Quién fue Rogelio Vigil de Quiñones, el médico a quien Moreno le ha arrebatado el nombre de un hospital en Sevilla

Rogelio Vigil de Quiñones, en una fotografía cedida por su familia

Javier Ramajo

19 de febrero de 2024 22:40 h

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“Merece que se le siga recordando con respeto y admiración. Al menos, no quitarle ese reconocimiento que ya tenía”. Habla María Dolores Elizalde, del Instituto de Historia del CSIC, una autoridad en las relaciones España-Filipinas, después de que la Junta de Andalucía haya retirado el nombre de Rogelio Vigil de Quiñones al antiguo Hospital Militar de Sevilla alterando los resultados de un referéndum supuestamente “democrático” entre los profesionales sanitarios. Otra voz autorizada en la materia es la de Jesús Valbuena, bisnieto de uno de los últimos de Filipinas, quien considera que fue “un servidor público” y “un andaluz universal”. Los expertos consultados, sin ánimo de entrar en los detalles de la forma en que el Gobierno andaluz ha decidido cambiar la denominación del centro hospitalario, coinciden en reconocer la importancia histórica de la persona que desde hacía 44 años daba nombre al hospital y en opinar que esa denominación debería reponerse. “Sin Vigil de Quiñones no hubiera sobrevivido ninguno de los héroes de Baler”, sentencia Valbuena.

Desde el primer momento en que los descendientes de Vigil de Quiñones contactaron con este periódico para informar del procedimiento que iniciaron en julio para poder conocer fehacientemente los resultados de aquel referéndum anunciado por Juan Manuel Moreno, la familia mostró su absoluto respeto por la figura de Antonio Muñoz Cariñanos, “vilmente asesinado por la banda terrorista de ETA en su consulta privada”, según dijeron ya entonces a este periódico, hace un par de meses. El descubrimiento de la manipulación por parte de la Junta de Andalucía (desvelado aquí) de aquella consulta entre los profesionales sanitarios, destinados a “elegir” el nuevo nombre, no ha hecho sino confirmar lo que la familia sospechaba internamente, esto es, que la nueva denominación podría estar decidida de antemano.

El presidente andaluz también presumió del proceso “democrático” y el 20 de marzo inauguró por completo el 'Nuevo Hospital Doctor Muñoz Cariñanos' obviando el resultado de la votación ya que la víctima de los terroristas era la cuarta opción entre las cuatro que daba la Junta a los trabajadores del SAS. Pero, ¿quién fue Rogelio Vigil de Quiñones y Alfaro? ¿Cuáles fueron los méritos de aquel médico militar nacido en Marbella que acompañó a los últimos de Filipinas en su encierro en la Iglesia de Baler entre 1898 y 1899, y que murió en Cádiz en 1926? ¿Quién y cuándo le puso el nombre al centro sanitario?

Salvador de las “expediciones al otro mundo”

María Dolores Elizalde aborda la cuestión “como historiadora” y asegura con rotundidad que Vigil de Quiñones es “digno de todo reconocimiento” porque “lo merece”, sin llegar a entender bien porque el hospital ha tenido que dejar de llevar su nombre. Médico rural durante varios años en la Alpujarra de Granada, de familia de tradición militar, la experta relata a este periódico que en 1897 fue destinado a la colonia española poco antes de la revolución filipina. Con la derrota nacional en la guerra hispano-estadounidense tras la batalla naval de Cavite, en su nuevo destino en el pueblo de Baler se topó compartiendo espacio con el último destacamento español.

Aquellos últimos de Filipinas “decidieron no salir y resistieron, y resistieron, y resistieron”, enfatiza Elizalde. “Vigil de Quiñones no tenía por qué haberse visto en esa tesitura” y mantuvo “una labor muy ejemplar y heroica como médico” cuando más de medio centenar de soldados españoles tuvieron que hacer frente a la falta de agua y de comida y, sobre todo, a la enfermedad de beriberi por falta de vitamina B1. El doctor fue “muy humano y buen consejero”, señala la historiadora, pese a que también fue víctima de aquella epidemia. Elizalde señala que Vigil de Quiñones “fue reconocido por las fuerzas filipinas” y “merece que se le siga recordando con respeto y admiración”

Para Jesús Valbuena, bisnieto del cabo García Quijano, uno de los 33 héroes de Baler, y autor del libro 'Más se perdió en Filipinas', la figura de Vigil se resume en que “sin él no hubiera sobrevivido ninguno” de ellos después de 337 días de encierro. Hubo 19 fallecidos, la mayoría por beriberi, que fue “la mayor amenaza” para aquel destacamento. El médico “se desveló por por probar cómo se podía contener la epidemia, por curar y por salvar” a sus compañeros de las “expediciones al otro mundo”, que así llamaban a aquellas “muertes espantosas” tras la inflamación de la cara y las extremidades.

Herido por la metralla

Vigil de Quiñones fue quien en diciembre de 1898, mediado el sitio, promovió una “salida a la desesperada”, recuerda al autor, con “diez voluntarios a plena luz del día” para “incendiar todo el pueblo” y acceder a los alimentos. “Fue el auténtico artífice”, incide Valbuena, calificándolo como “un andaluz universal desde el plano no militar” sino como médico, si bien a su vuelta de Filipinas “se enroló en la Campaña del Rif en Marruecos”, también destaca. Valbuena considera que “debería reponerse” el nombre del hospital Vigil de Quiñones, de quien también resalta que le fue denegada una de las cuatro cruces Laureada de San Fernando, la más preciada condecoración militar, pese a resultar gravemente herido en Baler por metralla en la espalda al no considerarla una situación de combate. “Se cometió una injusticia”, apunta a ese respecto.

En el libro 'Rogelio Vigil de Quiñones y otros médicos militares ejemplares : la lucha contra el olvido II', Alejandro Belaústegui Fernández señala que Vigil de Quiñones obtuvo la licenciatura de Medicina en la Universidad de Granada. Tras el referido paso por Baler, a su vuelta a España ingresó en el Cuerpo de Sanidad Militar como médico segundo, en 1901, y, tras aprobar la correspondiente oposición, alcanzó la categoría de médico de primera.

Congreso versus referéndum

“Por encima de todo era médico”, comenta también a este medio Eduardo Bidón, nieto de Vigil de Quiñones y abogado en Sevilla, de quien destaca su “calidad humana” y su entrega a la vida de los demás en el aspecto sanitario, según han recogido historiadores y su madre le trasladó desde que era niño. La familia recuerda que en la época de la UCD, siendo Adolfo Suárez presidente del Gobierno de España y ministro del Ejército el general Gutiérrez Mellado, avalado por el rey Juan Carlos I y “por aclamación” se acordó rotular el hospital como 'Hospital Militar Vigil de Quiñones', y así se había venido manteniendo hasta la irrupción del proceso de consulta.

“Aquello lo aprobó el Congreso de los Diputados y esto ha sido como ha sido. No lo entendemos”, comenta Bidón, quien físicamente acudió a la inauguración el 27 de junio de 1980 del Vigil de Quiñones'. La familia recuerda que había sido una persona reconocida por numerosos méritos científicos, médicos y castrenses, destacando Bidón el hecho de cómo contuvo la epidemia de beriberi, sin medios ni recursos. “Cogía hierbas frescas de la mañana y encontró el antídoto”, explica.

Su figura, resalta la familia, ha sido muy destacada en los libros de sanidad como un destacado científico a quien se le atribuye ser el descubridor del antídoto de aquella enfermedad por la que morían millones de personas. Participó en varias guerras como médico y resaltó siendo el primer director médico del Hospital Docker en Melilla.

Confían en la rectificación

“Nadie nos informó de que iban a tomar esta medida. Nos enteramos por la prensa y nos quedamos muy sorprendidos. No entendíamos nada porque el Hospital Militar adoptó el nombre de Vigil de Quiñones desde su inauguración por importantes y numerosos méritos médicos, militares y científicos, además de que fue por aclamación popular y no por capricho ni por decisión política de ningún partido”, relata a este periódico el bisnieto del ilustre marbellero, Luis Bidón Molina y Vigil de Quiñones.

“Vaya por delante nuestro respeto a los cuatro candidatos, pero es que no existía debate ninguno en torno al nombre del hospital y de buenas a primeras crean esta encuesta opaca donde hay médicos a los que ni siquiera les ha llegado el enlace para votar, donde no dan los resultados, donde resulta que ponen el nombre de la última opción”, señala a este diario el bisnieto del médico, quien ha valorado que “la Junta dice ahora que la encuesta no era vinculante”. Sin embargo el presidente Moreno Bonilla afirmó que no debía ser el Gobierno de la Junta quien decidiese, y que serían los profesionales sanitarios del SAS , en un referéndum, a través de una importante compañía tecnológica, que asegurase la transparencia en el proceso y con unas bases que se iban a colgar“.

La familia de Vigil de Quiñones se siente ofendida. “Confiamos en que la Junta de Andalucía rectifique como ya ha hecho en otras ocasiones. En el caso contrario, por supuesto defenderemos nuestros intereses, ya que entendemos que es de Justicia ”, concluye Luis Bidón Molina y Vigil de Quiñones.

Una “gesta universal”

La familia, que de momento no ha descartado llevar a los tribunales a la Junta, considera que la poca participación de la votación (poco más de un 11%) refleja el “escaso interés social que suscitaba el cambio de denominación” sin que haya quedado constancia de que se le consultara a la totalidad de los profesionales del SAS en Sevilla ni que las bases de la votación fueran publicadas, como aseguró el presidente Moreno, ni qué empresa tecnológica se encargó de validar los resultados del referéndum.

Un par de meses antes de que Moreno anunciara aquel referéndum, la Asociación Nacional Últimos Filipinas, Héroes de Baler (formada por descendientes de aquellos héroes, y e historiadores, investigadores y simpatizantes de aquella “gesta universal”) inició en enero de 2002 una petición en la plataforma change.org donde pedía que no se procediera al cambio de denominación del hospital, argumentando que “muchos sevillanos y españoles se han interesado por la gesta de los últimos de Filipinas gracias al nombre de ese hospital, acercándose así a un imborrable episodio de la Historia universal, que transciende a su época y a cualquier ideología”, sin entender que “después de tantos años” se planteara un cambio de nombre a este “emblemático hospital”.

Desde la familia añaden las distinciones y reconocimientos de Vigil de Quiñones: dos cruces de María Cristina de 1.ª Clase, la Cruz de 1ª clase del Mérito Militar, la Cruz de 1ª clase del Mérito Militar con distintivo rojo o la Medalla conmemorativa de los Sitios de Gerona. También recuerdan que el 1 de mayo de 1903 se le concedió la Medalla de Alfonso XIII, el 26 de marzo de 1917 se le concedió el Pasador de Larache y el 7 de julio de 1921 se le entregó la Cruz de la Orden de San Hermenegildo.

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