La importancia de recordar
Hecho: el juzgado de Instrucción número 19 de Madrid ha llamado a declarar en calidad de imputado al novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Alberto González Amador, el próximo día 7 de febrero en la causa abierta contra él por la presunta comisión de dos delitos fiscales y uno de falsificación de documentos.
Hecho: el abogado de González Amador remitió el 2 febrero de 2024 al fiscal un documento en el que proponía alcanzar una conformidad tras reconocer dos delitos fiscales a cambio de saldar el asunto con el pago de 525.000 euros y una condena de ocho meses de cárcel. En el escrito acepta de forma “íntegra” la defraudación a Hacienda y sugería una condena reducida que no implique el ingreso en la cárcel.
Hecho: en castellano a alguien que admite haber cometido fraude se le llama “defraudador confeso”.
Hecho: el novio de Ayuso ha emprendido acciones legales contra varios ministros, periodistas y politólogos por referirse a él como “defraudador confeso”.
Hecho: el fiscal del caso entiende que no se pueden retrasar más las comparecencias del comisionista porque se agotará pronto el plazo de instrucción de doce meses y aún no se ha escuchado el testimonio de los encausados.
Hecho: la jueza suspendió el pasado mes de noviembre la declaración del novio de la presidenta de Madrid hasta que la Audiencia Provincial resuelva un recurso interpuesto por su abogado contra la apertura de una pieza separada por la supuesta comisión de otros dos posibles delitos, corrupción en los negocios y administración desleal al usar una empresa para ocultar los ingresos procedentes del grupo Quirón.
Hecho: La Fiscalía aprecia indicios del pago encubierto de una “comisión” de medio millón de euros por parte de González Amador a la esposa del presidente de Quirón Prevención, sociedad del gigante de la sanidad privada que recibe cientos de millones de contratos públicos de la Comunidad de Madrid cada año. El fiscal incluye en su escrito el término “soborno”.
Hecho: en matemáticas, tres más dos son cinco, por lo que en castellano se puede decir que al novio de Ayuso se le atribuyen hasta cinco delitos, si bien se desconoce si en la factoría MAR esto es correcto o forma parte de la operación de Estado contra su jefa.
Hecho: el magistrado Ángel Hurtado, instructor del Tribunal Supremo, ha citado a declarar como imputado el próximo 29 de enero al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por la denuncia de Alberto González Amador, por un supuesto delito de revelación de secretos por la filtración de un correo electrónico del abogado de la pareja de la dirigente popular.
Hecho: el correo en cuestión desmentía un bulo difundido por el equipo de la política madrileña en el que se sostenía que la fiscalía había ofrecido en primera instancia un pacto a la pareja de Ayuso para cerrar el caso y que, después, lo había retirado “por órdenes de arriba” cuando la verdad es que había sido la defensa de Amador quien planteó por escrito el acuerdo para evitar la cárcel
Hecho: Miguel Ángel Rodríguez reconoció en un programa de televisión haberse inventado que el fiscal hubiera recibido “órdenes de arriba” e insinuó que el letrado de su jefa ofreció el acuerdo sin conocimiento de su defendido. Algo que desmiente una segunda oferta de conformidad de un segundo abogado contratado, con posterioridad, por González Amador.
Hecho: entre el 13 de marzo de 2024, cuando elDiario.es publicó la primera exclusiva sobre la comisión de dos millones de euros que cobró Amador por la venta de mascarillas en pandemia, y este mismo enero son más las piezas periodísticas publicadas sobre la imputación del Fiscal General del Estado que sobre la comisión de los presuntos delitos del novio de Ayuso.
Y más allá de los hechos, está la interpretación de los mismos y la importancia de la memoria, que para la política y el periodismo es mucho más que la facultad de retener y recordar. Porque la capacidad de invocar y evocar es la clave de toda historia. Porque no hay relato que pueda cimentarse a base de omisiones ni construcciones que resulten creíbles a base de manipulaciones interesadas o amnesias parciales. Y porque en estos tiempos incomoda todo ademán de poner contexto, repasar los hechos o aportar datos.
Hemos llegado a un punto en el que molesta el recuerdo y perturba la explicación del cómo y el porqué para que el ciudadano tenga toda la información. De ahí el embrollo deliberado creado por la factoría MAR, la difusión de informaciones parciales y la obsesión por desacreditar -cuando no insultar o amenazar- a quienes recuerden una y otra vez dónde estamos y por qué.
Háganse solo las siguientes preguntas: ¿Quién se forró con el cobro de comisiones por la venta de mascarillas? El novio de Ayuso. ¿Quién defraudó (presuntamente) a Hacienda? El novio de Ayuso. ¿Quién difundió una información falsa sobre la actuación de la Fiscalía? MAR ¿Quién emitió un comunicado para trasladar a la opinión pública los hechos, tal y como eran y no como los estaba contando el equipo de Ayuso, y defender la actuación del Ministerio Público? La Fiscalía.
No hay más preguntas, señoría.
Y luego está lo de los datos particulares de Amador, que su defensa podrá explicar -o no- a cuantas personas, además de a MAR, remitió el mail en el que aparecían porque los periodistas que han declarado ante el Supremo ya han dicho que los tenían en un caso horas y en otro, días antes de que la Fiscalía difundiera el comunicado para aclarar los hechos aunque el juez no ha tenido a bien tenerlas en consideración.
Pues nada, sigamos con el Fiscal General, que el “honorable” y “brillante” (sic) novio de la presidenta de la Comunidad es, al parecer, un ciudadano ejemplar perseguido por un Gobierno antidemocrático (sic) que ha orquestado una operación de Estado para destruir a Ayuso (sic). Y todavía hay quienes compran la mercancía con gran entusiasmo y gran alarde tipográfico.
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