Septiembre rima con volver a empezar. El ritmo de trabajo, el colegio, las clases, las responsabilidades, el tiempo para cada cual, quien lo tenga. Después de año y medio de pandemia, España afronta este nuevo curso con el 70% de la población vacunada, con el sistema educativo a pleno rendimiento y con un mercado laboral entre el teletrabajo y la presencialidad, no siempre a partes iguales. En la base de la pirámide, más olvidados (aún) que en otros momentos de la pandemia, los cuidados. Sin nuevas medidas en el horizonte, el escenario actual amenaza con agravar la brecha de género y la desigualdad. Datos y expertas llevan meses alertando sobre una situación que se repite.
La pandemia y el confinamiento trajeron un aumento de la carga de cuidados que los hogares tenían que asumir. Aunque la vuelta de colegios e institutos y de otros servicios –desde el empleo doméstico a los centros de día para mayores y dependientes– parece haber aliviado la situación, la 'nueva normalidad' de la conciliación sigue recayendo mayoritariamente sobre las mujeres.
Escribe Ana Requena Aguilar.