Mazón cambia la tendencia histórica y baja la inversión en Sanidad: 100 millones menos hasta octubre pese a la inflación
El Gobierno valenciano que preside Carlos Mazón ha reducido en 100 millones de euros el gasto en sanidad entre enero y septiembre del presente ejercicio, rompiendo la tendencia histórica alcista que se registraba desde el año 2019, con la única excepción del año 2022, en el que se registró un descenso en el gasto de 65 millones con respecto a 2021, en parte por los esfuerzos realizados los dos ejercicios anteriores para controlar la pandemia.
Con esa salvedad, todos los años se han incrementado las obligaciones reconocidos desde los 5.197 millones de euros de 2019 hasta los 6.705 millones de 2023, siempre entre enero y septiembre. Sin embargo, en el presente ejercicio, según el visor presupuestario de la Generalitat Valenciana, esta partida ha alcalzado los 6.605 millones de euros, 100 menos que el pasado ejercicio, de los que 30 millones corresponden a inversiones, y el resto a conceptos diversos como personal, gastos financieros o pagos a proveedores. Esta cuantía supone una ejecución presupuestaria del 69,03%, 2,8 puntos menos que el pasado año.
El descenso del gasto es llamativo teniendo en cuenta el incremento de la inflación y que en el presente ejercicio la Conselleria de Sanidad ha asumido la gestión directa de los departamentos de Dénia y Manises, hasta ahora privatizados.
Al respecto, fuentes de UGT han achacado este menor gasto principalmente al capítulo de personal, donde aseguran que no se están autorizando módulos de productividad, es decir, plazas de refuerzo que no se cubren, por ejemplo para reducir listas de espera: “Todas esas plazas sin cubrir empeoran la atención sanitaria pero crean un ahorro importante”, afirman.
Por su parte, desde CCOO han recordado también que, por ejemplo, el plan de cobertura asistencial para el pasado verano contemplaba el cierre de 2.713 camas entre julio, agosto y septiembre, 625 más que en 2023. Además han comentado que se están retrasando inversiones y que otras se abren sin la dotación de personal necesario, como fue el caso de las nuevas urgencias del hospital de Sant Joan de Alicante.
El pasado mes de junio, la Federación de Sanidad de CCOO, la Federació de Serveis Públics de UGT-PV e Intersindical Salut iniciaron una campaña de recogida de firmas en los centros de trabajo para manifestar la disconformidad del personal sanitario con las políticas del Consell de Carlos Mazón en materia sanitaria. Se trata de medidas de recorte presupuestario cuya consecuencia es el debilitamiento del sistema público y la imposibilidad de un desarrollo efectivo y sostenible de la sanidad pública valenciana.
Además, como ha informado este diario, el autoconcierto, el plan para operar por las tardes y reducir la lista de espera quirúrgica, tiene 2 millones de euros menos. Ademas, el Plan de Salud Mental tiene 12 millones de euros menos de los previstos por el Gobierno del Botánico.
Tampoco se ha ejecutado el incremento de plantilla de 995 plazas presupuestado en 2023. Y la no ejecución del incremento de plantilla, según las categorías profesionales que sean, “es un recorte de entre 30 y 40 millones se euros”, según denunció en su momento CCOO.
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