La Comunidad Autónoma de la Región de Murcia celebra su día el 9 de junio y ante este evento me preguntó qué Región queremos construir y cómo la queremos construir. Aunque hago referencia a Murcia, valdría esta reflexión para cualquier otra comunidad.
Voy a plantear esta cuestión desde la dicotomía, desde que hay dos caminos y tenemos que elegir uno inexorablemente: no podemos elegir los dos a la misma vez, ni siquiera hacer una síntesis o coger aspectos de un camino u otro. Estamos en un momento crucial y tenemos que optar y asumir las consecuencias derivadas de esa opción. Comenzamos:
¿Queremos una Región donde esté garantizado el derecho a la vivienda, al hogar, donde las familias tengan garantías sociales y legales para estar protegidas y tener una alternativa habitacional? ¿o queremos una Región donde se sigan produciendo desahucios, donde las familias con sus hijos e hijas sean expulsadas de sus viviendas por los fondos buitres en complicidad con las entidades bancarias y pasen a esas listas de morosidad que los expulsa de la sociedad? En este aspecto, hay que destacar que, según el Consejo General del Poder Judicial, nuestra Región es una de las comunidades autónomas donde más desahucios se producen.
¿Queremos una Región donde los trabajadores y las trabajadoras no puedan vivir de su trabajo, donde no puedan llegar a final de mes y no puedan dar un futuro digno a sus hijos e hijas? ¿o queremos una Región donde los empresarios y empresarias puedan vivir de su actividad económica y la clase obrera pueda vivir de su trabajo, un trabajo digno, inclusivo y que contribuya al bienestar de la sociedad y a la defensa de la naturaleza?
¿Queremos una Región donde esté garantizado el derecho a la educación pública y de calidad en todos los niveles y cada uno pueda encontrar trabajo según sus estudios? ¿o queremos una Región donde miles de alumnos y alumnos no puedan acceder a la educación, sobre todo a la universitaria, y tengan que abandonar los estudios porque sus padres y madres no tengan recursos económicos suficientes? Hay muchos jóvenes que, una vez terminado sus estudios, tienen que emigrar de nuestro país porque no encuentran ni oportunidades ni condiciones laborales dignas.
¿Queremos una Región donde la sanidad pública tenga cubierta toda la atención sanitaria desde la calidad, la atención en tiempo razonable y una atención sanitaria empapada de humanidad? ¿o queremos una Región donde se deteriore la sanidad pública -aumentando las listas de espera- donde siga habiendo personal sanitario insuficiente y precario, provocando que las personas que tengan medios económicos busquen seguros privados? Hay Médicos Internos Residentes (MIR) a los que se les ofrece contratos de 15 días. Hay enfermos que tardan meses en conseguir la primera cita en las especialidades.
¿Queremos una Región donde cientos de personas mayores mueran esperando la Ley de Dependencia o no hayan plazas suficientes en residencias públicas y las privadas tengan cuotas inalcanzables y no dispongan de los cuidados necesarios? ¿o queremos una Región donde las personas mayores tengan cubiertas sus necesidades básicas, tanto físicas, emocionales y sociales?
¿Queremos una Región donde se trabaje para que las desigualdades sociales sean cada vez memores; para que cada persona y cada familia tengan garantías del apoyo de las administraciones públicas en los momentos difíciles y puedan erradicar la pobreza? ¿o queremos una Región donde la pobreza y la desigualdad vaya aumentando, con lo cual el sufrimiento humano va aumentado sin ninguna perspectiva de solución ni siquiera encauzar los caminos adecuados y necesarios para ello? Según el informe FOESSA de Cáritas son miles de personas y familias que sufren las consecuencias de la pobreza y la vulnerabilidad. Tenemos un 25% de desnutrición infantil.
¿Queremos una Región que fomente la cultura como un criterio de desarrollo social y ético? ¿o queremos una región donde la cultura sea algo marginal y excluido? Muchos proyectos sociales se han cerrado por falta de apoyo institucional durante la pandemia.
¿Queremos una Región que defienda y proteja los entornos naturales, articulando medidas ecológicas y acoplando las diversas actividades económicas y sociales en función del bien común? ¿o una Región que se autodestruya por la avaricia y la codicia, por la sinrazón de unos pocos? El proceso de desertificación se ha acelerado.
¿Queremos una Región donde exista una población enfurecida, que desde unos mal llamados rasgos identitarios, siente que tiene la obligación de odiar, de despreciar, de enfrentarse a personas y colectivos que consideran enemigos y que quiere humillar y someter? ¿o queremos una Región que sepa amar, respetar la diversidad, que sepa empatizar con personas que viven situaciones de violencia y hambre y que vienen de otros lugares, que sepa construir sociedad desde el encuentro, la acogida, la ternura y la fraternidad? Hay un dato triste y preocupante: los delitos de odio han aumentado.
Que cada persona elija sus opciones y vuelvo a insistir que cada camino lleva a un sitio diferente. Reconozco que construir humanidad, dignidad y derechos humanos es más difícil porque exige coherencia, exige que nosotras y nosotros tengamos que vivir cada día, en nuestros ámbitos personales, familiares y entornos, el cambio que estamos proponiendo. Si reproducimos luchas de poder, ambición, afán de protagonismos, estrategias de control…estaremos defraudando y desanimando a seguir este camino. Las ideas son fundamentales, pero, nuestros comportamientos, actitudes y valores deben ser reflejo de esos ideales y ahí radica la credibilidad; sin olvidar que hay que mantenerse de pie y no perder la esperanza en los reveses de la Historia. Habrá momentos complicados por la euforia del odio; habrá que luchar con rebeldía sin entrar en su juego perverso para que lo humano triunfe.
Quiero recordar que la Plataforma Unitaria Marchas de la Dignidad y Plan de Choque Social convoca este 9 de junio una manifestación con el lema 'Otra Región es Posible' con el objetivo que las personas sean el centro de las políticas, la cohesión social, el respeto al entorno natural y la profundización en la democracia
Lo dicho: ¿qué Región de Murcia queremos construir? Tú elijes y espero de todo corazón que el futuro sea construido desde los sueños que nacen del amor, la libertad y la justicia; no del odio, la avaricia y el sometimiento.
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