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La petición de reincorporación de Alberto Rodríguez al Congreso complica (aún más) la sustitución de su escaño

Alberto Rodríguez continúa su batalla para recuperar el escaño que obtuvo en las elecciones generales de 2019. Han pasado más de dos meses desde que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, retiró el acta al exdiputado canario y su puesto sigue sin reemplazarse. Desde el pasado 22 de octubre, Unidas Podemos cuenta con un diputado menos en el grupo confederal y, según las fuentes consultadas en la delegación autonómica de la coalición, la sustituta –Patricia Mesa, número tres en la lista– continúa expectante ante el futuro del proceso emprendido por Rodríguez. 

El político canario continúa con su estrategia legal. Ha llevado su caso al Constitucional, después de solicitar la semana pasada por escrito a Batet su reincorporación al Congreso, al considerar que ya se había cumplido la inhabilitación de 45 días para ejercer el sufragio pasivo impuesta por el Tribunal Supremo. En esa sentencia los magistrados consideraron acreditado que Rodríguez agredió en 2014 a un policía durante una manifestación en La Laguna, Tenerife. Fue esa condena la que motivó la expulsión de la Cámara Baja del ya exdiputado.

El Congreso alega que debe correr la lista

A pesar de la petición de Rodríguez, la Presidencia del Congreso defiende que el cumplimiento de la pena impuesta al exdiputado “no implica la devolución del escaño” ya que “una vez retirado, corre la lista al siguiente”. La defensa del político canario asegura que “discrepa” de esta argumentación, como lo hicieron con la decisión inicial, y sostienen que este posicionamiento “vendría a ratificar la desproporción de su actuación”. 

Desde el PSOE también rechazaban que Rodríguez fuese a recuperar su escaño. El portavoz socialista en el Congreso, Héctor Gómez, pedía que fuese sustituido por la siguiente persona en la lista, a lo que el exdiputado de Podemos respondió con un hilo en Twitter con una serie de preguntas, también para el que hasta hace dos meses era su partido. “¿Qué opinan sus socios de Gobierno estatal y canario ante esto?, ¿quedarán impunes estas declaraciones demostrando un ataque sin disimulo a la separación de poderes y una maniobra política para eliminar un rival incómodo para sus intereses?”.

La expulsión del Congreso del exdiputado de Podemos, que en última instancia fue tomada por la Batet, tensionó las relaciones entre PSOE y Unidas Podemos, ya que la misma noche en la que se hizo pública, el grupo confederal anunció que se querellaría contra ella por prevaricación. Como adelantó elDiario.es, Yolanda Díaz, Alberto Garzón y los Comunes se enteraron de este plan cuando ya estaba anunciado y se desmarcaron de esta estrategia. Finalmente, la demanda nunca se llegó a presentar. La queja se reconvirtió en una petición de dimisión a la máxima autoridad de la Cámara Baja, impulsada únicamente por Podemos.

La relación entre Rodríguez y la dirección nacional de Podemos no es la misma desde que el político canario se marchó del Congreso. Contrasta el apoyo recibido por el exdiputado la noche del 22 de octubre, con tuits de gran parte de los altos cargos del partido –Belarra habló de “prevaricación” y Echenique de “vergüenza”– ; con el silencio que ha habido estos días en las redes de ministras y miembros de la dirección, cuando se ha conocido que Rodríguez solicitaba la reincorporación a la Cámara Baja y llevaba su caso al Constitucional.

En estos dos meses, Rodríguez se ha distanciado de la dirección nacional de Podemos. Ha vuelto a su trabajo como operador de planta química en una refinería en Canarias. Se dio de baja del partido días después de quedarse sin acta e hizo pública esta decisión sin avisar previamente a sus ya excompañeros de formación, como reconoció el portavoz nacional de la organización, Pablo Fernández, en una rueda de prensa. 

Rodríguez se dio de baja de Podemos

En su única intervención pública tras la decisión de Batet, continuó abriendo brecha. En el programa Salvados aseguró que tenía la sensación de que en Unidas Podemos “se podría haber hecho mucho más para evitar que 64.000 canarios y canarias perdieran su representación y su voz en el Congreso”. Y cargó contra las dinámicas de la formación de Belarra, subrayando que ha comprobado “los límites de una estructura partidaria estatal para defender los intereses” territoriales. “Yo creo que los asuntos que afectan aquí [en alusión a Canarias] se tienen que decidir aquí”, añadió el que fue secretario de Organización de Podemos entre junio de 2019 y mayo de 2021. 

En público, la dirección nacional de Podemos defiende que la condena impuesta a Rodríguez es “un atropello a sus derechos civiles” e insisten en que se pusieron “al servicio” del político canario, cuando Batet le expulsó del Congreso. “Él sabe que estamos aquí para lo que haga falta”, expuso Alejandra Jacinto, una de las nuevas caras del partido en la etapa iniciada por Belarra, en una reciente entrevista con elDiario.es

En privado, las palabras de su ex compañero de bancada en La Sexta se asumieron con “sorpresa”, reconocen fuentes del grupo parlamentario, que también argumentan que “no entienden” las quejas de un ex diputado que llegó a ocupar la Secretaría de Organización del partido. Además, estas mismas fuentes aclaran que en Podemos “nadie ha dicho una mala palabra sobre él”.

Etapa de duelo en Podemos Canarias

En Canarias, donde se tiene que decidir quién sustituye a Rodríguez, la expulsión de su representante ha generado una sensación de desamparo y de duelo. El exdiputado nacional, considerado un referente en la formación, siempre estuvo vinculado a los movimientos sociales que encarnan el espíritu por el que nació Podemos. 

Desde la formación también entienden que ese escaño debe cubrirse porque representa los votos de 64.000 personas. Aunque, en todo momento han tenido claro que la sustitución del representante obtenido por Tenerife era “una decisión complicada” porque Rodríguez podía llegar a recuperar su acta de diputado, señalan fuentes del partido en el ámbito regional. Sobre este asunto, defienden que “ojalá se hiciera justicia y se le restituyera”.

La noche del 31 de diciembre, Podemos Canarias mostró abiertamente su apoyo en las redes sociales: “No vamos a irnos de 2021 sin acordarnos de Alberto. A él le robaron el acta y a nuestra tierra 65000 votos”, destacó el partido en su cuenta oficial de Twitter. “Canarias no va a olvidar la cacicada. Canarias se respeta”, añadió. Esa misma noche, Podemos Andalucía también le brindó su apoyo a Rodríguez: “Exigimos la devolución de su acta”.

En el último Consejo Ciudadano Autonómico canario, celebrado el pasado 18 de diciembre de forma telemática, el partido trató este asunto. Sin embargo, dos meses después de su salida, todavía ninguno de los nombres que le sustituían en la candidatura han dado un paso al frente para recoger el acta. Oficialmente, la única que ha renunciado ha sido Fátima González Bello, número dos de la lista, miembro de Izquierda Unida, y que esgrimió motivos personales para tomar esta decisión. 

“La credencial de diputada está expedida a nombre de Patricia [Mesa], la que era tercera en la lista”, apuntan fuentes de la Junta Electoral Central. Por lo tanto, “depende de ella aceptarla o renunciar”, continúan exponiendo desde esta institución. Ante la petición cursada por Rodríguez para reincorporarse al Congreso, fuentes cercanas a Mesa entienden que “esperará a que se aclare si él podrá recuperar el acta”. 

Hasta ahora, según explican las mismas fuentes, la representante de Podemos estaba dándose un margen de tiempo para que se le notificara desde la JEC sobre su acta —un asunto en el que insisten en que no le ha llegado una comunicación como tal y que ese requerimiento fue enviado directamente al Congreso—. La candidata también estaba expectante a qué pasaría con Rodríguez, ya que él había anunciado que continuaría su batalla legal. En Podemos Canarias entienden además que el procedimiento es un tanto “etéreo” ya que no existe claridad sobre los tiempos ni llegan las comunicaciones a las integrantes de la lista.  

IU desconoce “los pasos” planeados por Rodríguez

Por su parte, desde Izquierda Unida Canaria (IUC), que forma parte de la candidatura conjunta con la que se presentó Podemos a las elecciones generales, aseguran que su formación no ha “seguido ninguna estrategia” y que desconocían “los pasos que daría Rodríguez”. “Desde IUC defendemos desde el principio que había que ocupar ese escaño porque, aunque él era el cabeza de lista y había sido injusto totalmente y desproporcionado lo que se le había hecho, si no se ocupaba el escaño estarían sin representar todas las personas que le votaron”, apunta Hiurma Castejón, coordinadora general de la organización en el archipiélago.

La dirección nacional de Podemos ha respetado la autonomía de Canarias para gestionar esta situación. Hace unas semanas la coordinadora general, Laura Fuentes, mantuvo una reunión con la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, sobre el futuro de la formación. En ese encuentro se volvió a respetar la autonomía del partido en las Islas para avanzar hacia “un frente amplio” de izquierda de cara a las próximas elecciones. 

En público, altos cargos del partido se han mostrado a favor de no apremiar a sus compañeros canarios para cubrir el escaño. La última que se manifestaba en esta línea era Lilith Vestrynge, secretaria de Organización de Podemos. En una entrevista en Infolibre defendía que la sustitución de Rodríguez “merece también cierto tiempo y no tomar decisiones o hacer presiones para resolverlo y pasar página”. 

En el grupo parlamentario, donde hay un diputado menos desde hace dos meses, las sensaciones son dispares. Algunas fuentes sostienen que “no entienden” que el escaño no se ocupe, aunque reseñan que todavía no han echado en falta ese voto “para sacar las cosas adelante”. Por su parte, en Izquierda Unida destacan que “ya” se “pronunciaron en su día” y valoraron que ese puesto “había que cubrirlo, lo antes posible”. Y los comunes defienden que este caso “ha hecho evidente la buena salud de la unión del grupo” confederal y muestran su “apoyo total” al político canario. 

Con la inhabilitación ya cumplida, Rodríguez continúa con la pugna por su escaño, alejado ya de la vida política. “Si me lo devuelven yo creo que estaría obligado a cogerlo, a volver”, avanzó en la entrevista que le concedió a Salvados. Para ello ya ha anunciado que pretende llegar hasta la última instancia y llevar su causa al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.