El número 2 de Moreno en Salud dimitió un día después de admitir el referéndum manipulado para rebautizar un hospital

Javier Ramajo

7 de febrero de 2024 22:38 h

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El cese “a petición propia” de Miguel Ángel Guzmán como viceconsejero de la Consejería de Salud y Consumo lo rubricó el presidente de la Junta de Andalucía justo un día después de que firmase el informe con el que su departamento, obligado por el Consejo de Transparencia y Protección de Datos de Andalucía, le hacía llegar a la familia Vigil de Quiñones los resultados de la votación del cambio de nombre del antiguo Hospital Militar de Sevilla.

Como ha adelantado este periódico, la denominación Hospital Doctor Muñoz Cariñanos, asesinado por ETA en el año 2000, fue la opción con el menor número de apoyos de las cuatro que ofreció la Junta a los profesionales sanitarios del SAS en un referéndum anunciado a bombo y platillo por Juan Manuel Moreno en marzo del año pasado, a dos meses de las elecciones municipales y con el “que te vote Txapote” en pleno auge en media España contra Pedro Sánchez.

El pasado 26 de diciembre, según ha comprobado este medio, Guzmán firmó la resolución de la Vicenconsejería por la que se daba cumplimiento a la resolución de Transparencia en la que exigía a la Junta que informase a la familia, que se había dirigido a este organismo de vigilancia por “denegación de información pública”.

El 27 de diciembre, según su publicación oficial en el BOJA, es la fecha del decreto “por el que se dispone el cese de don Miguel Ángel Guzmán Ruiz como viceconsejero de la Consejería de Salud y Consumo”, donde se le agradecen “los servicios prestados”, como es habitual en este tipo de ceses y que firman Moreno y su hasta ese momento superior jerárquica, la consejera de Salud, Catalina García.

La Consejería indicó cuando trascendió la dimisión de Guzmán (ese mismo 27 de diciembre el Consejo de Gobierno de la Junta nombraba como sustituta a María Luisa del Moral, médico y portavoz de Sanidad del PP en el Congreso de los Diputados) que se debía a “motivos personales”. También se produjeron en plena crisis en la gestión de la sanidad pública andaluza y apenas unos días después de que este mismo periódico desvelara que en Andalucía se habían disparado un 55% las listas de espera al revelarse que sus contratos para derivar pacientes a la privada no tenían anclaje legal.

“No tiene nada que ver”

El departamento de Salud ha desvinculado este miércoles la dimisión del viceconsejero con la revelación del resultado de la votación en el referéndum promovido e ignorado por la propia Junta de Andalucía. “No tiene nada que ver”, aseguran desde la consejería.

El departamento de Catalina García se resistió a facilitar en un primer momento los datos de la consulta argumentando que “para la asignación o cambio de denominación de los centros sanitarios, en general, y de los hospitales en particular, no existe regulación normativa al respecto, por lo que el proceso en concreto que se ha articulado no resulta obligatorio o preceptivo en su realización, ni vinculante en su resultado”, dijo la Consejería en julio.

Unos pocos meses antes de esa primera respuesta de Salud era el propio Moreno el que decía públicamente que ese “referéndum entre sanitarios” se haría “con todas las garantías democráticas, a través de una importante compañía en materia tecnológica que es la que va a llevar el control de seguridad y que las cosas que se decidan allí cumplan con los requisitos acordados”. “Las bases se colgarán para que todo el mundo las conozca”, añadió a la hora de comunicar que serían los profesionales sanitarios los que decidirían. “Sois vosotros quienes tenéis que poner el nombre a este centro”, incidió.

Tras la publicación de la noticia por parte de elDiario.es, desde la Consejería de Salud han matizado incluso las palabras que dijo entonces el propio presidente Moreno: “Era una votación, no un referéndum”.

Las dos opciones más votadas de la consulta fueron 'Hospital Rosalía Robles Cerdán' (fundadora y presidenta del Colegio Oficial de Matronas de Sevilla y su provincia) y 'Hospital Vigil de Quiñones' (el nombre oficial que tenía hasta entonces), con el 63% de los votos. 

En tercer lugar fue votado el nombre de 'Hospital Miguel de Mañara' (hermano mayor de la Santa Caridad e impulsor de las obras de la iglesia de San Jorge), con el 20,4% de los votos, mientras que la opción 'Hospital Doctor Muñoz Cariñanos' obtuvo el 16,5% de los votos. Es decir, el nombre que le dio la Junta al centro sanitario fue el menos votado en el “democrático” proceso del que presumía el presidente de la Junta.

La Consejería de Salud argumenta que el cambio definitivo de nombre fue “fruto de un conjunto de decisiones políticas orientadas por una consulta previa, facultativa y no vinculante, entre los profesionales del sistema sanitario público de la provincia de Sevilla”. A preguntas de este periódico, la Consejería de Presidencia, que pilota Antonio Sanz y está a cargo del área de Transparencia del Gobierno andaluz, “secunda” las argumentaciones de Salud para ignorar el resultado de su propia consulta.

La noticia del referéndum manipulado por la Junta ha irrumpido de lleno este miércoles en el primer Pleno del año en el Parlamento andaluz tras el parón navideño. La consejera de Salud ha comparecido para hacer balance y responder al aluvión de críticas de toda la oposición en bloque.

Los adversarios del PP han aprovechado para afear a Moreno “el pucherazo” de la consulta sobre el nombre del antiguo hospital militar de Sevilla. “Como no salió el nombre que usted quería, hizo un pucherazo para ponerlo. Así entiende el presidente andaluz la garantía democrática, como él la llamó: votad lo que queráis, que yo pondré el nombre que me dé la gana. Eso es garantía democrática para usted”, espetó la portavoz del PSOE en Salud, María Ángeles Prieto.

La consejera omitió cualquier tipo de alusión al tema en su respuesta a todos los grupos de la oposición.

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