El boom de la gasolina ‘low cost’: Leganés como símbolo de un sector que bate récords

El sector de las gasolineras de bajo coste bate récords. Los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) reflejan que en 2024, las estaciones de servicio independientes siguieron ganando cuota de mercado a las abanderadas, hasta representar más del 45% de la red nacional, frente al 43% que acaparan las instalaciones de Repsol, Moeve (la antigua Cepsa) y BP, los tres operadores con capacidad de refino en España.
La CNMC incluye en las operadoras “independientes” a Ballenoil, líder de las ‘low cost’ que Moeve (la antigua Cepsa) absorbió en 2024, pero la tendencia es clara. Los nombres propios de este boom son empresas como esta, Plenergy (antes Plenoil, adquirida hace un año por los fondos Tensile Capital y Portobello) o la jiennense Petroprix, a la que recientemente Financial Times situaba entre las diez compañías europeas con mayor crecimiento de la última década.
Y si hay un lugar que ejemplifica este auge de las gasolineras ‘low-cost’ ese es Leganés, cuarta ciudad más poblada de la Comunidad de Madrid y la 32 con mayor población de toda España. Este municipio del sur de la capital de España fue señalado por la CNMC hace ya once años, en 2014, por prohibir la apertura de nuevas estaciones de servicio. Varias sentencias judiciales después, su red se ha prácticamente triplicado gracias a la expansión de las 'low cost' en un lapso de poco más de cinco años.
Según el Geoportal de gasolineras del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Democrático, Leganés (194.084 habitantes) cuenta en la actualidad en su término municipal con una red de 29 estaciones de servicio, de las que 10 pertenecen a cadenas de bajo coste. Esta cifra contrasta con la decena escasa de gasolineras que tenía hace una década, cuando la CNMC publicó ese informe.
De acuerdo con los datos del ministerio, Leganés tiene en la actualidad tantas estaciones de servicio como las que existen en la vecina Alcorcón (173.625 habitantes) y más que Fuenlabrada, que tiene una población prácticamente idéntica (190.790 habitantes) y cuenta con 25 gasolineras.
En la también limítrofe Getafe (189.906 habitantes) hay 28 gasolineras; en la cercana Móstoles, la segunda ciudad más poblada de la Comunidad de Madrid (tiene 214.006 habitantes), hay 18 estaciones de servicio. Y en Alcalá de Henares (200.702 habitantes), hay 25, de acuerdo con los datos del Geoportal de Transición Ecológica.
No siempre fue así. Hace ya once años, en marzo de 2014, la CNMC, que entonces acababa de echar a andar, publicó ese inusual informe (por específico) de su departamento de Promoción de la Competencia que elevaba a Leganés a la categoría de lo que no debe hacerse si se quiere impulsar la competencia. El documento dejaba claro que algo extraño pasaba en la ciudad pepinera, que entonces solo tenía una decena de gasolineras, todas bajo las marcas de Repsol, Cepsa y BP.
No existían estaciones independientes, “un hecho llamativo, no observado ni en otros municipios estudiados ni en los colindantes, en particular teniendo en cuenta que el municipio cuenta con 8 polígonos industriales y con 4 grandes centros comerciales”, como destacó entonces la CNMC.
El organismo advirtió de la “menor presión competitiva sobre las estaciones de servicio allí instaladas” y reclamó al municipio que eliminase por “desproporcionada y contraria a la competencia” una moratoria a la instalación de nuevas gasolineras aprobada en julio de 2013, meses después de que el Gobierno central (del PP, como el alcalde de entonces) aprobase un Real-Decreto Ley para tratar de agilizar la apertura de nuevas estaciones de servicio y reducir el poder de mercado de las grandes del sector.
Cuando se aprobó esa moratoria el alcalde de Leganés era el popular Jesús Gómez, conocido en el pueblo por no haberlo pisado apenas antes de que su partido le incluyera en las listas para las municipales de 2007, y que se encargó durante años de escribir los discursos a la que fuera presidenta madrileña, Esperanza Aguirre.
Tales eran las trabas que ponía al sector el consistorio (en ese momento con el PP y antes, con el PSOE) que en 2017 un juzgado leganense llegó a admitir a trámite una denuncia por prevaricación presentada por Ballenoil y Petroprix contra el Ayuntamiento en la que la patronal de las gasolineras independientes, AESAE, cifraba en 87 millones de euros el perjuicio para los vecinos del municipio.
En noviembre de 2017, un análisis de El Confidencial mostraba que Leganés, con su decena escasa de gasolineras, contaba con 0,48 estaciones de servicio por cada 10.000 habitantes, el índice más bajo de toda la Comunidad de Madrid.
Un tapón que solo logró desatascarse a través de los juzgados. Por la vía de lo contencioso-administrativo, Ballenoil logró en 2019, después de nueve años de pleitos, que el Tribunal Supremo obligase al Ayuntamiento a concederle la licencia que le había denegado en 2010, cuando el municipio estaba gobernado por el socialista Rafael Gómez Montoya. Entonces, esta empresa contaba con un centro de lavado en uno de los polígonos industriales de la localidad y quiso instalar sus primeros surtidores allí para completar su servicio en el municipio. Tenía todos los informes favorables, pero algo se torció a última hora.
Tras esa sentencia del Supremo, Ballenoil logró abrir su primera gasolinera en Leganés en octubre de 2019. Hoy la actual filial de Moeve cuenta con cuatro estaciones de servicio allí, más que Plenergy (que tiene tres y abrió la primera en el municipio en octubre de 2022) o Petroprix, que abrió la primera en esa ciudad en 2019 y actualmente tiene dos. No obstante, estas cadenas siguen todavía lejos de Repsol (seis) o la propietaria de Ballenoil desde el año pasado, la antigua Cepsa, que tiene cuatro.
Ballenoil no se conformó con esa sentencia del Supremo. El 1 de junio de 2020, en plena pandemia y ya instalada en la ciudad, presentó una reclamación de responsabilidad patrimonial contra el Ayuntamiento por los perjuicios que le provocó la denegación de la licencia de esa gasolinera. Su reclamación fue rechazada por el Consistorio por siniestro administrativo y la empresa acudió a la justicia ordinaria, que en primera instancia la desestimó en 2022 a través del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 14 de Madrid.
Pero en febrero de 2023 la hoy filial de Moeve logró que la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) reconociera su derecho a recibir del Ayuntamiento una indemnización de 1.852.645,51 euros: 278.056,46 euros por el alquiler de la parcela que había arrendado para instalar esa gasolinera y otros 1.574.589,05 euros en concepto de lucro cesante.
“Absolutamente indignante”
La sentencia se apoyó en ese informe de la CNMC, según los jueces, “harto significativo de las circunstancias concurrentes de cierre de mercado de distribución de carburantes en el municipio” durante esos años. El TSJM hizo suyos los argumentos de Ballenoil, que consideraba “absolutamente indignante” la conducta del consistorio, que no ha atendido a elDiario.es.
En su reclamación contra el Ayuntamiento, Ballenoil expuso cómo “tuvo que sufrir el cierre de mercado impuesto por el Excmo. Ayuntamiento de Leganés en favor de un puñado de gasolineras de los grandes operadores, con diversas artimañas”, y “no pudo obtener la licencia de actividad a la que tenía derecho sino hasta ocho años después del momento en el que se le debería haber concedido”.
El expediente, expuso, adoleció de “numerosas irregularidades”, que incluyeron “la desaparición de informes favorables y presiones políticas acreditadas y la dilación injustificada de una licencia que debió estar otorgada en el año 2012, ante la existencia ya en dicho momento de los correspondientes informes favorables necesarios”.
Varias denuncias y sentencias después, Leganés ha dejado de ser una anomalía para llenar el depósito y muestra cómo ha cambiado el sector en una dinámica que se aceleró tras las subidas récord de precios que se registraron en 2022 por el inicio de la invasión de Ucrania. En 2023, con Ballenoil todavía como compañía independiente, las tres grandes se vieron superadas por primera vez en número de gasolineras por las estaciones de servicio que no tienen un contrato de suministro al por mayor en exclusiva con un operador.
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