El PNV homenajea al lehendakari Urkulllu, que remarca su “compromiso” con Euskadi y con la “unidad” del partido

El lehendakari, Iñigo Urkullu, nació en Alonsotegi, se crió en Mungia, pero reside en Durango y es afiliado a su 'batzoki' desde 1987. Así, el PNV de esta localidad vizcaína ha organizado este viernes por la tarde un homenaje a su figura nueve meses después de abandonar Ajuria Enea como segundo inquilino más longevo allí después de José Antonio Ardanza. El evento ha congregado en el antiguo convento de San Agustín, ahora centro cultural, a buena parte de sus consejeros -incluido Bingen Zupiria, que continúa en el Gobierno-, a su familia -ahora ya tiene nietos- y a su “amigo” Miguel Ángel Revilla, expresidente de Cantabria, que ha logrado reunir en una misma conversación al actual presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y a quien le relevará en los próximos días, Aitor Esteban, después de un convulso proceso interno. Imanol Pradales, sustituto de Urkullu, no ha llegado a tiempo de su viaje oficial por Estados Unidos, como también se ha excusado a última hora Ignacio Sánchez Galán, de Iberdrola, que sí ha enviado un vídeo, como la expresidenta navarra, Uxue Barkos.

El acto arrancaba a las 19.00 horas, pero casi desde una hora antes han empezado a llegar los invitados. Los primeros, en un microbús, han sido sus exconsejeros bilbaínos Juan María Aburto, ahora alcalde de la ciudad, Gotzone Sagardui, Jon Darpón, Josu Erkoreka y Pedro Azpiazu. Luego han ido llegando más exmiembros del Gobierno vasco como Olatz Garamendi, Estefanía Beltrán de Heredia, Beatriz Artolazabal, Ana Oregi, Ricardo Gatzagaetxebarria o el trío guipuzcoano de Arantxa Tapia, Jokin Bildarratz o Cristina Uriarte. De los 23, faltaban apenas Nekane Murga, Nerea Melgosa y Ángel Toña de entre los propuestos por el PNV, así como los consejeros socialistas que le acompañaron desde 2016 hasta 2024.

La anfitriona ha sido la alcaldesa local, Mireia Elkoroiribe. Además, han acudido la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, la presidenta de las Juntas Generales, Ana Otadui, el director general de EiTB, Andoni Aldekoa, exasesor del lehendakari, y otros de sus más cercanos colaboradores. Ortuzar, quien en 2023 decidió que Urkullu no optara a una cuarta legislatura, ha asistido con buena parte de su ejecutiva, incluidos Mireia Zarate, Mikel Burzako y Joseba Aurrekoetxea. Les quedan apenas un par de semanas en el cargo. Esteban ha llegado con quien será una de sus más estrechas colaboradoras en el próximo Euzkadi Buru Batzar, Maitane Ipiñazar. Ortuzar y Esteban no han coincidido o no han querido coincidir en el 'photocall' en el que volaban los abrazos, los besos y las fotografías.

Ya dentro del auditorio, Ortuzar y Esteban han ido saludando a otros invitados sin llegar a cruzarse. Finalmente, ha llegado Revilla. El expresidente de Cantabria, de personalidad opuesta a la de Urkullu pero con el que ha mantenido una excelente relación, ha propiciado la imagen de ambos líderes nacionalistas juntos. Después ya han mantenido una conversación algo más larga.

Revilla también ha hecho que Urkullu se pusiera en pie del asiento que compartía con su esposa, Lucía Arieta-Araunabeña, y sus hijos para fundirse en un abrazo. “Es el político más serio que he conocido. Y mira que he conocido gente. Es el prototipo de esa seriedad que caracteriza al pueblo vasco”, ha dicho el expresidente cántabro. “Gracias, Miguel Ángel”, ha replicado Urkullu, que ha considerado que Euskadi y Cantabria son comunidades “hermanadas”.

El acto ha arrancado con una interpretación de una sinfonía de Beethoven. El parlamentario guipuzcoano Garikoitz Mendizabal ha tocado el txistu y ha invitado al lehendakari a hacerlo juntos en una próxima ocasión. La representación del PNV guipuzcoano no ha sido muy grande. A un afiliado, Isidoro Sánchez, le han cargado contar anécdotas personales del lehendakari. “¿Anécdota de Iñigo? Iñigo no es un hombre de anécdotas”, ha bromeado. Al final, ha terminado por contar que nunca bebe alcohol y lo ha explicado con una historia “de hace cuarenta años” cuando “apareció en un Renault 5” a presentar a su novia y ahora esposa y no probó el vino que le ofrecieron.

En su parlamento, hecho en euskera y en castellano, ha arrancado con un agradecimiento a los presentes, incluido a “Andoni”. Ha dicho que se negó tres veces a recibir este homenaje, pero se ha mostrado abrumado finalmente. Ha contado que su primer cargo orgánico en Durango fue el de secretario de la junta municipal del PNV, en 1990. “He trabajado por la cohesión social desde un nacionalismo cosmopolita, solidario y abierto”, ha explicado. “Y el mérito no es mío. Es de todos”, ha añadido. Ha querido cerrar su alocución con una referencia velada a la crisis que ha vivido el PNV. Ha asegurado que él mantendrá siempre un “compromiso” con el “pueblo” vasco y “con la unidad del partido”. Aparentemente, no traía preparadas estas palabras. El público, en pie, le ha regalado más de un minuto de aplausos. Después, ha cerrado el acto con un “Gora Euzkadi askatuta!” y un “Gora Euzko Alderdi Jeltzalea!” de viva voz.

Después de una larga sesión de fotos, con una estatuilla con un 'Gure lehendakaria' grabado, Urkullu ha comentado con los periodistas su última frase sobre la “unidad” del partido. Muy comedido, ha indicado que “en el pasado” sí hubo “diferencias” internas “en cuanto al proyecto ideológico” pero es algo que “no sucede en estos momentos”. Simplemente, el PNV ha pensado en quiénes pueden ser “las mejores personas” dentro de su proceso “democrático”. “Estoy convencido de que una vez concluya la asamblea general, todos y todas remaremos ya en la misma dirección”, ha comentado. El PNV celebrará la proclamación de Esteban el 29 y 30 de marzo en Donostia. Urkullu, de su lado, seguirá trabajando en preservar su legado.