La decisión de La Caixa y Sabadell de volver a Catalunya abre la puerta a más cambios de sede

Un cambio en el clima político que ha impulsado un giro en las decisiones corporativas. En poco más de un mes, dos de los grandes nombres del corazón financiero de Catalunya, el Banco Sabadell y la Fundación Bancaria La Caixa, junto a su brazo inversor Criteria –principal accionista de Caixabank– han decidido volver a trasladar su sede. Lo harán siete años después de marcharse por el proceso soberanista.
La decisión de ambas abre la puerta a que haya más movimientos en la misma dirección, aunque, al menos por el momento, la sede social de Caixabank se va a mantener en la Comunitat Valenciana y otros grandes del Ibex como Naturgy –también participado por CriteriaCaixa– aún no se han pronunciado.
Diferentes cálculos –basados en datos de los registros mercantiles– señalan que varios miles de sociedades decidieron cambiar su sede a partir de 2017, de ahí la relevancia de las decisiones de dos tótems corporativos. Entre las firmas que se marcharon hay enseñas muy conocidas y con miles de clientes en toda España como Banco Mediolanum, Applus+, Inmobiliaria Colonial, Abertis, Allianz, Catalana Occidente, Cellnex, Grupo Planeta, Pastas Gallo, Codorníu, Hotusa o eDreams, entre muchos otros.
El regreso de la Fundación Bancaria La Caixa es un “gran paso” para que Catalunya “vuelva a ser la locomotora de la economía española”, celebró este miércoles el presidente de la patronal catalana, Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre. “Siempre hemos mantenido una actitud de prudencia sobre esta cuestión, pero desde que asumí la presidencia de Foment del Treball siempre dije que regresarían empresas antes de que terminara nuestro segundo mandato y así está siendo”. Lo mismo opina la patronal de las pymes catalanas. “Es un movimiento natural y coherente con la importancia económica y empresarial de Catalunya”, ha asegurado esta asociación.
También el Gobierno ve bien el regreso de CriteriaCaixa. “Es una muy buena noticia y una señal más del impacto positivo de la normalización de la situación política y económica en Catalunya”, señalan fuentes del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa.
La primera empresa de calado que dio el paso para volver a Catalunya fue la cementera Molins. La compañía anunció en diciembre de 2024 que localizaba su sede social en Sant Vicenç dels Horts (Baix Llobregat), donde tiene una fábrica, tras trasladarse a Madrid por el proceso independentista. El 20 de octubre de 2017, la firma decidió mover la sede a Madrid ante la “inseguridad” causada por la situación política.
Sabadell abrió el camino entre los grandes
Ahora bien, el primero entre las grandes compañías que cotizan en el Ibex en moverse de vuelta fue el Banco Sabadell. A finales de enero, comunicó su intención de volver en un contexto marcado por la oferta de compra (OPA) lanzada por BBVA. Un paso que se ha percibido como un movimiento defensivo justo en el momento en el que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) está analizando cómo puede afectar la integración de dos de las mayores entidades de España y, también, su afectación al territorio.
De hecho, en estas últimas semanas, Sabadell ha querido dejar claras sus raíces. “La sede del Banco de Santander está en Santander, la sede del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria está en Bilbao, la sede del Sabadell está en Sabadell”, argumentó el consejero delegado del banco catalán, César González-Bueno, durante la última presentación de resultados del banco.
El máximo responsable de Sabadell también reconoció que el banco llevaba tiempo meditando su regreso y que ha tratado de hacerlo con “el menor ruido” y alejándolo lo más “posible de un eventual momento de canje” de acciones, es decir, del momento en el que los accionistas de Sabadell tengan que decidir finalmente si venden.
“Ya no se dan las circunstancias que causaron el traslado”
En 2017, la Fundación Bancaria La Caixa argumentó que se llevaba su sede social a Palma “mientras” se mantuviese “la actual situación en Catalunya”. Ahora, siete años después afirma que su traslado y el de su brazo inversor Criteria “se toma atendiendo a que ya no se dan las circunstancias que causaron el traslado temporal de dichas sedes a la ciudad de Palma”, justifica a través un comunicado. Y, de nuevo, quiere dejar claro sus lazos con el territorio. Habla de un “firme compromiso con sus raíces”.
Quien, al menos de momento, no tiene intención de cambiar su sede es Caixabank, de la que CriteriaCaixa controla más del 31% del capital. Otro 18% está en manos del Estado, a través del FROB. “Seguimos en València. Nuestra vocación no tiene plazos, por eso hablamos de un carácter indefinido, ese es el camino para nosotros”, repitió en varias ocasiones su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, en la rueda de prensa de presentación de resultados donde se le preguntó en múltiples ocasiones sobre si están pensando o no en una mudanza.
En su caso asumió que el clima “ha mejorado” y se vive un “proceso de normalización” que es “bueno para todos”, pero “estamos donde queremos estar”, repitió. “Decidimos adecuado reconocer las raíces con los territorios, mantener la sede y la profunda raíz con València”, indicó Gortázar.
Caixabank se aferra a la Comunitat Valenciana, mientras queda por ver qué hará otras participadas por CriteriaCaixa, donde esta última tiene una participación de control, como es Naturgy, de la que posee más del 26% del capital y que cambió su sede Madrid, o donde tiene otras participaciones relevantes, con un 17%, en otra compañía que también se marchó de Catalunya como inmobiliaria Colonial.
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