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Los trabajadores del Museo Picasso de Málaga desconvocan la huelga y acusan a la empresa de boicotearla

Trabajadores del Museo Picasso de Málaga, durante una protesta

Néstor Cenizo

Málaga —

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Casi un año después de que empezaran a negociar, los trabajadores y la gerencia del Museo Picasso de Málaga siguen sin llegar a un acuerdo para un nuevo convenio que mejore las condiciones laborales de la institución, entre las peores de los grandes museos de España. En pleno Año Picasso, la negociación ha sumido al museo en una conflictividad laboral desconocida desde que se inauguró hace dos décadas, con protestas, episodios chuscos de amedrantamiento por parte del encargado de negociar por la empresa y una huelga desconvocada a última hora, entre acusaciones de prácticas restrictivas con el derecho a la huelga.

Este viernes, el comité de empresa desconvocó las jornadas de paro previstas a partir del lunes, pero registró nuevas convocatorias para los días 26 y 27 de septiembre (Día Internacional del Turismo) y 2 de octubre, cuando se inaugura la exposición El Eco de Picasso. También anunció concentraciones a la puerta del museo y del hotel Miramar, coincidiendo con la preinauguración, la cena de gala y la inauguración de la muestra.

Su pretensión es que el 22 de septiembre el consejo ejecutivo acepte su nueva propuesta, con un aumento de retribuciones cerca de lo aceptado por la empresa y una rebaja de las pretensiones iniciales en el resto de conceptos. Si no lo hace, habrá acciones más contundentes. “No queremos ir a la huelga, pero tampoco nos conformamos con una vuelta atrás”, advirtió este viernes Inmaculada Abolafio, vocal del comité de empresa.

Máquinas expendedoras y tornos

El comité ofrece su mano tendida mientras acusa a la empresa de bordear lo delictivo. Justo antes de la huelga, el Museo ha ampliado las contrataciones temporales que ahora terminaban, ha preinstalado tornos y ha adquirido máquinas de venta de entradas, todavía sin uso pero visibles en el hall. Su instalación limitaría la eficacia de la protesta, por lo que el comité decidió desconvocarla, advirtiendo de que sus asesores jurídicos estudian si constituye una restricción de su derecho de huelga. La posibilidad de llevar esta actuación a la vía penal también podría tener un peso en la negociación.

En paralelo, ha entregado a la empresa una nueva propuesta en la que reduce “considerablemente sus expectativas”. “Un texto a modo de bandera blanca de la paz, que evite el conflicto y permita actualizar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores”, aseguran desde el Comité, que también ha enviado una carta a Bernard Ruiz-Picasso, presidente del Consejo Ejecutivo, en la que le pide que medie para poner fin al conflicto.

En esa misiva, trasladan al nieto del artista el desánimo que reina en la plantilla, la mayoría de la cual entró a trabajar en la institución en el momento de su inauguración. “Los trabajadores nos preguntamos... ¿se va celebrar nuestro 20 aniversario sin hacernos partícipes? ¿Se va a festejar esta trayectoria museística a pesar del desánimo generado? ¿Se van a acometer los importantes cambios del 2024 sin contar con nosotros?”.

El Museo más visitado en Andalucía

Desde hace meses reivindican una mejora en sus condiciones laborales que les equipare con quienes trabajan en otros museos españoles de similar importancia. Con 641.216 visitantes en 2022 y más de ocho millones desde que se inauguró, el Museo Picasso de Málaga es el más visitado de Andalucía, y está entre los diez más populares de España.

Sus trabajadores se quejan de que sus condiciones no reflejan la relevancia que ha adquirido la institución, pionera también en la apuesta de Málaga por el turismo cultural. Esgrimen un estudio comparativo, que refleja que los empleados del Picasso trabajan casi noventa horas más (1743) que la media de otros museos representativos del Estado, como el Thyssen, la Fundación Miró, el Bellas Artes de Bilbao, el Reina Sofía y el Museo del Prado. El estudio muestra que en ninguna de las cinco categorías profesionales se alcanza la media retributiva de esos museos. No cobran trienios, ni tienen planes de jubilación, sus días de asuntos propios no se remuneran, no tienen flexibilidad horaria, la jornada intensiva en verano es la más acotada y trabajan cuatro tardes a la semana, sin posibilidad de teletrabajo.

La gerencia argumenta que ese estudio selecciona la muestra a conveniencia, recoge “datos sesgados” e incluye instituciones de titularidad pública que no son comparables al Museo Picasso. Aun sin ser público, la aportación de dinero público es esencial para el sostenimiento de la institución. El Museo Picasso está regido por la Fundación Museo Picasso Málaga. Legado Paul, Christine y Bernard Ruiz-Picasso, una entidad de carácter privado que es propietaria de la colección, los fondos del museo y del Palacio de Buenavista, donde su ubica. La Junta de Andalucía, que aporta 4,3 millones de euros cada año mediante subvención nominativa, es su principal donante.

Pérdida del 25% del poder adquisitivo

Cuando empezaron a trabajar en el museo, las condiciones estaban entre las mejores en el sector. Pero con el paso del tiempo, han ido quedando desfasadas. En salario, la falta de actualización (y rebaja, durante dos años) durante más de una década ha provocado una pérdida de poder adquisitivo del 25%, según los cálculos de los trabajadores. Aspiran a recuperar el 17% de aquí a 2026. En junio, la empresa aceptó una propuesta apenas medio punto porcentual inferior.

Pero no es solo más salario lo que piden, sino unas condiciones laborales acordes al signo de los tiempos. “Planteamos una reducción horaria que no es la que queremos, pero puede ser un punto intermedio. Y cuestiones de conciliación: que no se trabaje más de siete días seguidos. Y remuneración doble en las horas extraordinarias fuera del horario habitual”, además de una regulación del teletrabajo y una ampliación de las semanas de jornada intensiva, explicó Pepa Babot en una rueda de prensa celebrada este viernes.

Con estas mejoras, el comité cree que la plantilla votaría a favor del nuevo convenio. Hasta ahora, ha secundado las jornadas de huelga más del 80% de los trabajadores. “Llegamos felices, poniendo lo mejor de nosotras y esa situación hoy se ha quebrado”, protesta Blanca Rodríguez, otra de las portavoces del comité. “No nos merecemos el trato que estamos recibiendo después de veinte años. Y eso está causando desmotivación y un ambiente laboral negativo, más allá de la imagen a nivel nacional e internacional”, zanja Babot. 

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