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Lo que la IA puede hacer por el automóvil

La tecnología está cambiando la forma no solo de fabricar y conducir los coches, sino también de entender la movilidad.

Motor

La inteligencia artificial (IA) está transformando el sector del automóvil, como tantos otros, a una velocidad sin precedentes. En tiempo récord se ha convertido en un actor de cambio innegable tanto en todos los procesos productivos de la industria como en la experiencia de usuario y la metamorfosis de los propios vehículos.

Según leemos en un artículo reciente del boletín de Sernauto, la Asociación Española de Proveedores de Automoción, nuestro país -segundo mayor productor europeo y octavo a nivel mundial- tiene una oportunidad única para liderar esta revolución tecnológica desde el ámbito de los componentes, que representan más del 75% del valor de los vehículos fabricados en Españas.

La IA está redefiniendo, en primer lugar, la producción a través de tecnologías como el análisis de datos en tiempo real. Estas herramientas no solo reducen los tiempos y los errores, sino que permiten además una optimización de los recursos. Las fábricas inteligentes son capaces de prever fallos en la maquinaria, adaptar la producción a la demanda y minimizar el desperdicio, “haciendo que la sostenibilidad deje de ser un ideal para convertirse en una realidad”, afirma el texto de la Asociación.

Se está adoptando en este campo lo que se conoce como automatización colaborativa, donde máquinas y personas trabajan en perfecta sincronía. Los robots se encargan de las tareas más repetitivas y de precisión, mientras que los humanos se centran en decisiones estratégicas y creativas. “Este enfoque mejora la calidad de los productos y minimiza los tiempos de producción”.

La inteligencia artificial es también el cerebro que hace posible operar a los coches autónomos, que pueden gracias a ella analizar en tiempo real millones de datos procedentes de cámaras, sensores y radares. Esta capacidad les permite adaptarse al entorno, prever situaciones de riesgo y tomar decisiones en milisegundos, sin duda con mayor rapidez que cualquier humano. El objetivo último de dicha tecnología es una conducción más segura que promete reducir significativamente los accidentes de tráfico.

La IA no solo transforma los vehículos, sino también el entorno donde operan. Las infraestructuras inteligentes, equipadas con sensores y conectadas facilitan la movilidad urbana, reducen los atascos y optimizan el consumo energético.

Aunque actualmente la tecnología se encuentra ya en niveles avanzados de desarrollo, queda mucho trabajo por hacer en Europa, que se enfrenta según Sernauto a desafíos significativos, entre ellos:

-La toma de decisiones en tiempo real está muy avanzada, pero el sentido común y la adaptabilidad de que hacen gala los conductores humanos de forma natural aún representa un desafío para la IA.

-Otro aspecto clave está relacionado con la ética. Hay que trabajar de forma transparente como sociedad en los valores que subyacen a las decisiones que pueda adoptar la inteligencia artificial, además de lo relacionado con la privacidad y la seguridad de los datos a fin de salvaguardar y proteger la información personal en todo momento.

-La puesta en marcha de la IA requiere, por tanto, un marco legal claro y una aceptación por parte de los consumidores.

-La ciberseguridad desempeña un papel primordial tanto en los coches autónomos como en los conectados. La conectividad de los vehículos los hace vulnerables a ataques cibernéticos, por lo que el sector tiene que estar preparado ante estos ataques en todos los procesos de fabricación, desde la cadena de suministro hasta el coche autónomo.

La personalización es una de las grandes promesas de la inteligencia artificial. Desde la fabricación hasta la interacción con el usuario, la IA posibilita diseñar vehículos adaptados a las preferencias individuales, optimizando cada detalle, desde el diseño del interior hasta las funciones digitales, mejorando la experiencia del cliente y generando comodidad.

Además, los concesionarios están evolucionando hacia centros de experiencia digital, donde los clientes pueden configurar su vehículo en tiempo real, recibir asistencia personalizada e incluso probarlo virtualmente antes de adquirirlo.

Oportunidades para el sector en España

La transformación digital es de máxima prioridad en el sector del automóvil. Sernauto indica que se necesita aplicar “más inteligencia en producción y producto, y en eso las tecnologías de IA tienen mucho que aportar”. Sin embargo, precisa, esta transformación de la industria requiere profesionales capacitados para garantizar que España mantenga su posición de liderazgo en el sector. “Es imprescindible invertir en formación de nuestros trabajadores y atraer talento joven si queremos seguir siendo referentes a nivel europeo, ya que actualmente la presencia de estos perfiles es escasa”, leemos en el texto.

Por otra parte, la implementación de la IA no debe enfocarse únicamente en “maximizar la rentabilidad”, sino que tiene también que prestar especial atención a crear valor para todos los actores involucrados: trabajadores, consumidores, inversores y el medio ambiente.

En conclusión, “la inteligencia artificial está redefiniendo el presente y el futuro del sector del automóvil, desde los procesos de producción hasta la movilidad urbana. España tiene una oportunidad única para liderar esta transformación, siempre que sepa afrontar los desafíos de la digitalización y la formación de talento especializado”, señala la Asociación de Española de Proveedores de Automoción.

“Estamos ante una revolución que no solo cambiará cómo se fabrican y conducen los vehículos, sino también cómo entendemos la movilidad y la innovación en la industria del automóvil. La clave está en equilibrar tecnología y humanidad para garantizar el mejor producto posible”.

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