“La ley de vivienda es una puta mierda”: desahucian a Cristina y a su hija menor, las últimas vecinas de su edificio en Sevilla

“La ley de vivienda es una puta mierda”. Con este y otros gritos se han despertado la mañana del 14 de marzo algunos de los vecinos del barrio de la Alameda, en el que se encuentra el edificio del que Cristina ha sido desahuciada, como estaba previsto. Desde primera hora, se ha desplegado un dispositivo policial en Palacios Malaver que prohibía cruzar o siquiera acercarse al portal del bloque en el que Cristina esperaba. Un furgón y ocho policías a cada lado de la calle se colocaban frente a las concentraciones organizadas por la Asamblea por la Vivienda de Sevilla, que coreaba “Las casas pa' vivir, no de Airbnb”.
Poco después de las 11 (una hora después de la prevista para el lanzamiento), Cristina salió, finalmente, por la puerta del edificio en el que llevaba viviendo desde 2009. Acompañada por amigos integrantes de la Asamblea y varios agentes de policía, cruzó la calle con el puño en alto para encontrarse con los manifestantes, que sostuvieron un aplauso de varios minutos. Mientras tanto, los antidisturbios que habían entrado a sacar a Cristina minutos antes retiraban desde dentro de la vivienda la pancarta colgada en el balcón, en la que se podía leer: “Fuera especuladores de nuestros barrios”.
“Hemos salido pacíficamente”
El equipo de antidisturbios, aunque “subió con arietes y martillos”, “no ha necesitado ejercitar uso de fuerza”. Así lo explicaba una de las personas que acompañaba a Cristina dentro de la casa momentos antes del desahucio a SevillaelDiario.es: “Arriba éramos cuatro y la vecina, pero no teníamos intención de resistirnos activamente. Estábamos ahí para apoyar a la afectada”. “Hemos salido pacíficamente”, contaba el amigo de Cristina, y añadía la afectada que no quiso abandonar el edificio por la puerta alternativa habilitada por la policía: “Voy a salir, pero lo voy a hacer por la puerta de mi casa”, ha dicho la vecina a los cuerpos de seguridad.

Mientras todo esto ocurría, varias personas con mochilas y maletas salían de los portales cercanos, extrañadas, y preguntaban en inglés “What is happening?”. El barrio de la Alameda, en el que cada vez se ven más cerraduras inteligentes y menos mercerías, pierde hoy otra vecina que se une a las más de 5.000 que ha perdido el centro histórico de Sevilla desde 2012. La Asamblea por la Vivienda reclama a gritos: “Rentistas culpables, Gobierno responsable”.

“Una lucha de cuatro años”
Este desahucio es el punto final a lo que Cristina calificó como “una lucha de cuatro años”. Desde que, en 2021, el edificio del que hoy ha salido cambió de propietario, “los vecinos han ido saliendo uno a uno. No se nos dejó quedarnos a ninguno, el objetivo siempre ha sido vaciar el bloque”, declaró la afectada. Cristina dejó de pagar su alquiler en agosto de 2024: “me las había arreglado hasta entonces, pero al final del verano se me hizo totalmente imposible”. Entonces, su comunicación con el propietario cesó y se emitió la orden de desahucio. Una comunicación, según la vecina, llena de “presiones” y “amenazas”.
Al grito de: “Dúo Tapas, especuladores”, la Asamblea por la Vivienda ha denunciado, como ya ha venido haciendo desde hace meses, a uno de los administradores de la empresa que gestiona ese restaurante. El administrador, también al cargo de otras sociedades dedicadas a la hostelería, la construcción de vivienda y el alquiler inmobiliario, declaró a SevillaelDiario.es que se tomarán “acciones judiciales” en contra de “esta campaña de persecución”. Negó la condición de “especulador” que la Asamblea señala y asegura que el edificio se compró para “invertir y alquilar”.
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