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Iglesia, cines, gimnasios y discotecas llevan a los tribunales las restricciones de la Generalitat

Barra de una discoteca

Oriol Solé Altimira

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La oposición a las restricciones de la Generalitat para contener el coronavirus en Barcelona ha generado heterogéneos compañeros de estrado. La Iglesia católica, las patronales y gremios de los gimnasios, los cines, los clubes deportivos y las discotecas y locales de ocio nocturno han recurrido ante los tribunales la suspensión de actividades y cierre de locales ordenada por el Govern.

Varios de los recursos, entre ellos el del gremio de cines o los clubes deportivos, contienen una petición de medidas cautelares para que la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) deje en suspenso el cierre de establecimientos. “La situación es desesperante, esperemos que los jueces devuelvan las cosas al sentido común”, expresa la directora del gremio de cines de Catalunya, Pilar Sierra, en declaraciones a elDiario.es.

Los recursos pivotan, en esencia, en la vulneración de derechos fundamentales y la desproporcionalidad y arbitrariedad que los sectores afectados atribuyen a las medidas decretadas por el Govern. A juicio de FECASARM, la patronal de la restauración y el ocio nocturno, la clausura de discotecas y bares musicales y la orden de bares y restaurantes para cerrar a medianoche atenta contra la libertad de empresa.

Para la Iglesia, o al menos para algunos de sus representantes, la prohibición de reunión de más de 10 personas ya sea en el espacio público o en bodas o ceremonias religiosas o fúnebres vulnera la libertad de culto consagrada en la Constitución. Así, el Arzobispado de Barcelona ha hecho caso omiso a la restricción y ha celebrado misas con decenas de feligreses pese a la restricción, lo que ha provocado una crisis entre el president de la Generalitat, Quim Torra, y el cardenal Juan José Omella.

En el caso del sector del deporte, su recurso aglutina varias entidades, como la Unión de Federaciones Deportivas de Catalunya o la Federación Catalana de Natación, y considera que el cierre de gimnasios e instalaciones deportivas es “arbitrario, desproporcionado e injusto” habida cuenta de las medidas de control de aforo y de usuarios que todos los establecimientos ya venían realizando desde la desescalada.

Mismo planteamiento realiza el gremio de cines, que aglutina a 20 salas del área metropolitana de Barcelona. “Los cines son lugares seguros, teníamos normas más estrictas de las que en un inicio nos planteó la Generalitat”, reivindica Sierra. “Tenemos incluso la declaración responsable de cada cine si se detecta que hay un brote de covid”, denuncia.

Sierra explica además que la asistencia a las salas de Barcelona tras su reapertura era muy baja –una media de seis espectadores por sesión–, y que los cines, en aplicación del plan de desescalada, pueden identificar con facilidad a los espectadores en caso de detectarse un brote en una sala. “No puedes ir al cine pero a la esquina tienes las terrazas llenas”, zanja.

Se da la circunstancia además que tanto las federaciones deportivas como los cines han venido negociando los últimos diez días con la secretaría del Deporte y la conselleria de Cultura respectivamente excepciones para retomar la actividad. Desde ambos sectores denuncian que las conversaciones quedan en un punto muerto cuando se debe pasar la prueba del algodón y que el comité de emergencias de Catalunya, el Procicat, suavice las restricciones.

Sierra relata que la maraña de autorizaciones y condiciones que deben afrontar los municipios para implantar excepciones decretada desde el Procicat ha llevado a absurdos como el hecho de que sea el Ayuntamiento de Barcelona quien tenga que avalar que la Filmoteca de Catalunya, propiedad de la Generalitat, pueda volver a abrir.

Fuentes jurídicas consultadas por elDiario.es apuntan a que el recorrido de los recursos dependerá del ritmo de la Justicia y de la política. Las restricciones recurridas decaen este viernes una vez finalizados los 15 días de duración establecidos por el juez. De la Generalitat depende pues extenderlas otras dos semanas o hacer marcha atrás. En este segundo supuesto los recursos judiciales de los distintos sectores perderían sentido.

Por el momento, los recursos han servido al menos para que la Generalitat se abra a plantear algunas excepciones a las restricciones, que este viernes dejarán de están en vigor y para seguir otros quince días precisan de una nueva resolución del Govern. Es el caso, ha indicado Budó, de las limitaciones relacionadas con actividades deportivas y culturales al aire libre, aunque ha evitado precisar si se levantarán los cierres de cines y teatros.

Peor suerte correrá el ocio nocturno. Según ha expresado este martes la consellera de Salud, Alba Vergés, la situación epidemiológica continuará “tensa” en las próximas semanas, lo que la Generalitat relaciona con los encuentros sociales en hogares y bares. Por ello el Govern ha dado un paso más allá y ha prohibido el botellón en toda Catalunya.

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