Ocho restaurantes en Madrid con un sol en la Guía Repsol en los que disfrutar por un precio más económico

Clientes disfrutando de una comida en un restaurante

Raquel Sáez

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La alta cocina no tiene que estar reñida con un precio asequible ni con la innovación, o al menos esa es la filosofía que intentan aplicar los restaurantes que acaban de ser reconocidos con un sol dentro del universo gastronómico de la Guía Repsol. En total, 71 nuevos establecimientos distribuidos por toda la geografía nacional y en los que podemos deleitarnos con reinvenciones de bocados tradicionales, combinaciones curiosas o platos que nos hacen viajar a otros países y culturas. 

En el caso de la Comunidad de Madrid, ocho establecimientos han recibido un sol por cumplir con varias premisas, según los expertos que conformaban el jurado de esta guía: disponen de un servicio atento, tratan con producto de calidad, su precio es asequible para volver en más ocasiones y se lo recomendaríamos a un amigo que quiera pegarse un buen banquete. 

Las ocho propuestas, que nada tienen que ver una con la otra, están en la capital madrileña: Amós, El Gran Asador Lecanda, Haramboure, Kabuki Madrid, Kyoshi Las Cortes, Sen Omakase, Zalacaín y Pabú. 

Amós

Jesús Sánchez intenta trasladar los aromas, los sabores y los paisajes culinarios de Cantabria a Madrid. El cocinero ensalza en su restaurante los productos más populares de esta gastronomía y lo hace con cierta sofisticación, destacan desde esta guía, apreciable en curiosidades como el bikini de bogavante o la merluza en salsa verde de algas.

El Gran Asador Lecanda

La apuesta del cocinero alavés David Lecanda es firme: poner en valor los grandes asadores vascos sirviéndose de marisco de Galicia y del Ártico. Además, este establecimiento destaca por sus viveros propios y por sus más de trescientas referencias de vino.

Haramboure

El cocinero Patxi Zumárraga y Patricia Haramboure han establecido una alianza de lo más exitosa, a juicio de esta guía gastronómica. Juntos han puesto en marcha este afamado bistró donde se entremezclan influencias de las cocinas vascas y francesas. Y todo se puede acompañar con un vino de su buena bodega.

Kabuki

La gastronomía japonesa cuenta con un fuerte valedor, que ofrece una carta sembrada de tatakis, tartares y nigiris, aunque hay otros clásicos de la firma como el bocata de calamares, los platos de carabinero, el nigiri de huevo frito de codorniz con paté de trufa blanca. 

Kyoshi

Según destacan los expertos de la Guía Repsol, en este restaurante del barrio de Las Letras convive la esencia japonesa y los elementos mediterráneos, incluso castizos. El reflejo de todo ello: el amplio muestrario de tipos de sushi que pueden disfrutar sus comensales.  

Sen Omakase

Otro referente en la capital para los amantes de la cocina japonesa. La opción más sugerente: degustar su menú omakase sorpresa, protagonizado por una larga sucesión de preparaciones de sushi y cocina kaiseki, aconsejan estos expertos.

Zalacaín

Zalacaín es un restaurante legendario, pero con aires renovados desde que lo dirige el cocinero Iñigo Urrechu, destaca la guía. El guipuzcoano le da su toque, pero mantiene en carta bocados imprescindibles como el bacalao Tellagorri y las patatas sufladas que sirven de guarnición a patos, pichones y venados.

Pabú

El cocinero Coco Montes defiende “cocina de microtemporada” donde la verdura invade los platos y la influencia francesa es visible en diferentes salsas como la remoulade. Ofrece dos menús degustación y una breve carta con platos diseñados y ejecutados al día con gran protagonismo de hierbas, frutas y hortalizas.

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