El retroceso de la ultraderecha en la Región coloca a López Miras cerca de la mayoría absoluta

Pese al crecimiento, la irrelevancia. Las conclusiones del barómetro de invierno del CEMOP de cara al mes de mayo dejan a Vox en una situación complicada. El Partido Popular se aproxima a la mayoría absoluta a falta de dos o tres escaños, a unos diez puntos de gobernar en solitario. El Partido Socialista pierde fuelle ante Unidas Podemos; Ciudadanos desaparece.

La encuesta se realizó a 820 personas la semana del 23 al 30 de enero, coincidiendo con el anuncio de los recortes en el trasvase Tajo-Segura del Consejo de Ministros, lo que ha podido influir en que la segunda principal preocupación de los murcianos sea el agua, justo detrás del desempleo. Las políticas ligadas a la agricultura parecen estar en el centro de la agenda pública y pueden dar pie a buscar el voto de los todavía indecisos, que conforman el 30'8 por ciento de los encuestados. De este fragmento del electorado, un 18'7 por ciento dudan entre Partido Popular y Partido Socialista, al tiempo que otro 12'6 por ciento de los indecisos lo hacen entre PP y Vox. Este es un dato interesante para entender cuáles van a ser los rivales a batir entre las tres principales fuerzas políticas.

La Región de Murcia, descontenta con la inclusión de diputados de Vox y Ciudadanos en el gobierno regional

Si bien la campaña electoral ha comenzado sus primeros pasos y todo está por decidir, el CEMOP arroja datos preocupantes para una futurible coalición de izquierdas, que llegaría a duras penas a reunir 18 escaños entre Unidas Podemos y el PSOE, insuficientes para poder lograr una reedición del gobierno autonómico, en manos de la derecha desde 1995.

En el otro margen del espectro, una coalición PP-Vox es cada vez menos plausible, más por indeseada que por su futilidad – la mayoría absoluta de los populares depende de un 20% de los indecisos -, ya que la integración de diputados de Ciudadanos y de Vox en el organigrama del gobierno regional no ha sentado del todo bien a los votantes de la derecha, donde no alcanza el 50 por ciento de la aprobación; muy relevante para entender los fuegos internos de cada partido para encarar la campaña.

Queda entonces un panorama en el que López Miras lucha por la supremacía, Vox por su influencia, y el PSOE por su supervivencia.