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Papiros, monedas y armas: lo que esconde la pirámide de época helenística hallada junto al mar Muerto

Una excavación de la Autoridad de Antigüedades de Israel y voluntarios en el desierto.

Ada Sanuy

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En pleno desierto de Judea, al norte del valle de Zohar y a escasa distancia del mar Muerto, un equipo de arqueólogos ha desenterrado una estructura de piedra con forma piramidal que podría datar de hace unos 2.200 años. La construcción, que aún desconcierta a los investigadores por su función original, ha revelado en su interior una sorprendente colección de objetos que van desde monedas y armas hasta papiros escritos en griego antiguo. Todo ello, gracias a las condiciones climáticas extremas que han favorecido su conservación.

La estructura, levantada con piedras talladas de varios cientos de kilos, podría haber sido un monumento conmemorativo, una tumba o incluso una torre de vigilancia destinada a proteger rutas comerciales en tiempos de los imperios helenísticos. “Los descubrimientos son emocionantes e incluso emotivos, y su importancia para la investigación arqueológica e histórica es enorme”, declaró Eli Escusido, director de la Autoridad de Antigüedades de Israel.

Una pirámide entre imperios: ptolemaicos y seléucidas

El hallazgo se sitúa en un periodo histórico convulso. Tras la muerte de Alejandro Magno en el año 323 a.C., su imperio fue dividido entre sus generales. Uno de ellos, Ptolomeo, se hizo con Egipto y los territorios cercanos —incluyendo el actual Israel—, mientras que Seleuco tomó el control del norte de Oriente Próximo. Para el año 200 a.C., la región en la que se ubica la estructura ya había pasado al dominio seléucida. No está claro, por tanto, si la pirámide fue construida bajo control ptolemaico o seléucida, aunque ambas culturas compartían lenguas, símbolos y técnicas arquitectónicas.

Los objetos hallados en el lugar permiten asomarse a esa historia compartida. Destacan fragmentos de papiro con inscripciones en griego, vasijas y monedas de bronce, armas, cuentas, tejidos e incluso semillas. Según los expertos, el clima extremadamente seco del desierto de Judea ha evitado la degradación habitual en este tipo de materiales. “La extrema sequedad ha preservado las cosas aquí de una manera extraordinaria”, afirmó el arqueólogo Ido Zangen en un vídeo difundido por la Autoridad de Antigüedades.

Papiros legibles, maderas intactas y tejidos conservados

Una de las voluntarias del equipo, Eva Balbin Brafman, compartió la emoción del descubrimiento: “Se podían distinguir claramente las letras, probablemente en griego. Es increíblemente emocionante encontrar algo en tan magnífico estado de conservación”. La posibilidad de contar con textos legibles en papiro de hace más de dos milenios abre nuevas expectativas para la investigación sobre los usos del lugar, los idiomas en circulación y la vida cotidiana en la región.

Además de los textos, se han recuperado artefactos de madera, cestas y cuerdas: objetos orgánicos que rara vez sobreviven al paso del tiempo. Todo apunta a que la estructura fue utilizada intensamente antes de quedar enterrada bajo la arena y el olvido. Los arqueólogos destacan que el estado del yacimiento es especialmente singular en el contexto de la arqueología israelí.

Un hallazgo que plantea más preguntas que respuestas

Por el momento, el equipo no ha logrado determinar la finalidad exacta de la pirámide. Las hipótesis más manejadas contemplan que pudiera haber funcionado como torre de observación para caravanas o como hito funerario, aunque no se han encontrado restos humanos. Otra posibilidad es que se tratase de un símbolo político o cultural en un momento de transición entre imperios.

Lo que sí resulta claro es que el lugar cumplía un papel significativo en las redes de comunicación y comercio que conectaban el interior del desierto con los puertos costeros. La cercanía al mar Muerto y su posición elevada refuerzan esta interpretación.

Una excavación aún en curso

Las tareas de excavación continúan, con la participación tanto de arqueólogos profesionales como de voluntarios. Según anunció la Autoridad de Antigüedades de Israel, los trabajos se extenderán al menos hasta el 8 de abril. Se espera que nuevas capas de la estructura revelen más información sobre su contexto, así como nuevos objetos que ayuden a completar el puzle arqueológico.

Este hallazgo se suma a otros recientes en la región del desierto de Judea, como el descubrimiento de un pergamino bíblico en la “Cueva del Horror” o monedas de la revuelta judía contra Roma. Todos ellos están contribuyendo a reescribir la historia antigua de Israel y del mundo helenístico con una riqueza de detalle inusual.

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