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El Congreso tumba las enmiendas de PP y Vox y avanza en la tramitación de la ley de amnistía

Aitor Riveiro

10 de enero de 2024 16:59 h

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“Es lo que hacen las democracias modernas cuando están en peligro”. Así ha defendido este miércoles la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, la enmienda a la totalidad de la ley de amnistía que, en realidad, implica introducir en el Código Penal un nuevo delito de “deslealtad institucional” que implicaría la disolución de partido que convoquen un referéndum “ilegal”. Es decir, la ilegalización de los partidos independentistas. Junto a la del PP también se ha debatido la enmienda de Vox. Ambas han sido tumbadas por la mayoría parlamentaria de la investidura.

El PP ha dado un paso más en su oposición a la ley de amnistía, que proseguirá su camino parlamentario tras la votación de este miércoles. Y ha asumido un año después la posibilidad de ilegalizar partidos de corte independentista, aunque desde la derecha se camufla en que el ordenamiento español ya recoge la suspensión o disolución de los partidos que incumplen la ley.

Así lo ha referido Gamarra en su discurso. La dirigente del PP ha sostenido que ya se “prevé la disolución de una persona jurídica si es responsable de la comisión de determinados delitos”. “Por lo tanto”, añade, “no parece extraordinario que si se atenta contra el orden constitucional también se pueda disolver o suspender a instancia de los jueces”. “También es necesario recuperar un reproche penal cuando cargos públicos o de la Administración promuevan la inobservancia de leyes y decisiones judiciales que puedan llevar a la independencia de parte del territorio nacional”, ha añadido.

“Estamos ante una enmienda que tiene oportunidad política y oportunidad política y solidez jurídica de tipificar los delitos de deslealtad constitucional. Lo que hacen las democracias modernas cuando están en peligro”, ha concluido. Y dirigiéndose al PSOE, ha zanjado: “Causa bochorno lo que ustedes han aceptado. No tengan tampoco ninguna duda de que esto lo arrastrarán durante décadas”.

El nuevo delito de “deslealtad constitucional” es una actualización de la sedición sin reflejo en otros países de la UE. La idea es añadir tipos al Código Penal que permita aplicar una norma que ya existe, tal y como ha reconocido Gamarra, y que pasa por ilegalizar a las organizaciones que cumplan determinado delitos. Si se amplían los delitos, también el arco de partidos que se pueden suspender o, en el caso más extremo, disolver. Uno de esos nuevos delitos sería el de convocar un referéndum ilegal.

La defensa de la enmienda ha corrido a cargo de Gamarra y no del portavoz parlamentario, Miguel Tellado, que fue quien lo anunció ante los medios a principios de mes. Este mismo martes, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, criticó a su propio equipo la “falta de pedagogía” a la hora de presentar y explicar la norma. Feijóo la redujo a “propuesta de juristas” y se abrió a aceptar enmiendas y reducir la dureza del articulado.

Vox, contra el PP

Ese ha sido el argumento con el que Vox ha atacado al PP en la defensa de su propia enmienda a la totalidad a la ley de amnistía. “Celebramos que el PP quiera ilegalizar” a los partidos independentistas, ha dicho la portavoz de la extrema derecha, Pepa Millán. “Pero luego han matizado”, ha continuado. “Una lástima que cuando aciertan, miren a la izquierda para recibir el visto bueno”, ha dicho.

Vox ha insistido en su idea de prohibir los partidos independentistas por el hecho de serlo. Contra ello se posicionó el PP en la pasada legislatura. Ahora, los de Feijóo han buscado una fórmula para poder acercarse algo al argumentario de sus socios en decenas de ayuntamientos y comunidades autónomas, con quien pugnan desde hace meses para intentar hacerse con sus votantes.

Millán ha insistido en su defensa de la enmienda de totalidad en que en Catalunya “no hay un conflicto entre iguales”, sino “una mayoría que cumple la ley y una minoría golpista”. Y ha acusado al Gobierno de querer “·traer a los segundos con honores”. “El PSOE es el autor del desgaste de la democracia”, ha planteado. “Colaboradores necesarios en una deriva que busca enfrentarnos y excluir a la mayoría de catalanes que defienden su españolidad”, ha proseguido.

Pero Millán ha centrado el tiro en el PP, partido con el que Vox ha anunciado que rompe relaciones a nivel nacional, ya que mantiene sus acuerdos de gobierno autonómicos y locales allí donde existen. “Es hora de una oposición firme”, ha dicho: “O se está con el separatismo o en contra”.

Vox defiende en su enmienda ir más allá que el PP y que sus propios planteamientos previos, y convertir en delito la “negociación” política “con prófugos de la Justicia”. El propio PP ha reconocido que dirigentes del PP se han reunido con líderes de Junts para hablar sobre la fallida investidura del propio Feijóo.

El PSOE se defiende con las reuniones de PP y Junts

Y las reuniones del PP con Junts, reconocidas oficialmente por la dirección nacional de Feijóo este mismo mes de enero, han servido al PSOE para defenderse de las acusaciones de la derecha. El diputado Artemi Rallo ha advertido al PP de que la propuesta de sus aliados de Vox podría suponer el encarcelamiento de aquellos dirigentes que se reunieron con Junts.

Rallo ha defendido la ley de amnistía, la necesidad de aplicarla y ha cuestionado a los de Feijóo: “¿Cuál es su alternativa para Catalunya?”.