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Abascal pide la intervención del Ejército un día después de que Casado rompiese el consenso en el estado de alarma

Santiago Abascal, en la foto subida la web del partido

Carmen Moraga

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El líder del Partido Popular, Pablo Casado, y el de Vox, Santiago Abascal, han llevado su pugna de los últimos meses por el electorado de derechas a la labor de oposición contra el Gobierno ante la gestión del coronavirus. En medio de una epidemia sanitaria que ha provocado la muerte a 8.189 personas, ambos dirigentes se han embarcado en una nueva competición por ver cuál de los dos endurece más el mensaje contra un Ejecutivo que según ambos dirigentes está dirigido realmente por “comunistas bolivarianos”, término con el que se refieren a los ministros de Unidas Podemos.

El lunes Casado inició la tercera semana de confinamiento anunciando que rompía el consenso que había prevalecido hasta ese momento con el Gobierno. Explicó que no iba a apoyar los decretos con las nuevas medidas para luchar contra el COVID-19 si no se modificaban algunos de sus aspectos. El líder del PP acusó además al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de “ineficacia”, “deslealtad” o de estar “ocultando datos” tanto a la oposición como a todos los españoles sobre la grave crisis sanitaria.

Abascal, por su parte, comparecía este martes en rueda de prensa junto a la plana mayor de Vox para exigir la dimisión de Sánchez y de su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Pedía, además, la formación de un “Gobierno de emergencia nacional” presidido por “expertos” que “puedan hacer frente a las crisis sanitaria, económica y política” que atraviesa España.

La petición más extrema del líder de Vox era la de la intervención del Ejército. Vox pide, en concreto, “implicar a las Fuerzas Armadas en la logística, recursos humanos y comunicación de la red sanitaria y de residencias de ancianos, así como todas las actividades esenciales del Estado y de la industria que lo requieran”. El líder de la formación de extrema derecha anunciaba asimismo que llevará a los tribunales al máximo dirigente del PSOE y a su equipo por “negligencia criminal”.

Las quejas de Casado y Abascal contra el Gobierno comenzaron en realidad al inicio de la crisis, aunque después los dos votaron a favor de los decretos sobre el estado de alarma aprobados por el Ejecutivo cuando estos tuvieron que ser refrendados por el Congreso. “Nos vemos obligados a hacerlo”, se justificó entonces Abascal.

Las principales críticas al Ejecutivo de las dos formaciones de derechas tienen que ver con el hecho de que el Gobierno “alentara” la manifestación del 8M, a la que asistieron también representantes del PP. Ambas fuerzas también han cargado contra la “negligencia” y la supuesta tardanza del Ejecutivo en pedir material sanitario a otros países ante el desbordamiento de los hospitales o por haberse dejado “engañar” comprando material defectuoso a China.

Los principales dirigentes Vox no ahorran en descalificaciones contra el presidente, los ministros y el resto de los gestores públicos de la crisis sanitaria. Les han llamado “irresponsables”, “psicópatas”, “mezquinos”, “criminales” o “incapaces”. Aunque con menos insultos, también fue muy duro el discurso de este lunes de Casado cuando se plantó ante el Ejecutivo progresista y se desmarcó del consenso. “El Gobierno no está siendo leal con la oposición. La información que estoy recibiendo no es cierta”, sentenció en una nueva comparecencia telemática.

“No se nos puede dar información falsa. No podemos remar en la misma dirección si no se nos dice la verdad”, insistió el líder del PP, en alusión a las conversaciones que ha mantenido con el jefe del Ejecutivo en los últimos días pero sin quererlas desvelar.

A diferencia de los decretos de alarma convalidados en los últimos plenos, el PP no apoyará esta vez el endurecimiento del confinamiento aprobado por el Consejo de Ministros el domingo, que incluye garantizar el permiso retribuido y recuperable para los trabajadores que tengan que quedarse en casa. “No vamos a apoyar estos reales decretos si no se modifican”, afirmó.

Los medios solo destacan noticias “positivas”

Otra línea argumental de Casado muy similar a la de Abascal ha sido insistir en que la mayoría de los medios de comunicación están al servicio del Gobierno, “enmascarando la verdad” y destacando solo las noticias “positivas” para favorecerle. Abascal opina igual y así lo dejó dicho en su cuenta de Twitter.

Esa animadversión contra la prensa ya la dejó clara el líder de la formación ultraderechista en el discurso que pronunció durante la clausura de la Asamblea Nacional de Vox en Vistalegre. En él se refirió a “los medios de manipulación”, acusando a varios de ellos de impulsar “la campaña de demonización más abyecta de la democracia” contra su partido. Este martes también se quejaba de que “censuran” a Vox, un partido que tiene en su lista negra a numerosos periodistas a los que impide entrar a sus actos y preguntar en sus ruedas de prensa.

Los dos líderes de la derecha también han advertido al Gobierno de que cuando acabe la crisis exigirán una “rendición de cuentas” por su “nefasta gestión”: “Las responsabilidades llegarán”, reiteró Casado el lunes en su comparecencia.

Más contundente se mostraba este martes Abascal. El líder de Vox adelantaba que llevará al presidente del Gobierno y al vicepresidente segundo ante la Justicia: “Que Sánchez e Iglesias se vayan a su casa, con sus abogados, y se preparen para defenderse ante los tribunales”. La formación de extrema derecha propone que ese Gobierno de emergencia nacional esté formado por “expertos y técnicos” e integrado por políticos de los tres partidos mayoritarios, PSOE, PP y su propia formación, ya que “contaría con el apoyo de 260 diputados, el 74% del Congreso”, según señalaba el líder de Vox en su comparecencia.

Poco después la cuenta de Twitter del grupo europeo de la formación ultraderechista replicaba al portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, que había tildado sus intenciones de “golpe de estado” encubierto.

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