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El Gobierno propone llevar agua en barcos a Barcelona desde València por la sequía

Oriol Solé Altimira

Barcelona —
3 de febrero de 2024 13:58 h

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Agua en barcos cisterna desde el puerto de Sagunt (València) al de Barcelona para intentar paliar la sequía histórica que vive Catalunya. Esta la solución de emergencia que planteará el Ministerio de Transición Ecológica este lunes en la reunión que mantendrán la vicepresidenta Teresa Ribera y el conseller de Acción Climática, David Mascort.

El traslado de agua en barco desde Sagunt, que ha adelantado El Confidencial este sábado, lo ha confirmado el presidente de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón. “Estoy a favor de la solidaridad hídrica entre regiones”, ha señalado Mazón tras mantener una conversación con Ribera.

A nivel político, Mazón se sitúa como el primer líder autonómico del PP que ha rehuido de forma más clara la confrontación política contra Catalunya y el Gobierno a raíz de la sequía. Lo contrario hizo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, esta semana, en unas declaraciones en las que mezcló la sequía actual que vive Catalunya con la prohibición de las corridas de toros que la comunidad aprobó hace 14 años.

Según ha explicado Mazón, la ministra Ribera le ha garantizado que aumentar la capacidad de la desaladora de Sagunt por encima del 15% para poder traer agua a Barcelona en buques “no tiene ninguna afección para las necesidades de la provincia” de València.

Sequía histórica en Catalunya

La peor sequía de la historia de Catalunya, que ha provocado la caída récord de las reservas de los embalses, ha obligado a la Generalitat a declarar la emergencia. Desde esta semana han aumentado las restricciones para los seis millones de personas que viven área metropolitana de Barcelona.

El traslado de agua en buques cisterna era una vía de emergencia que ya contemplaba desde hace semanas el Govern. El Puerto de Barcelona ya tiene adaptadas las instalaciones para poder recibir barcos con agua tras unas obras que han costado cuatro millones de euros.

Si bien los planes iniciales del Govern pasaban por traer el agua de zonas como Tarragona, Murcia o Marsella, finalmente desde hace semanas se han producido conversaciones entre la empresa de agua en alta de Barcelona y la empresa estatal Acuamed, que gestiona la planta desaladora de Sagunt. 

No sería la primera vez que el Puerto de Barcelona recibe buques llenos de agua potable para consumo de los ciudadanos. Ocurrió en la que era hasta ahora la peor sequía de la historia reciente de Catalunya, la de 2008, que obligó a recibir barcos con agua desde Mallorca y Marsella. Pero fueron solo dos, puesto que justo aquella primavera llovió con fuerza y los embalses se llenaron con rapidez.

Quince años después, por contra, las previsiones indican que en Catalunya no lloverá de forma generalizada al menos hasta primavera y que el resto del invierno será seco, lo que no facilita remitir la emergencia declarada este jueves después de que los embalses de los que dependen Barcelona y su área metropolitana bajarán del 16% de capacidad.

Las nuevas restricciones afectan a más de 200 municipios de la conurbación barcelonesa en los que viven alrededor de seis millones de personas, la gran mayoría de la población catalana. Las medidas implican un tope de consumo de agua por cada municipio de 200 litros por habitante y día (aunque se podrá reducir a 180 y hasta 160 en fases de emergencia II y III).

También se ha suprimido el riego agrícola en un 80% y solo se podrá autorizar para la supervivencia de cultivos leñosos. Para usos ganaderos, la reducción alcanza el 50%, mientras que para usos industriales es del 25%, al igual que para los usos recreativos públicos y privados.

La declaración de emergencia implica además que queda prohibidas la limpieza de vehículos salvo en establecimientos comerciales con sistemas de recirculación de agua así como la limpieza con agua potable de calles, alcantarillado o fachadas. Tampoco se podrán llenar fuentes ornamentales o lagos artificiales.