Nuevas estrategias para la resiliencia del agua
Alrededor del 70% del agua dulce mundial se almacena en glaciares y capas de hielo, pero estas formaciones están disminuyendo a gran velocidad en todo el planeta a causa del cambio climático. Los glaciares españoles no son una excepción: han retrocedido muy rápidamente en la última década, “con una notable pérdida de extensión y espesor. Como consecuencia, el número de glaciares ha disminuido significativamente y han surgido nuevos procesos evolutivos característicos de las fases finales, antes de su desaparición definitiva”. Así resume la nota de prensa del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico las conclusiones del último informe Clivar-Spain, presentado la semana pasada.
Pese a que las lluvias de este mes de marzo han aumentado las reservas de agua embalsada hasta el 60,9%, la escasez de agua —en forma de lluvia, embalse o glaciar— es una amenaza para España. Por ello toman una relevancia especial la designación de 2025 como Año Internacional de la Conservación de los Glaciares y la proclamación, por primera vez, del Día Mundial de los Glaciares, el 21 de marzo, el día previo a la celebración del Día Mundial del Agua. Se trata de una campaña internacional impulsada por Naciones Unidas con el fin de sensibilizar y educar a la población sobre el papel fundamental de los glaciares, la nieve y el hielo en el sistema climático y el ciclo hidrológico, así como sobre las repercusiones económicas, sociales y medioambientales de los cambios inminentes en la criosfera de la Tierra. Una oportunidad, también, para movilizar la voluntad de la sociedad y los recursos para hacer frente a otra de las consecuencias de los gases de efecto invernadero.
Conocimiento y tecnología a favor del medioambiente
La comunidad científica y Naciones Unidas han advertido de que las regiones costeras y las estacionalmente secas, como la mediterránea, serán las más afectadas por la menor disponibilidad de recursos hídricos. Ante la imposibilidad de modificar el clima, resulta esencial adoptar medidas innovadoras para afrontar la carestía de agua. Una vía que Veolia, empresa referente internacional en la gestión optimizada del agua, la energía y los residuos, ha adoptado en los últimos años, con la estrategia GreenUp 2024-2027 como hoja de ruta.
Cuatro ejes de acción prioritaria configuran el plan GreenUp: circularidad, resiliencia, descarbonización y desarrollo digital. Cuatro pilares que se materializan en iniciativas que ya se están implementando a través de proyectos pioneros en materia ambiental.
Las ecofactorías son uno de los ejemplos palpables de instalaciones novedosas y precursoras ante los desafíos medioambientales. Son equipamientos que transforman el concepto de depuradora tradicional, en los que la regeneración del agua residual es clave para su propio funcionamiento y también para preservar el entorno y la biodiversidad local. De este modo, su agua regenerada se destina a nuevos usos agrícolas, urbanos, turísticos e industriales, y sus residuos se convierten en nuevos recursos como biogás o fertilizantes.
En este sentido, la ecofactoría BioSur de Granada es uno de los proyectos más emblemáticos. Gracias a un acuerdo de colaboración público-privado entre Veolia y el Ayuntamiento de Granada se ha promovido la descarbonización del ciclo integral del agua en la ciudad. La aplicación de tecnologías novedosas en los procesos —inteligencia artificial, big data o machine learning— ha conseguido reducir la huella de carbono en la gestión del agua de Granada.
Centros tecnológicos del agua
La innovación tecnológica y el conocimiento científico son la base de la red de Centros Tecnológicos del Agua (Cetaqua) de Veolia, ubicados en Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía, Galicia y Chile. En este caso la investigación, el desarrollo y la innovación se han implementado para potenciar la eficiencia del ciclo del agua y la resiliencia de las infraestructuras.
Uno de los proyectos destacados de Cetaqua es ICARIA, al que la empresa ha dedicado su experiencia para ampliar los márgenes de actuación frente al desafío climático. Forma parte del programa Horizon Europe de la Comisión Europea y propone un marco de modelización de infraestructuras críticas estratégicas para aumentar su resistencia frente a las inclemencias meteorológicas extremas. ICARIA probará sus soluciones para la resiliencia en zonas europeas especialmente afectadas por los impactos climáticos severos: el Área Metropolitana de Barcelona, el archipiélago del Egeo Meridional en Grecia y en Salisburgo —Austria—, cuyos glaciares se están derritiendo debido a la intensidad de las olas de calor que sufre la zona.
Estas son solo unas muestras de la actividad transformadora de Veolia, de su responsabilidad en la protección del medio ambiente y de sus recursos. Con ello muestra su compromiso con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) establecidos por Naciones Unidas, sobre todo con el número seis: garantizar el acceso a agua potable a todos los seres humanos, en un mundo en el que su escasez afecta a más del 40% de la población.
