La portada de mañana
Acceder
Lobato evita la humillación en el congreso del PSOE y allana el camino para Óscar López
Crónica - València, año cero: un retrato tras la hecatombe
Opinión - El bucle de la M-30. Por Neus Tomàs

Vecinos de Usera denuncian calles llenas de basura mientras Almeida los señala: “Es fácil decir que somos incívicos”

Carmen vive en Usera y desde hace años denuncia la situación del barrio madrileño: basuras que rebosan de los contenedores, desperdicios tirados en mitad de la calle y muebles abandonados en la acera que se acumulan en diferentes puntos. Sus quejas, como las del resto de vecinos, no se limitan a las redes sociales. Varios residentes han mantenido sucesivas reuniones con responsables del Ayuntamiento, aunque aseguran que la situación sigue igual. “Tengo más fotos en el móvil de basura que de mi nieta de tres años”, explica Carmen a elDiario.es. El equipo del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, culpa en cambio a los propios vecinos.

“Es una inundación de basura”, resume Ana, también vecina de Usera y miembro de la plataforma vecinal que se ha creado para abordar el problema, que remite imágenes de desperdicios procedentes de locales y viviendas, las mismas que lleva meses subiendo a sus redes. Desde la Concejalía de Medio Ambiente aseguran que el presupuesto de limpieza ha aumentado, con lo que son las personas que viven ahí las que no usan los contenedores o no sacan los cubos. “El área delegada de Limpieza y Zonas Verdes ha detectado que, desde hace dos años a esta parte, se ha acrecentado el depósito incorrecto de residuos en diferentes vías del distrito de Usera”, responden a elDiario.es.

Pero vecinas como Carmen no están de acuerdo con estas afirmaciones. “Si no utilizamos los contenedores, ¿cómo es que están todos siempre llenos?”, se pregunta. Otro de los problemas es el de los muebles que se acumulan en las calles. Desde el ayuntamiento indican que la mayoría de los residentes no los llevan a puntos limpios, generando “un problema de limpieza en las calles”. Pero los vecinos consideran que son ellos los que deben hacer cumplir las normas y critican la actitud y las respuestas del consistorio. “Lo único que pienso es que el Ayuntamiento es un incapaz y que le importamos muy poco”, lamenta Carmen.

Alba, que también denuncia la suciedad en el barrio, reconoce que es “innegable” el incivismo de algunas personas, pero que este es combinado con “una dejadez total por parte del Ayuntamiento”.

Las reclamaciones de la oposición

Desde Más Madrid critican que el Ayuntamiento “culpe de la situación a los vecinos”, así como que resuman “toda la situación a un problema de civismo quitándole toda responsabilidad” al consistorio. El partido ha pedido la comparecencia en el pleno del distrito de Sonia Cea, concejala presidenta de Usera, para señalar que también existe una “dejadez instruccional” en la zona. Según el informe que remite el partido, en 2023 se dieron 214 expedientes sancionadores en Usera por limpieza de los 4.792 expedientes totales de ese mismo año en Madrid. Los distritos que tienen más sanciones son Centro, Latina, Chamartín y Carabanchel, según el mismo documento.

Fuentes del partido de Manuela Bergerot critican que “Almeida tiene en general Madrid muy sucio”, pero que el caso de Usera es “especialmente sangrante” y que, además, “todo lo que tiene que decir el Ayuntamiento es que la culpa es de los vecinos y vecinas. Es una tomadura de pelo”. “¿El problema de la basura en Usera es culpa del incumplimiento de los vecinos pero en Chamartín, que tiene más sanciones, no lo es?”, añaden. Desde Más Madrid apuntan a las empresas contratistas, que creen que “están incumpliendo la recogida y los baldeos de las calles”.

La plataforma de vecinos se ha reunido en varias ocasiones con los concejales responsables. Se vieron en septiembre de 2023 con José Antonio Martínez Páramo, concejal de Limpieza y Zonas Verdes de Madrid. A finales de año se reunieron además con Sonia Cea. Según indican desde el equipo de gobierno, se adoptaron de manera conjunta determinadas medidas para atajar este problema, como campañas de comunicación, colocación de carteles, visita a establecimientos o aumentar la presencia policial en los puntos negros señalados.

“Me contestaron amablemente con todos los servicios que estaban prestando en Usera”, cuenta Carmen, sobre una de esas reuniones. Tras el encuentro, sí vieron ciertos cambios en los días siguientes, pero después, según su relato, la situación volvió al mismo punto que antes. “No me pueden obligar a vivir entre mierda porque eso mina la autoestima de la gente”, lamenta Carmen, que pide que se asuman responsabilidades para atajar el problema. “Nos gustaría insistir en que no queremos que limpien más ni que haya un camión todo el día recogiendo bolsas de basura. Queremos que se pongan en serio a aplicar las ordenanzas”, agrega Alba.

Ambas piden más vigilancia para que se hagan cumplir las normas e indican que “más dinero no significa más limpieza”, ya que consideran fundamental no solo mayores inspecciones en la zona, sino también “educación” a la ciudadanía para que se respete la normativa.

Desde el Ayuntamiento remiten otro problema: la “dificultosa labor que realizan los servicios de limpieza” en la zona. Aseguran que los inspectores son “increpados y amenazados”, algo que no convence a las vecinas. Para solucionar estos problemas piden que los inspectores vayan acompañados y se preguntan por qué el consistorio no habla de los vecinos cívicos. “Somos la mayoría”, añaden las vecinas consultadas. “Me indigna mucho porque es muy fácil decir que somos unos incívicos. No, somos educados, respetuosos, nos responsabilizamos de nuestros residuos, aunque haya algunos que no lo hagan”, apunta Carmen.

El problema de la suciedad y la acumulación de basura en las calles de la capital viene de largo y se disparó especialmente en los últimos años, a pesar de los nuevos contratos de limpieza de 2022. Los lunes se han convertido en uno de los días más problemáticos en diferentes zonas de Madrid debido a que la recogida de los cubos de basura de tapa naranja (residuos no reciclables) dejó de darse los domingos y festivos a principios de 2023. Esto es algo que muchos vecinos no saben, pero favorece la acumulación de bolsas de basuras y desperdicios en la ciudad.