La criptocrisis pone en jaque a Coinbase, una de las grandes plataformas de compraventa
Coinbase es la plataforma de referencia para la compraventa de criptomonedas. Tiene casi 100 millones de usuarios registrados, que han depositado en sus arcas unos 250.000 millones de euros en criptoactivos y mueven otros 300.000 millones cada tres meses. Es uno de los primeros gigantes del sector y su exitosa entrada a Wall Street fue considerada un momento cumbre para las criptomonedas, obteniendo una valoración de 86.000 millones de dólares. La valoración de Goldman Sachs, uno de los mayores fondos de inversión tradicionales del mundo, es de unos 110.000 millones.
Un año después, el primer gigante cripto se tambalea. Coinbase ha perdido un 80% de su valor en bolsa desde entonces. La caída ha sido constante y pareja a la que sufren todas las criptomonedas desde el pasado noviembre, cuando tanto estos activos digitales como Coinbase tocaron valores máximos. Pero la crisis actual, marcada por el colapso de la moneda Luna, ha caído como una bomba en la plataforma.
Luna ha sido el mejor ejemplo de la extrema volatibilidad que las autoridades financieras denuncian de las criptomonedas. En un solo día perdió el 96% de su valor, evaporando unos 30.000 millones de dólares. Se calcula que hay unos 600.000 afectados en todo el mundo que han perdido todo lo invertido en ella. La situación provocó el pánico y unos 600.000 millones de dólares abandonaron el mundo cripto en los días siguientes. Un Lehman Brothers de las criptomonedas.
La situación llevó a Coinbase a congelar todas las contrataciones y frenar sus ambiciosos planes de expansión para este 2022. Pero tras dos semanas, el gigante cripto ha reconocido que la situación es peor de lo esperado y ha activado el modo de emergencia: no solo no ampliará su plantilla, sino que no cubrirá bajas ni hará sustituciones, además de rescindir todas las ofertas de empleo que tenía en marcha, impidiendo que los nuevos trabajadores a las que se las había extendido se incorporen a la compañía.
“Se ha hecho evidente la necesidad de tomar medidas más estrictas para frenar el crecimiento de nuestra plantilla”, ha reconocido el jefe de personal de la compañía, en un comunicado. A principios de año Coinbase anunció una estrategia para llevar a cabo 2.000 contrataciones. Actualmente tiene unos 4.900 empleados.
Siempre supimos que las criptomonedas serían volátiles, pero esa volatilidad junto con factores económicos más amplios puede poner a prueba a la empresa
“Siempre supimos que las criptomonedas serían volátiles, pero esa volatilidad junto con factores económicos más amplios puede poner a prueba a la empresa”, añade la empresa: “Aunque no tomamos esta decisión a la ligera, es la más prudente dadas las condiciones del mercado. Seguiremos evaluando todas nuestras opciones para que Coinbase navegue de forma responsable a través del ciclo actual”.
“Criptoinvierno”
Uno de los mayores golpes ha sido para esos candidatos que ya habían acordado su nuevo empleo en Coinbase. Según han revelado muchos de ellos en los últimos días, la compañía les ha dejado en la estacada después de haber renunciado a otros procesos de contratación en la competencia, o tras comunicar a sus anteriores empresas su dimisión.
“Hoy he recibido un correo electrónico de Coinbase en el que me informan de que mi oferta para unirme a ellos ha sido rescindida”, ha explicado uno de los afectados en la red social Linkedin. “Acepté mi oferta de Coinbase en febrero, cuando también estaba en proceso de entrevistas para empresas tecnológicas de primer nivel, como Amazon y Oracle”, añade: “Como estudiante internacional con un visado de estudiante, solo me quedan 90 días para encontrar otro puesto antes de que pierda ese estatus”.
“Aplicaremos nuestra generosa filosofía de indemnización para compensar el impacto financiero de esta decisión”, ha contestado Coinbase. “Estamos estableciendo un centro de talento que les permita recibir servicios de apoyo adicionales, incluyendo la búsqueda de empleo, revisión de currículum, entrenamiento para entrevistas y acceso a nuestras fuertes conexiones con la industria”.
Coinbase no es la única empresa del mundo cripto que pasa por estos problemas. Gemini, otra de las grandes plataformas, ha anunciado un recorte del 10% de la plantilla. Los empresarios Tyler y Cameron Winklevoss, creadores de Gemini y considerados los primeros en amasar una fortuna de más de mil millones de dólares en Bitcoin, han advertido que se avecina un “criptoinvierno”.
“Aquí es donde estamos ahora, en la fase de contracción que se está asentando en un periodo de reposo, lo que nuestro sector llama un 'criptoinvierno'. Esto ha sido agravado más aún por la crisis macroeconómica y geopolítica actual. No estamos solos”, aseguran.
Negocio A, negocio B
El consejero delegado y cofundador de Coinbase, Brian Armstrong, es la tercera mayor criptofortuna del mundo según Forbes. Se le estiman activos por valor de 6.600 millones de euros. Es conocido por sus camisetas básicas a lo Mark Zuckerberg y por su política de tolerancia cero con el activismo político de sus empleados en horas o espacios de trabajo. Posee una de las mansiones más caras de Bel-Air, por la que pagó 133 millones de dólares. Fue una de las compraventa de viviendas más caras de la historia de Los Ángeles.
Su empresa gana dinero a través de las comisiones que cobra a sus usuarios por invertir, gastar, almacenar o intercambiar criptomonedas. Armstrong posee el 19% de Coinbase. Otro de los mayores accionistas es Andreessen Horowitz, uno de los principales grupos de capital riesgo de Silicon Valley, que además tiene un asiento en el consejo de administración. Este fondo ha ganado mucho dinero a través de otras inversiones gracias a las decisiones de Coinbase, en la que participa de forma directa.
Según destapó el Financial Times, Andreessen Horowitz invirtió en al menos una decena de proyectos cuyos criptoactivos empezaron a venderse posteriormente en Coinbase, lo que disparó su valor. Al ser una de las mayores plataformas de compraventa del mundo, la sola presencia de una criptomoneda en Coinbase puede suponer un gran impulso a su valor y supervivencia.
Pero el grupo Andreessen Horowitz no fue el único en aprovecharse de este tipo de beneficios, puesto que el medio también descubrió que Coinbase Ventures, la división de inversiones de la compañía, tampoco había revelado que tenía intereses financieros en al menos ocho criptomonedas con las que se comerciaba en Coinbase.
Este tipo de operaciones, muy controladas en el mercado bursátil, no están reguladas en el espacio cripto. “Muestra cómo las bolsas de criptodivisas de libre circulación desdibujan las divisiones que se aplican de forma más estricta en los mercados de capitales tradicionales”, según se puede leer en Financial Times.
Tras la publicación, la compañía negó que el consejo de administración tenga ninguna responsabilidad en las decisiones sobre qué criptoactivos se pueden comprar y vender en Coinbase. Además, se comprometió a “mejorar la transparencia” con la que maneja sus operaciones Coinbase Ventures.
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