Los periodistas parlamentarios alzan la voz tras años de amenazas, insultos y señalamientos y exigen al Congreso de los Diputados y al Senado la adopción de medidas urgentes contra el comportamiento de los agitadores ultras que gozan de una acreditación oficial de prensa. Decenas de trabajadores de medios de comunicación se han concentrado este miércoles en la escalerilla de los leones de la Cámara Baja para denunciar que “señalar no es periodismo”. Y varios portavoces de la Asociación de Periodistas Parlamentarios han dado lectura a un manifiesto.
“En los últimos tiempos, los periodistas que trabajamos en el Congreso sufrimos descalificaciones, insultos y señalamientos por parte de personas acreditadas que trabajan junto a nosotros y no respetan unas elementales normas de convivencia. Incluso nos amenazan con dar a conocer nuestros domicilios”, ha denunciado la APP.
En el comunicado, los periodistas parlamentarios han alertado de “la necesidad de que las Mesas del Congreso y el Senado adopten las medidas necesarias para evitar comportamientos inaceptables en el ejercicio del periodismo, sin que ello conlleve, en absoluto, limitar, restringir o menoscabar el derecho de los medios de comunicación de obtener y difundir información veraz para la ciudadanía”.
Los grupos parlamentarios negocian desde hace semanas una reforma del reglamento de la Cámara qu incluya un régimen sancionador ante actitudes que no se correspondan con el ejercicio de la actividad periodística y que incluso atentan directamente contra el mismo. A día de hoy, varios agitadores de pseudomedios digitales de ultraderecha están acreditados como periodistas en el Congreso y en el Senado.