No es normal lo que es anormal
Por mucho que Fernando López Miras intente vender a los cuatro vientos normalidad, lo ocurrido en las últimas semanas tiene un profundo tufo de anormalidad. Por mucha pasta que ponga para transmitir que todo funciona con normalidad, no puede transformar en normal lo que por naturaleza es anormal.
¿Es normal un gobierno regional plagado de tránsfugas? Así han considerado todos los partidos, con la excepción del PP, a las consejeras y consejeros expulsados de Ciudadanos. Como tampoco es normal un gobierno que incorpora, por primera vez en España, a la ultraderecha para administrar las competencias autonómicas en materia de educación y cultura.
El transfuguismo es una adulteración de nuestra democracia, de la representación política de la ciudadanía. Es un modo de corrupción política, de corromper el funcionamiento de las instituciones, el voto de la ciudadanía.
¿Qué es corrupción? Corrupción es la acción y efecto de corromper, es decir, es el proceso de quebrar deliberadamente el orden del sistema, tanto ética como funcionalmente, para beneficio personal. Exactamente lo que ha pasado con las diputadas y el diputado electo por la candidatura de Ciudadanos a los que Fernando López Miras ha hecho consejeras y consejero, esta es la parte conocida del acuerdo, a cambio de tumbar la moción de censura que presentó el partido por el que fueron elegidos y desdecirse de lo que habían firmado 48 horas antes. Decía mi padre, un hombre muy humilde pero sabio, que sabré si una persona es buena porque cumple sus compromisos. Si sigo este consejo tengo que concluir que Franco, Miguélez y Álvarez, ni tan siquiera son buenas personas.
¿Es normal que estas diputadas y diputados, incluido el cuarto consejero tránsfuga, ostenten las competencias en materia de transparencia, cuando la antítesis de la transparenciaes la corrupción política? ¿Con qué autoridad van a exigir y defender la transparencia en nuestra región, cuando ellas y ellos han apostado por la corrupción política, alterando la voluntad de los miles de vecinos y vecinas que les votaron?
¿Es normal un gobierno regional ilegítimo? Soy consciente de la gravedad de lo que digo, deslegitimar a un gobierno en democracia es una acusación mayor. Pero, precisamente por mis convicciones democráticas, no considero legítimo a un gobierno integrado por diputadas y diputados que traicionan a la ciudadanía para conseguir cargos de consejeras y consejeros.
No, no, presidente, el suyo, el Gobierno regional, no se puede instalar en la normalidad democrática, sería un error permitirlo, porque es un gobierno ilegítimo y corrompido por la incorporación de tránsfugas, y porque es el primer gobierno regional con presencia de la ultraderecha.
Que nadie se engañe, lo que digo no es consecuencia de una rabieta. El PSOE, el partido en el que milito, lleva a sus espaldas 142 años de lucha en defensa de la democracia y el que escribe más de 50 años. No nos vamos a callar, no nos harán cómplices con nuestro silencio, no olvidamos lo pasado, noconsentiremos que se deteriore lo que tanto costo conseguir, no vamos a permitir que normalicen el mayor atentando contra la democracia en nuestra Región.
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