La manifestación de Madrid ya discurre por la misma puerta del Ministerio de Educación, separada del edificio por el habitual despliegue policial. “Entramos a la boca del lobo”, dicen algunos de los asistentes, que claman, pancarta en mano, contra los recortes, las reválidas o la Lomce. La diversidad de lemas y gritos reflejan la variedad de objetivos de la protesta.