Familiares de las víctimas del incendio de las discotecas de Murcia piden justicia: “Murieron porque se incumplió la ley”
Reparación y justicia; identificar a los responsables y depurar responsabilidades. Han sido las principales demandas de las decenas de familiares de las 13 víctimas mortales del incendio de las discotecas Teatre y Fonda Milagros que perdieron la vida hace ahora un año, y que se han concentrado este lunes a las puertas del Ayuntamiento de Murcia, a quien consideran también “culpable por negligencia” de la muerte de sus familiares. Ambos locales llevaban casi dos años abriendo sus puertas sin licencia y con una orden de cierre sin ejecutar.
Todas las víctimas eran de nacionalidad colombiana, ecuatoriana y nicaragüense. Y todas se encontraban en el segundo piso de Fonda Milagros; aunque el fuego se originó en el local contiguo, Teatre, en el que se celebraba la fiesta 'We are remember'. Las llamas, provocadas por una máquina de fuego frío contratada para la ocasión, no pudieron controlarse hasta pasadas dos horas y media desde que arrancó el operativo.
Dos días después del suceso, aun con la capital de luto, el juzgado de instrucción número 3 de Murcia asumió las diligencias abiertas por 13 delitos de homicidio imprudente. 24 horas antes se había hecho público que ninguna de las discotecas tenía licencia municipal, y que se había ordenado su cierre en 2022.
“En todo este año no hemos obtenido ninguna respuesta, no se ha determinado quienes fueron los culpables de la muerte de nuestros familiares”, se ha quejado ante los micrófonos de los periodistas Kelly Dayana Gómez Acosta, hermana de Kevin, que esa noche había viajado de Caravaca de la Cruz por primera vez a la Fonda Milagros, uno de los locales de ocio nocturno favorito de los latinos en Murcia.
“Si algo queda de justicia en España, espero que se depuren responsabilidades”, ha continuado Kelly, quien ha señalado -como el resto de los presentes- a los funcionarios del Ayuntamiento como parte de los culpables de lo que pasó aquella madrugada: “¿Por qué después del incendio se cerraron otras siete discotecas?”, se ha preguntado a modo de reflexión.
Kelly Dayana se ha lamentado también del poco apoyo que han recibido por parte de las instituciones. El Ayuntamiento de Murcia, recuerda, se hizo cargo de su billete de avión de Colombia a Murcia para hacerse cargo de los papeleos tras la muerte de su hermano; pero poco más. “Me ofreció ayuda psicológica para mi madre -que vive en Colombia- para hacerle una llamada telefónica cada seis meses, como si quien hubiera muerto en mi casa hubiera sido el perro o el gato”.
“Más tristes que nunca”
Jairo Correa, padre de Leidy Paola -pareja de Kevin y también fallecida en Fonda Milagros- ha reiterado la petición de todos los familiares: justicia. “Estamos más tristes que nunca, perdimos a 13 seres queridos, pero hasta el momento nadie parece responsable, como si las discotecas se hubieran incendiado mágicamente”.
El Ayuntamiento -“por omisión”- es para Jairo “el máximo responsable”. Y si las discotecas hubieran estado cerradas, “no habría perdido a mi hija; tanto los propietarios como los funcionarios competentes del Ayuntamiento tienen responsabilidades”. Aunque se lamenta también de que el propietario de la Fonda que “es de mi propia ciudad, no se ha dirigido a mí para pedirme perdón, una disculpa, nada”.
“La normativa actual está bien, pero nada ganamos con tener las normas y que no se cumpla ninguna; a las discotecas se les habían revocado las licencias de funcionamiento y perdimos a nuestros familiares porque se incumplieron las leyes”, se ha lamentado Jairo, quien tiene previsto asistir este martes a un acto del Ayuntamiento de Murcia para descubrir una placa conmemorativa en los alrededores de las discotecas.
“No, no tengo pensado asistir a ese acto, sería como darles algún tipo de razón, contentarles, y no estoy dispuesta”, dice enojada Dubi Reyes, madre de otra de las víctimas, su hijo Yossi Rivero, que dejó una niña huérfana en Colombia, su país, y que se abrazaba entre lágrimas este lunes con otros familiares de los fallecidos mientras sostenía una pancarta con fotografías de su hijo y su nieta.
Tampoco tiene pensado participar Ferney Lozano, esposo de Olga Lucrecia Nieto, la camarera de Fonda Milagros que perdió la vida esa madrugada: “Una placa no nos revive a unas personas que hemos perdido, mi hija ha perdido a su madre, mi suegra a una hija, y yo a una esposa; tiene que hacerse justicia, saber quiénes fueron los responsables, solo pido que se cumpla la ley”.
Valeria, superviviente: “Ese día no se olvida”
En medio de las lágrimas y visiblemente nerviosa y emocionada, Valeria Ceballos también ha querido acompañar en su concentración a los familiares de los fallecidos. Valeria fue la última persona que consiguió salir con vida de la discoteca Fonda Milagros. “Estábamos asfixiadas mi amiga y yo, salíamos cogidas de la mano, y nos salvamos porque otra chica nos escuchó pidiendo auxilio y tuvo la valentía de volver atrás y venir a por nosotras, si no no habríamos conseguido salir con vida”.
Valeria recuerda aquellos momentos, “en medio de la oscuridad, sin ninguna iluminación de emergencias, ninguna alarma, nada; solo la luz de nuestro móvil, con la que no conseguíamos ver nada; en medio de toda aquella situación se reventó una pared y nos desorientamos totalmente”.
Valeria y las supervivientes de aquella madrugada piden justicia junto a los familiares y más apoyo por parte de las autoridades: “Imagínate, siete meses tardé en recibir ayuda del psiquiatra de la Seguridad Social y en poder medicarme para poder dormir; fue muy duro, y si he salido adelante ha sido porque mis hijos, porque tengo que seguir levantándome por ellos, pero revivirlo es muy fuerte para nosotros y los familiares”.
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