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Perfil Diputado autonómico del PP y exgerente del Hospital Valdecilla

César Pascual, el 'gurú' sanitario del PP cántabro, en el punto de mira por las adjudicaciones a Ferrovial

César Pascual (Santander, 1957) va a retirarse a final de legislatura de la política y de la vida laboral, pero el pasado no se ha olvidado de él y vuelve a reclamarle explicaciones. Este es el caso del megacontrato que firmó, siendo director gerente del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Santander, para terminar las obras de reconstrucción del hospital y privatizar la veintena de servicios no asistenciales del centro.

Aquí, la palabra Ferrovial es la bicha que vuelve a mentársele una y otra vez, porque Ferrovial fue la empresa que se aupó en 2013 con el mayor contrato hospitalario de Cantabria, que le reportaría a la multinacional 900 millones de euros en 20 años, Ferrovial fue la empresa que obtuvo en 2018 un contrato para el transporte en ambulancia en Madrid (Summa) por el que fue imputado y luego exonerado, y Ferrovial es la empresa en donde trabajan sus hijos con responsabilidades de alta dirección técnica, contratados en fechas coincidentes con la adjudicación de importantes contratos públicos.

Pero, ¿quién es? Miembro de la Real Asociación de los Caballeros de Yuste, César Pascual es un gestor sanitario que ha vivido toda su vida en lo público de la mano del Partido Popular, pero que siempre ha abogado en público y en privado, de palabra y hecho, por la gestión empresarial. Amante de la tecnología sanitaria disruptiva –palabra muy sonora que se suele usar para justificar acuerdos a largo plazo con tecnológicas a las que fiar el futuro sanitario–, es considerado en cierto modo también un hombre 'disruptivo' a la hora de decir a las claras lo que piensa, con un punto provocador en las formas y un fondo que esconde un universo semántico de conceptos equívocos.

Así, dice defender lo público, pero no le duelen prendas en abrir la puerta de grandes hospitales a empresas, por más que reniegue de la palabra privatización; es claramente partidario de ajustes en la gestión, pero protesta si esto se califica de recortes; defiende una buena asistencia al ciudadano, pero está convencido, y lo dice, que hay que restringir la oferta de camas ya que lo contrario incentiva una lista de espera 'infinita'; defiende el libre mercado, pero defiende no menos vehementemente el 'diálogo competitivo' por el cual se restringe el número de candidatos a un contrato. Para él, en definitiva, un hospital es un puntal de un sector económico.

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Cantabria, con buen número de diplomas y másteres en gestión sanitaria, César Pascual ha sido funcionario de carrera del Gobierno de Cantabria, aunque se ha internado en varias ocasiones en el ámbito de la política con el Partido Popular. Fue así director general de Coordinación de la Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, con rango de viceconsejero, durante la Presidencia de Cristina Cifuentes; y fue director-gerente del Hospital de Valdecilla entre 2011 y 2015, cuando la actual presidenta del PP de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ejerció como vicepresidenta y consejera de Sanidad, durante la mayoría absoluta de Ignacio Diego.

La carrera gestora tiene más hitos en su recorrido: ha sido director-gerente en otros hospitales, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas y director general de Bienestar Social en Cantabria durante el mandato de José Joaquín Martínez Sieso (PP). Como profesor ha colaborado con numerosas universidades y escuelas de negocios y es autor de buen número de publicaciones científicas, conferencias y libros.

En 2019 volvió a la política de Cantabria tras su etapa madrileña, figurando como número 7 de la candidatura del PP a las elecciones autonómicas. Elegido diputado autonómico, ha sido portavoz esta legislatura en materia de Sanidad y Políticas Sociales del Grupo Popular. Públicamente anunció su retirada de la política, lo que ha sido acompañado de su retirada de la vida laboral también, pocos meses después de haber obtenido el pasado año, por concurso de méritos, la plaza de jefe del Servicio de Conciertos, Prestaciones y Transporte Sanitario del Servicio Cántabro de Salud (SCS).

“No hay nada inmoral en ser eficientes”

“No hay nada inmoral en ser eficientes: la eficiencia está ligada a la justicia, y necesita autonomía en la gestión”. Esto, que es un mantra en todo gestor conservador, es el pensamiento que ha guiado sus decisiones sanitarias en Madrid y Cantabria. Cuando asumió el control del Hospital Valdecilla, Pascual presumió de hacer dos cosas: tener contacto directo con los profesionales y animarles a realizar ajustes, ajustes desde una óptica empresarial.

La forma de pensar de Pascual quedó plasmada en un documento elaborado en 2015 por el Círculo de la Sanidad [grupo de empresarios y gestores del campo sanitario] durante la etapa de Alfonso Alonso (PP) como ministro del ramo. De entre los 50 expertos y gestores entrevistados, Pascual se alineó perfectamente en la defensa de la gestión de lo público con criterio empresarial –“Creo en la gestión y creo en lo público. Y también en que hay que empresarializar este sector de la Sanidad. Que no privatizar, porque no se trata de venderlo y que pase a manos privadas”–; propiciar vínculos con la industria sanitaria –“Introducir mecanismos de gestión en los grandes centros asociándote a la industria y buscando esos mecanismos en común”–; y apostar claramente por la competitividad y eficiencia –“Hay que buscar 'partners' tecnológicos con los cuales avanzar, mediante acuerdos por vías que te abre la legislación, como la compra pública innovadora a través de los diálogos competitivos, y conseguir comprometer al gobierno”.

Su visión se resume también en una frase que lo dice todo: “Que no me hablen del hospital como un recurso de asistencia, sino como un sector económico de esta región o este país”. Un sector económico en el que la oferta y la demanda pueden ser reguladas como si el gestor político tuviera un acelerador y un freno a sus pies. ¿Cómo? Priorizando, ajustando, reduciendo la oferta. O en palabras suyas para el Círculo de la Sanidad: “La lista de espera es un mecanismo de regulación de la demanda infinita, el otro mecanismo sería cobrar. Como no vamos a cobrar, pues lista de espera. Lo primero que te enseñan cuando te dedicas a gestión es que la oferta en sanidad genera demanda. La única forma de regularla es reducir la oferta, porque así los médicos se ajustan más, priorizan más”.