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Opinión - ¡Nos comerán! Por Esther Palomera

Arturo Fernández: “Yo no encarno la trama. No me meto en política e intento tener muchos amigos”

La comisión de investigación de la Asamblea de Madrid sobre corrupción política en la región recibía este viernes al expresidente de la CEIM, la patronal madrileña, Arturo Fernández. Estaba previsto que el empresario hablara del supuesto fraude en cursos de formación subvencionados, el caso Aneri. Pero los acontecimientos de esta semana, con la detención del expresidente de la Comunidad Ignacio González en el marco de la Operación Lezo, han dominado las dos horas largas de comparecencia de Fernández.

El exjefe de los empresarios madrileños ha defendido a la entrada su relación con González y con su predecesora en el cargo, Esperanza Aguirre. Ha asegurado ser “amigo” de ambos y ha defendido a la hoy concejala del PP en el Ayuntamiento de Madrid: “No sé si Aguirre debe dimitir, pero ha sido una gran presidenta”.

Ya en su comparecencia ha mantenido el tono distendido que es habitual en él. Y ni siquiera ha torcido el gesto en su enfrentamiento más duro, con la portavoz de Podemos María Espinosa. La diputada ha acusado a Fernández de estar “en el centro de la trama” de corrupción en la región, motivo por el que Podemos lo ha incluido como uno de los rostros destacados en el tramabús.

“Yo no soy eso que dice usted, yo no encarno la trama de los negocios que hay en Madrid, sucios o blancos. Yo soy una persona muy abierta, hablo con todo el mundo, no me meto en política e intento tener muchos amigos. Eso que dice usted es muy duro, que diga que yo soy el cabecilla de todo el follón que hay... Se ha pasado usted un poquito”, le ha respondido.

Fernández ha llegado a bromear sobre su, ha dicho, buena relación con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y su condición de miembro de esa trama: “Yo era casta, pero ahora soy trama”.

El empresario no solo ha dicho ser amigo de Iglesias, Aguirre o González, sino que ha defendido que tejer esas relaciones era una de sus obligaciones. “Los empresarios, los político y la sociedad en general tienen que ayudarse”, ha apuntado. Para añadir: “Legalmente”. Sobre sus afinidades políticas, ha asegurado no ser “del PSOE, del PP, de Podemos ni de Ciudadanos. Yo soy apolítico”.

Fernández ha defendido que sus relaciones han sido principalmente con el PP porque era el partido que gobernaba Madrid. “Si hubiera estado el PSOE...”, ha dicho. “He sido muy afín a UGT”, ha asegurado en otro momento. Y ha recordado que su empresa, Grupo Cantoblanco, llevó la concesión del restaurante del Congreso durante 30 años.

Los diputados también le han preguntado por la donación de 60.000 euros que hizo a Fundescam, la fundación del PP de Madrid que supuestamente financió de forma irregular las campañas electorales de Aguirre. Fernández ha defendido que dicha donación, a través de una de sus fundaciones, “no tiene nada que ver con la concesión de la cafetería a la Asamblea” de Madrid.

Preguntado por la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, que integraba el patronato de Fundescam en la época investigada, ha tirado de la casualidad para explicarse: “Casualmente la señora Cifuentes estaba aquí porque lleva muchos años”.