El pueblo con menos habitantes de España en el que solo viven tres personas

En el corazón de Castilla-La Mancha, en la provincia de Toledo, se encuentra Illán de Vacas, un municipio que ostenta un récord singular: es el pueblo con menos habitantes de toda España.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), solo tres personas están censadas en esta diminuta localidad, todas ellas miembros de la misma familia.
Apenas cuatro calles sin asfaltar, alrededor de diez viviendas y una iglesia conforman este pequeño rincón de la España vaciada.
Sin embargo, a pesar de su escasa población, Illán de Vacas sigue manteniendo su condición de municipio independiente, con su propia administración y alcalde.
Su ubicación, a 23 kilómetros de Talavera de la Reina y a 46 kilómetros de Toledo, lo convierte en un enclave remoto, aunque accesible, en medio de la meseta castellana.
Un pueblo con más historia que habitantes
A pesar de su tamaño, Illán de Vacas no es un pueblo sin pasado. Su historia se remonta a la época medieval, cuando en el siglo XI se consolidó como un asentamiento agrícola.
Con el paso del tiempo, la despoblación y el éxodo rural han reducido drásticamente su número de habitantes, hasta el punto de convertirlo en el municipio con la menor población de España.
Este fenómeno es una consecuencia de la conocida España vaciada, donde pequeñas localidades ven cómo sus habitantes emigran en busca de oportunidades en ciudades más grandes.
Illán de Vacas es el reflejo de una realidad que afecta a muchas zonas rurales del país, donde la vida sigue un ritmo pausado y la tranquilidad es la norma.
Una curiosidad que atrae a visitantes
Lejos del bullicio de las grandes urbes, Illán de Vacas ha despertado la curiosidad de viajeros y creadores de contenido. El tiktoker @archieted0 visitó el pueblo y entrevistó a uno de sus pocos habitantes, quien relató cómo es la vida en un lugar con más casas que personas.
Además, su peculiaridad ha captado la atención de los medios de comunicación, que cada cierto tiempo lo convierten en noticia por su peculiar demografía y su lucha por no desaparecer.
A pesar de su escasa población, el municipio mantiene sus tradiciones y festividades, como la celebración de San Pedro Advíncula, patrón del pueblo.
El reto de la despoblación
Illán de Vacas es un ejemplo extremo de un problema recurrente en muchas regiones de España: la despoblación. Con una densidad de población prácticamente inexistente, el futuro del municipio depende de iniciativas que fomenten el retorno de habitantes o la llegada de nuevos vecinos.
A día de hoy, este pueblo toledano sigue resistiendo, conservando su identidad y ofreciendo una visión única de la vida rural en su forma más pura. Un rincón de Castilla-La Mancha donde el tiempo parece haberse detenido, pero que sigue siendo testigo de una historia que se resiste a desaparecer.
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