas emisiones tuvo que diseñar para atender a la complejidad del distrito. Por ejemplo, para el gran número de trabajadores del comercio o de la industria del ocio de la ciudad, que estarían mayoritariamente empadronados allí.

Para ellos es un acuerdo de mínimos ineludible porque, en su opinión, al haber subsumido Madrid Central legalmente las APRs (Áreas de Prioridad Residencial) de Gallardón y Botella, esta reglamentación también desaparecería de facto al hacerlo Madrid Central, haciendo retroceder veinte años las políticas de movilidad de la ciudad de Madrid.

Recupera Madrid también condiciona su voto afirmativo a que desde el Ayuntamiento se comprometan a fomentar políticas “sobre transporte sostenible –peatonal o de bici– además de la restricción y el calmado del tráfico. Asuntos que podrían quedar recogidos en la ordenanza o convertirse en compromisos estratégicos cuyo cumplimiento vigilaremos”, explica Calvo.

El grupo municipal Más Madrid, por su parte, eleva de 15 a 50.000 el número de coches diarios que podrían acceder al área con la nueva ordenanza, “descafeinando Madrid Central”, y tildan la norma como “del siglo pasado”.