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Menos excusas para no bajar el IVA de los ebooks al 4%

El libro electrónico tiene un IVA del 21% porque se considera un servicio y no un producto

Paula Corroto

El Gobierno español cada vez tiene menos excusas para no rebajar el IVA de los libros electrónicos. Una sentencia reciente del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) acaba de darle la razón a una editorial finlandesa para que los libros impresos y aquellos que se encuentren almacenados en dispositivos como CD, CDROM o pendrives, tengan el mismo tipo impositivo. Es lo que se denomina neutralidad fiscal, y rompe con la barrera que hasta ahora existía en Finlandia donde los libros en papel se encontraban al 9% y el resto al 23% (el tipo más alto que tiene este país) .

En esta sentencia se dictamina que “cuando lo que le importa al consumidor es básicamente el contenido similar de todos los libros, con independencia de su soporte o de sus propiedades, la aplicación selectiva de un tipo reducido del IVA no estaría justificada”. Además, deja al tribunal nacional de cualquier Estado de la Unión fijar el tipo que desee. Es una lucha por la que comenzó a batallar la editorial finlandesa K OY hace algunos meses y el veredicto acaba de serle ahora favorable.

Lo interesante de esta sentencia del TJUE es que pone de relevancia la contradicción actual que supone que los libros impresos tengan un determinado IVA y los digitales otro. Es lo que sucede en España donde los libros en papel gozan del hiperreducido al 4% mientras que desde 2012 –con la subida del impuesto al consumo- los electrónicos posean el 21%, lo que ha llevado al sector editorial a quejarse ante la propia Unión Europea, ya que resaltan que este gravamen impide que los ebooks tengan precios más baratos.

Hasta la fecha, el Gobierno del PP se ha escudado en la Directiva Europea de 2006 que tasa a los libros electrónicos como un servicio y no como un producto, por lo que no pueden tener el tipo hiperreducido. Así quedó de manifiesto el pasado mes de marzo, la última vez que en la Comisión de Cultura CiU pidió una rebaja del IVA para los ebooks. Según contestó la portavoz del Grupo Popular en dicha comisión, María Ascensión Figueres, no es competencia suya sino de la Unión Europea. Lo que no dijeron es que la propia Directiva de 2006 lo que establece es un techo del impuesto para los servicios, pero no un suelo, por lo que tampoco hay una obligatoriedad de que estén en el 21%.

Un paso más, pero no el definitivo

Esta sentencia europea es, no obstante, un paso más, pero no el definitivo. Así lo estima Antonio María Ávila, director ejecutivo de la Federación del Gremio de Editores (FGEE), quien reconoce a eldiario.es que “sobre las descargas, la UE todavía no se ha movido ni un ápice. Es una sentencia para los CD y pendrives y nosotros ya conseguimos en 2009 que estuvieran al 4% y no al tipo más alto”. En la actualidad, los libros en estos soportes suponen un 10% de toda la facturación, según los datos de la FGEE de 2013.

Sin embargo, cada vez hay más muestras de lo absurdo que es que los libros que se leen en e-readers o tabletas tengan que soportar este gravamen. Francia ya dispuso en 2012 que sus libros en papel y en digital tuvieran el mismo IVA del 5,5%, ganándose un tirón de orejas por parte de la Comisión Europea. Alemania, en vez de posicionarse en contra, ya ha amenazado con hacer lo mismo (en su caso los impresos están al 7% y los electrónicos al 19%).

Los editores españoles han pedido el cambio en numerosas ocasiones, ya que, según ellos, es lo que está ralentizando el despegue de los ebooks. Las cifras de la Agencia ISBN –una especie de matriculación de los libros- muestran que si en 2012 la edición de libros electrónicos aumentó en un 12,54% (2559 títulos), en 2013, después del ‘ivazo’ sólo hubo 323 títulos más registrados. Y la facturación se mantiene en torno al 3%. Eso sí, sin contar los datos de Amazon, ya que la multinacional nunca aporta sus cifras de venta.

“Para que esto cambie tiene que haber una nueva directiva europea que cuente con unanimidad de todos los estados, ya que si, por ejemplo, Malta lo veta, no saldría”, afirma Ávila, quien por otra parte cree que cada vez hay menos ‘peros’ para que esto suceda. “Francia, Italia y España han presionado mucho, y ahora también lo está haciendo Alemania, que es muy importante”, sostiene y confía en que “la nueva Comisión por fin la apruebe ya que en los trabajos preparatorios ya se indica que se debería cambiar”.

Será un paso más en la regulación de un mercado donde actores como Amazon o Apple hasta ahora han utilizado todos los mecanismos para pagar menos impuestos en sus liquidaciones. Sin embargo, a partir de enero de 2015, estas tiendas online también tendrán que facturar según el IVA del país del comprador y no donde se encuentre su sede fiscal. Ahora sólo queda que los ebooks estén al 4% y para ello España puede presionar tanto como han hecho Francia o Finlandia.

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