Otro ‘milagro’ en la iglesia de Latre (Huesca): el rostro del empresario condenado vuelve a ser el de San Matías
San Matías, apóstol y patrón de los arquitectos o de los carniceros, ha pasado de estar representado por el rostro de un empresario condenado por fraude a encarnarse en una figura mucho más prosaica. Los habitantes de Latre (Huesca), una localidad de unos 17 habitantes, asisten con estupor al desarrollo de los acontecimientos en torno a la iglesia de San Miguel, un templo románico del siglo XII al que Eduardo Lacasta Lanaspa se había autoinvitado para formar parte de uno de sus frescos encarnado en la figura del santo. Tras estallar la polémica, el caso sufrió este viernes un nuevo giro y a primera hora de la tarde se descubrió que sobre la cara de Lacasta aparecía ahora otra diferente y mucho más apegada al canon de este tipo de representaciones religiosas.
La cara absolutamente reconocible de Lacasta dejaba paso a otra anónima, con barba entrecana y asimilable al resto de imágenes de esta edificación que pertenece al Obispado de Jaca. Fuentes de esta institución desconocen la autoría de esta reforma, para la que se ha empleado un vinilo que se ha pegado sobre el anterior y ya resulta imposible apreciar los rasgos de Lacasta, condenado a seis años de cárcel por el fraude en el caso de Fincas Atlanta. Se había autoerigido en filántropo y se hizo cargo de la reforma del tejado y las pinturas de la lonja de la iglesia, pero no pidió permiso para ello ni al Ayuntamiento ni al Obispado. Los vecinos de Latre tacharon esta acción de “egocéntrica” más que desinteresada.
Lacasta defraudó más de 45 millones de euros a administraciones públicas y particulares. Fue condenado a 16 años y medio de cárcel por un delito continuado de estafa, insolvencia punible, un delito contra la Hacienda Pública y pertenencia a grupo criminal limados a seis gracias a un acuerdo con la Fiscalía. Como ninguna de las penas superaba los dos años de prisión, solo cumplió tres meses y debió abonar una indemnización de 6,6 millones de euros.
Fuentes municipales apuntan a que el cambiazo se podría haber producido a primera hora de la tarde del viernes, entre las 13.00 y las 16.00 horas, y vecinos de la zona aseguran que vieron al menos un vehículo por los alrededores de la iglesia. Se trató de una acción rápida, pues el uso de pinturas la hubiera convertido en mucho más lenta y el autor o autores accedieron al templo, según consideran estas fuentes, en un periodo de pocos minutos. Ahora se ha previsto un encuentro entre el Ayuntamiento de Caldearenas, municipio al que pertenece Latre, el Obispado de Jaca y vecinos para determinar qué acciones tomar a partir de este momento. El Gobierno de Aragón no tiene potestad para mediar en esta polémica puesto que la iglesia no está protegida como Bien de Interés Cultural (BIC).
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