La espera a la dependencia en Andalucía también es cosa de niños: la “tramitación preferente” de Victoria dura ya 15 meses
El nuevo modelo andaluz de atención a la dependencia que iba a permitir reducir los trámites y agilizar la valoración para que las familias tengan una respuesta más rápida, según las previsiones de la Junta, tiene a miles de hogares desesperados por la espera hasta su resolución y concesión. En una de esas casas vive Victoria, de 19 meses, que padece una enfermedad ultra rara, con un 75% de discapacidad, y que lleva aguardando desde noviembre de 2023, cuando solicitó la ayuda a la Junta de Andalucía, la aprobación de una prestación para cuidados en el entorno familiar y apoyo a personas cuidadoras no profesionales. La niña está valorada desde mayo del año pasado y su familia sigue esperando sin saber bien qué ha pasado con su petición.
Las solicitudes de personas menores de seis años para el reconocimiento de la situación de dependencia y del derecho a las prestaciones es un supuesto de “tramitación preferente” según el artículo 155 de las medidas de simplificación y racionalización administrativa aprobadas por la Junta hace ahora un año. Para más inri, como decíamos, el informe de valoración que propone para Victoria un grado III (gran dependencia) data de mayo de 2024, justo un mes después del diagnóstico formal de su enfermedad. Su valoradora ha tenido que subsanar ahora, en enero 2025, un error en el expediente porque que no se había grabado bien informáticamente en el nuevo sistema andaluz para el reconocimiento de la situación de dependencia y de las prestaciones que el Gobierno de Moreno implantó en marzo.
La lista de normativas autonómicas y estatales que amparan el derecho de Victoria que no termina de llegar es larga: “atención especial a las familias en situaciones de dependencia, discapacidad” (según la Ley de Infancia y Adolescencia de Andalucía), “priorización de las personas menores de 6 años en la valoración de las situaciones de discapacidad y dependencia” (según el I Plan Andaluz de Atención Integral a Personas Menores de 6 años en situación de Dependencia) o “protección de los menores de 3 años” (según la propia Ley de Dependencia). Incluso se prevén “revisiones de oficio periódicas a los 6, 12, 18, 24 y 30 meses” para personas de 0 a 3 años (según el Real Decreto para el el baremo de valoración). Y Victoria, sin haber accedido aún a la prestación, ya se ha saltado la mitad de esas revisiones.
Victoria nació en mayo de 2023. No ríe, no se comunica, apenas oye ni ve, tiene epilepsia y una larga lista de dolencias, infecciones e ingresos hospitalarios a sus espaldas, más larga que la de las leyes y decretos de protección al menor que la administración andaluza se está “saltando”, según comenta a este periódico Mercedes Burdallo, miembro de la Plataforma Andaluza de Personal de Atención a la Dependencia, desde donde vienen lamentando el nuevo procedimiento andaluz. “El decreto de simplificación mejorará la vida de las personas en situación de dependencia”, dijo Loles López, consejera de Inclusión Social, hace ahora un año.
Tras analizar el caso, hemos detectado que se ha producido un error en la tramitación de este expediente. Desde la Delegación Territorial de Sevilla nos hemos puesto en contacto con la familia para pedirle disculpas y agilizar el proceso todo lo posible, ayudándola en la tramitación
Fuentes de la Consejería consultadas por el retraso en el expediente de Victoria reconocen a este medio el “error” a la hora de tramitar su caso. Antes de publicarse esta información ya se habían puesto en contacto con los padres para requerirle la documentación necesaria para la concesión de la prestación. “Lo peor es que hay miles de casos parecidos en toda Andalucía”, dice Burdallo, quien considera que la Consejería ha generado “un atraso brutal en los expedientes, sabiendo lo que hacían”. Al menos en este caso particular, un expediente 'perdido' durante meses hasta que este periódico se ha informado con la familia y ha preguntado a la Consejería.
“Tras analizar el caso, hemos detectado que se ha producido un error en la tramitación de este expediente. Desde la Delegación Territorial de Sevilla nos hemos puesto en contacto con la familia para pedirle disculpas y agilizar el proceso todo lo posible, ayudándola en la tramitación”, detallan desde la Consejería a SevillaelDiario.es.
Terapias “vitales”
La niña, que tiene una hermana de cuatro años, acaba de salir de una sesión de hidroterapia en una piscina privada de Sevilla, en la calle Luis Belmonte del barrio de Nervión. Sus padres no cesan en mimos hacia ella. Rubia, con sus gafitas y su lazo gris, pronto emprenderá viaje de vuelta en coche a Tocina, como todos los días de lunes a viernes. Sonia Pérez, su madre, explica que no se arriesgan a coger el tren por temor a nuevas crisis epilépticas y convulsiones que ya les han dado más de un susto. Son unos 100 kilómetros diarios en su vehículo particular para que Victoria pueda ser tratada y estimulada en diversos aspectos, y para lo que acude a un centro infantil de atención temprana, al Instituto Hispalense de Pediatría, a la ONCE, a una neuróloga, a la piscina... “Son terapias vitales para ella”, apunta su padre, Pedro José Reaño.
Su madre, adjunta a la gerencia en una cadena de supermercados, tiene una reducción de jornada laboral del 99% y percibe un subsidio de la Seguridad Social para el cuidado de menores afectados por cáncer u otra enfermedad grave. Su padre está actualmente de baja laboral. La prestación económica a la que Victoria tiene derecho, de acuerdo al Grado III de dependencia que propusieron en su valoración, sería de 455 euros al mes de acuerdo a los ingresos familiares. Los abuelos de Victoria son mayores y dependientes, y también temen que ella sufra un ataque o convulsione cuando está a su cuidado, explican los padres.
Victoria padece el 'síndrome de deficiencia grave del crecimiento-estrabismo-melanocitosis dérmica extensa-discapacidad intelectual'. La neuróloga les informó en abril del año pasado, tras meses de estudio de su caso, que se trata de una enfermedad genética que solo padecían en ese momento seis personas en todo el mundo, en tres familias concretas. “Nadie la tenía en España ni Europa, nos dijeron, aunque ahora parece que hay alguno más”, explica Sonia. “Nosotros nos hicimos a la idea de que es sorda, ciega, epiléptica, con movilidad reducida, pero que tuviera una discapacidad intelectual tan alta me mató”, recuerda cuando le subieron de un 35% a un 75% en una revisión.
Los valoradores de la dependencia no tenemos control sobre los expedientes, que ahora están en manos de Tragsa, y los tenemos que rescatar como podemos. Todo es muy lamentable
“Cualquier ayuda es bienvenida”, dice Sonia, que piensa en aquellas familias que no tengan recursos para ayudar a la estimulación o el tiempo necesario para el cuidado de un hijo o de un padre. Al tratarse de una ayuda económica, que no debe esperar a la disposición de plazas en algún centro, simplemente faltaría que la administración analizara la documentación que le remitieran los progenitores de Victoria antes de pasar a la lista de asignación de recurso, de acuerdo al nuevo procedimiento de la Junta. “Hemos llamado mil veces a los teléfonos que nos decían, pero nunca jamás han cogido”, lamenta la madre. La semana pasada, precisamente, la federación andaluza de mayores (FOAM) criticó que las líneas de atención a la Dependencia de la Junta estaban “inoperativas”.
Unos 2.000 expedientes pendientes solo en Sevilla
Según la explicación de Mercedes Burdallo, el expediente de Victoria habría sido víctima del “procedimiento transitorio” previsto por la Consejería, por el cual muchos informes de valoración y prestación de dependencia ya elaborados eran subidos a la 'nube', de la que los rescataría la empresa Tragsa, según la encomienda de la Junta, hasta la entrada del nuevo sistema informático, que terminó de arrancar en julio de 2024. “En octubre ya nos dijeron que se habían subido los expedientes de los menores de edad, que son preferentes, pero algunos no porque había habido problemas con la traslación al nuevo sistema. Ya dijimos que esto podía pasar. Es un desastre”, señala la trabajadora. “El 60% de los expedientes volcados desde la nube estaban provocando incidencias. En Sevilla quedan unos 2.000 expedientes por volcar”, detalla.
La trabajadora de la dependencia considera que esta familia “se ha comido el problema del nuevo procedimiento de la Junta”, que “ha querido meter un cuadrado dentro de un círculo”, explica simbólicamente. “Eso era imposible, y lo avisamos en su momento”, añade. “Los valoradores no tenemos control sobre los expedientes, que ahora están en manos de Tragsa, y los tenemos que rescatar como podemos. Todo es muy lamentable”, denuncia. “Mucha gente no tendrá recursos ni sabrán por qué están tardando en concederles la prestación”, añade la valoradora, quien apunta que las reclamaciones se han triplicado en este tiempo.
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