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Paz interna temporal, 'new deal', memes y batalla cultural: así encaran los socialistas valencianos su nueva etapa

Los socialistas valencianos han culminado este fin de semana su proceso de renovación en su congreso extraordinario. El cónclave, con carácter extraordinario, ha sido el XVII de la federación valenciana en 46 años de partido, que marca el inicio de una nueva etapa: será la primera vez que tengan una secretaria general.

La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades y exalcaldesa de Gandía, Diana Morant, es la persona que toma los mandos del partido tras la despedida de Ximo Puig. Arropada por la dirección nacional, clave para conseguir un acuerdo que evitara un enfrentamiento en las primarias, la nueva líder ha confeccionado este fin de semana su equipo. Estas son algunas claves del congreso celebrado durante tres días en Benicàssim, el inicio de su mandato:

Ací estem. Ha sido el lema del congreso, un homenaje a Vicent Andrés Estellés, cuyo centenario se celebra este año. La figura del poeta valenciano ha estado muy presente en el congreso, dando nombre a espacios y llenando discursos. “Ací em pariren i ací estic”, enunció la exalcaldesa de Gandía en su primer mitin oficial. El público clamó “ací estem” cuando la ministra hizo referencia a las políticas culturales de Vox en la Generalitat Valenciana. Habló de la “contrarreforma legislativa” anunciada el pasado jueves y citó la que llaman ley de concordia, “impulsada por el vicepresidente que dice que es orgulloso nieto de los que ganaron la guerra”. “Pues aquí están -respondió Morant- los orgullosos nietos de los que perdieron”. Los delegados se pusieron en pie en una sonora ovación. La Generalitat y las Corts Valencianes han rehusado homenajear al poeta, así que ha sido cosa del Gobierno central programar actos culturales, en un ejemplo de esa acción de contrapeso que han defendido.

Objetivo: 2027. El lema del congreso es también una declaración de intenciones. Tras perder el gobierno autonómico y numerosas alcaldías, los socialistas buscan el rearme y no quieren perder un minuto en preparar las siguientes elecciones autonómicas. Todas las intervenciones en el congreso iban en la misma dirección: presentar a Morant como candidata, construir un liderazgo fuerte y establecer el partido como contrapeso a las políticas de PP y Vox. Lo dijo Pedro Sánchez en el cierre: “Si nos movilizamos, podemos frenar a la derecha y ultraderecha en la Comunitat Valenciana y en España en 2027”.

No hay guerra, no hay tregua. Es el congreso más tranquilo que ha celebrado el partido. Tal vez porque los deberes estaban prácticamente hechos. Se pactó hace un mes un reparto de poder equitativo para evitar las pulsiones fratricidas de 1995. Todos, empezando por Ximo Puig cuando decidió apartarse, tenían en mente el gran trauma que supuso la pérdida del poder autonómico. Sánchez agradeció “el ejercicio de responsabilidad y unidad” a Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa durante su intervención. Morant elaboró una ejecutiva integradora, aunque, como era lógico, se reserva el núcleo duro. Con todo, para algunos socialistas la paz parece una imposición: se muestran contentos hacia afuera, pero un 20% de los delegados no apoyó la ejecutiva. Algunas voces manifestaban que era un congreso a medio gas, recordaban la intervención de Ferraz y echaron en falta un cónclave como antaño, con discusión ideológica y margen de maniobra. El reto de Morant es mantener esa paz pasada la cita electoral, dentro de tres años, para evitar que los damnificados se vuelvan contra ella.

Los alcaldes. El protagonismo de los dirigentes locales es obvio en esta nueva etapa. La mitad de la ejecutiva la ocupan responsables de los ayuntamientos, que serán una de las palancas del partido para hacer oposición a PP y Vox. Son los más cercanos a los militantes y a los ciudadanos, unos perfiles que quedaron en segundo plano en el partido mientras gobernaban en el Consell.

Eduardo Zaplana. El expresidente de la Generalitat con el PP estuvo muy presente en el congreso. El inicio del juicio del caso Erial este jueves, que lo sienta en el banquillo de los acusados, fue la baza perfecta para que los socialistas recordaran el pasado de los populares. El PSPV recuerda constantemente que el actual president, Carlos Mazón, entró a la política de su mano. Por ello, y junto a las leyes presentadas, Morant afirmó: “Estamos ante el peor PP de España: el PP de la Comunidad Valenciana de siempre”.

La guerra cultural. La “contrarreforma” legislativa de PP y Vox, anunciada también el jueves, centró gran parte de las intervenciones. Los socialistas ven en las cinco leyes una amenaza y un intento de “reescribir” la historia reciente, “pone en valor la dictadura franquista”, “volver a asaltar la radiotelevisión pública valenciana”, y rebajar “los controles” contra la corrupción. Además, les acusaron de atacar el valenciano -en la tele y en la ley educativa- y recordaron que Carlos Mazón pactó el gobierno con un “maltratador” en referencia al entonces cabeza de Vox en la Comunitat Valenciana, condenado por violencia familiar. Ante esa amenaza a los derechos, dijeron, serán “un dique de contención”.

Dos Papas. “Durante un tiempo hemos tenido dos secretarios generales, que es como cuando había dos Papas”, bromeó Ximo Puig durante su discurso de despedida. El exsecretario general, ya embajador de España ante la OCDE en París, pronunció un emotivo discurso en el que manifestó que no entendía su vida sin el partido. Puso en valor su legado y pidió a los que se quedan en primera línea seguir luchando por él, contra el populismo y el pesimismo. “Abrimos un ciclo de esperanza combativa”, dijo, para elogiar a Diana Morant. “Os dejo en buenas manos”.

New deal. El expresident no lo puede evitar: es un socialdemócrata de pura cepa. Por eso su discurso de despedida estuvo plagado de referencias a los teóricos de cabecera y al programa de Roosevelt que supuso una inyección económica sin precedentes del Estado norteamericano. Usó también esta referencia en sus discursos tras la pandemia, donde pidió a la sociedad valenciana un acuerdo de reconstrucción, actuar en solidaridad. En el congreso, Puig anticipó un “nuevo acuerdo” en el seno del partido que augura un nuevo acuerdo para el país. Para combatir el populismo, señaló, “tenemos que ir a las causas del malestar. El futuro depende de que demos con la respuesta”.

Esa gente de la que usted me habla. ¿Quiénes son Compromís, Esquerra Unida y Podemos? ¿Sus socios de Gobierno durante ocho años? No, las formaciones que perdieron cerca de 220.000 votos e hicieron imposible la reedición de una mayoría progresista. En las jornadas de los socialistas se habló bastante del Pacto del Botánico y de sus logros, con la construcción de colegios, la universalización de la educación infantil y el fin de las privatizaciones sanitarias como bandera, pero apenas hubo mención a las alianzas progresistas que en el pasado lo hicieron posible y que, tal como va el asunto, serán necesarias para volver a gobernar. Entre la autocrítica, Puig se refirió a la pérdida de votos de sus compañeros como una de las causas que impidieron un tercer mandato -pues los socialistas mejoraron su resultado con 200.000 votos más- y advirtió: “Cuando el electorado progresista se fractura, perdemos todos”.

Dar en la Diana. En el congreso hubo margen para unas notas de humor. Se repartió a los militantes chapas que dibujaban el emoji de una diana, presente en la imagen gráfica del evento. También alguna de “Perra Sánchez”, en alusión a los memes que en origen difundió la derecha y que los socialistas resignificaron. El presidente abrió hace tiempo la vía para el meme, consciente de que el humor también es campo para difundir las ideas. La veda para las bromas con los nombres la abrió el alcalde de Riba-Roja, Roger Raga, en el foro municipalista con la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, cuando dijo que era una Alegría contar con un Pilar del partido. También el presidente del Congreso y alcalde de Cullera, Jordi Mayor, que le pidió de manera informal a María Jesús Montero, ministra de Hacienda, que derogara las leyes de gasto y permitiera a los ayuntamientos utilizar los remanentes de tesorería. “Nos debes una paella”, remató.

Un festival indie. La playlist de los socialistas es de sobra conocida: les gusta el indie español. Vetusta Morla, Love of Lesbian, La M.O.D.A.. A veces suena Zoo, como en la camiseta que llevó la nueva secretaria de relaciones institucionales, Pilar Bernabé. Celebrado en Benicàssim, el congreso de los socialistas valencianos bien podría ser la previa el Arenal Sound. Esta vez, siguiendo la línea festivalera han adoptado en la última década, contó con una actuación en acústico de La Habitación Roja. Es el grupo de L'Eliana que unió a Pedro Sánchez y Diana Morant cuando este se presentó a las primarias, su catapulta a la presidencia del partido y del Gobierno. Otro guiño para cerrar el congreso.