Mazón pretende dar carpetazo a la crisis política de la DANA con una remodelación del Consell por goteo y sin comparecer

Dicen quienes han pasado por responsabilidades en la Administración que la política se hace cada día a través del boletín oficial. En el caso de Carlos Mazón, el gobierno se hace a través de notas de prensa. El presidente valenciano ignora el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) y lleva una semana informando de los cambios de su gobierno a través de comunicados de prensa, enviados a primera y a última hora del día, colgados en el portal web. En cinco días ha comunicado dos salidas y cinco entradas que se harán oficiales, según un nuevo comunicado, este viernes 22 de noviembre.

El presidente valenciano esbozó un par de apuntes sobre la remodelación en el pleno monográfico del viernes, donde cargó las responsabilidades de la DANA sobre los organismos que dependen del Gobierno de España. A la consellera de Justicia, Salomé Pradas, responsable de emergencias, ni la nombró en la comparecencia. Dijo que crearía una vicepresidencia económica para la reconstrucción y un nuevo departamento de Emergencias separado de Justicia. La llamó el miércoles para comunicarle su salida, después de que su entorno llevara días insinuándole que podría quedarse en Justicia pero con un departamento desgajado.

El domingo por la tarde, después de una semana de especulaciones sobre el futuro de la portavoz del Consell, Presidencia envió un comunicado donde anunciaba que el rol de Ruth Merino lo asumiría formalmente Susana Camarero. Merino se quedaría en Hacienda y la vicepresidenta asumiría una nueva competencia. Desde entonces, la salida de Nuria Montes (Turismo) y su relevo por Marían Cano, la entrada del teniente general Francisco Gan Pampols (Vicepresidente segundo) y su número dos Venancio Aguado, la salida de Salomé Pradas y la entrada de Nuria Martínez Sanchis (Justicia) y Juan Carlos Valderrama Zuirán (Emergencias). Prácticamente un nombramiento al día, sin una sola comparecencia del presidente valenciano para explicar estos cambios.

Tampoco se han explicado los motivos del cese de Montes y Pradas. No por obvios los errores deja de ser relevante la exigencia de una justificación. La primera fue abiertamente cuestionada por unas declaraciones sin empatía alguna por las víctimas, por la exposición de una trabajadora en televisión, pero una semana después estaba adjudicando a dedo un contrato a la firma donde trabajaba el jefe de Gabinete de Mazón. La segunda, por su gestión (o la falta de ella) en las horas clave de la DANA y el descontrol en la política autonómica de emergencias, que heredó de Vox apenas hace cuatro meses por orden del presidente valenciano.

Lo que se sabe, hasta el momento, y siempre según los comunicados del presidente, al que solo se le escucha si las televisiones consiguen grabarle a la entrada o salida del Palau y del centro de l'Eliana, o por intervenciones remitidas por su propio equipo, sin otros medios ni preguntas, es que los nombramientos se publican este viernes en el DOGV. El presidente se esconde y apenas atiende a los medios, pero tampoco habla en exceso con su Consell. Las afectadas llevan dos semanas leyendo y escuchando noticias con hipótesis sobre su futuro político. Se sabe también que tomarán posesión los nuevos consellers el martes y que habrá un pleno del Ejecutivo. El president Mazón realizará una “intervención institucional” en la que “avanzará los planes y las líneas de actuación que marcarán la recuperación económica y social en la Comunitat Valenciana”. Esta fórmula, hasta la fecha, no ha admitido preguntas de los medios de comunicación. PP y Vox también se han asegurado de que los consellers implicados en la gestión de la emergencia no comparezcan en el Pleno de las Corts Valencianes aduciendo los cambios en marcha y excusándose en que ya se dará una comisión de investigación.

A partir de ahí, “el Consell trabajará en la organización de las estructuras y de los organigramas de los nuevos departamentos”, es decir, los reglamentos orgánicos y el detalle de las competencias. Se tendrán que abordar también cambios en el segundo escalón del Ejecutivo, pues no es de extrañar que las nuevas incorporaciones quieran tener un equipo de confianza.

En un momento en el que crece el mensaje de la antipolítica, el presidente valenciano expulsa del Consell a un cargo con peso en el partido (Pradas era fuerte en Castellón) y opta por perfiles que denomina técnicos o expertos; asumiendo con su acción que entre sus filas no tiene a quien se haga cargo del desastre. Un médico para emergencias (y exsubdelegado del Gobierno para Interior), una abogada para Justicia, una portavoz de la patronal para Industria, un militar para la reconstrucción. Subirán a once las carteras, el Ejecutivo dejará de ser paritario (solo cuatro mujeres en primera línea) y, con toda probabilidad, deberá romper con su discurso de austeridad en altos cargos y asesores. La recuperación necesitará medios humanos.