El servicio Ecoprovincia de la Diputación de Zaragoza acaba de cumplir un año reciclando la basura del contenedor verde en los más de 250 municipios adheridos. Desde su puesta en marcha ya ha gestionado y transportado más 85.000 toneladas de residuos.
Antes, toda esa basura se enterraba en un vertedero sin ningún tratamiento previo. Ahora, gracias a Ecoprovincia, se lleva a las plantas de transferencia que la DPZ ha construido por toda la provincia y desde allí se transporta hasta el centro de tratamiento de residuos urbanos de Zaragoza (CTRUZ) para separar y reutilizar la que aún puede aprovecharse.
“Ecoprovincia fue una iniciativa totalmente pionera que nos llevó cinco años de obras y tramitaciones, pero el esfuerzo ha merecido la pena porque ya podemos decir que ha sido un éxito rotundo y un modelo a seguir que nos marca el camino para la puesta en marcha de nuevos servicios en beneficio de nuestros municipios”, destaca el presidente de la Diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero. Ecoprovincia empezó a funcionar con 245 municipios adheridos y actualmente ya son 257.
Sánchez Quero recuerda que la legislación española y comunitaria obliga a los ayuntamientos a reciclar o reutilizar al menos el 50% de sus residuos domésticos y comerciales y que ese porcentaje se va a ir incrementando progresivamente. “Con el servicio Ecoprovincia desde la Diputación de Zaragoza hemos resuelto el problema ambiental que tenían los ayuntamientos zaragozanos, que por sí solos no hubieran podido tratar la basura del contenedor verde para cumplir esos objetivos de reciclaje. Esa es la esencia de la Diputación, apoyar a nuestros pueblos, sobre todo a los más pequeños, y con Ecoprovincia la basura de los municipios zaragozanos recibe exactamente el mismo tratamiento que la de la capital”, subraya la vicepresidenta.
Además, Sánchez Quero recalca que la puesta en marcha del servicio Ecoprovincia ha permitido que en la provincia de Zaragoza ya no haya vertederos en los que la basura se entierre sin ningún proceso de reciclaje previo. “El de Calatayud se colmató sin que hiciera falta construir uno nuevo y el último que quedaba, el de Ejea de los Caballeros, dejó de recibir residuos domésticos en agosto del año pasado”, detalla.
¿Qué es Ecoprovincia?
Ecoprovincia es un servicio público creado por la Diputación de Zaragoza para que todos los municipios zaragozanos puedan reciclar la basura del contenedor verde llevándola al CTRUZ y dejen así de enterrarla sin ningún tratamiento previo.
Para hacerlo posible, la DPZ ha construido seis plantas de transferencia en las que se recibe y se compacta la basura antes de su transporte en camiones hasta el CTRUZ. La última de esas plantas, la de Alagón, se pondrá en marcha en las próximas semanas, pero mientras tanto los residuos de esa zona de la provincia se llevarán temporalmente a la planta de Borja. Desde agosto del año pasado, Ecoprovincia ya da servicio a los 257 municipios adheridos.
La Diputación de Zaragoza adjudicó la gestión de las plantas y el transporte de los residuos a la empresa Actúa Servicios y Medio Ambiente S. L. Ecoprovincia cuenta con 7 cabezas tractoras y 19 semirremolques estancos de 24 toneladas. Cuando se ponga en marcha la última planta de transferencia empleará a 25 personas, entre conductores y operarios.
¿Cómo funciona?
1) Recogida. La recogida domiciliaria se sigue haciendo como hasta ahora según el modelo implantado en cada comarca.
2) Recepción en las plantas. La basura del contenedor verde se lleva a seis plantas de transferencia construidas en Borja, Calatayud, Ejea, La Almunia, Quinto y Alagón (esta última empezará a funcionar en las próximas semanas). Allí se compacta para que ocupe el menor volumen posible.
3) Transporte a Zaragoza. Una vez compactados, los residuos se transportan hasta el CTRUZ en camiones estancos de 24 toneladas.
4) Tratamiento. Ya en el CTRUZ, la basura que todavía puede aprovecharse se separa para ser reutilizaday los materiales que pueden valorizarse se usan para producir biogás, compost, energía eléctrica…
¿Quién lo paga?
La Diputación de Zaragoza paga tanto la construcción de las plantas (6 millones de euros) como el transporte de los residuos hasta el CTRUZ (18 millones en 10 años). Los ayuntamientos solo tienen que asumir la diferencia entre la tasa por usar el CTRUZ y la que pagaban por enterrar su basura en un vertedero.