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El 'boom' del hidrógeno: ¿energía sostenible o lavado verde de la industria del gas?

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
7 de diciembre de 2020 06:00 h

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¿Energía sostenible o lavado verde de la industria del gas? ¿Cuento de hadas o de terror climático? El hidrógeno es una industria en pleno apogeo. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo hace algo de dos meses en su discurso del estado de la UE: “Quiero que los fondos de recuperación creen nuevos valles de hidrógeno europeos para modernizar nuestras industrias, impulsar nuestros vehículos y dar nueva vida a las áreas rurales”.

Un análisis elaborado por la entidad Corporate Europe Observatory (CEO) con más de 200 documentos obtenidos a través de los portales de transparencia evidencia el lobby de la industria del gas en la UE. La primera fase pasaba por convencer a la UE de que adoptara el hidrógeno como el combustible “limpio” del futuro. “Una vez hecho, viene a continuación el apoyo político, financiero y regulatorio para una economía basada en el hidrógeno”, explica Belen Balanyá, investigadora de Corporate Europe Observatory.

La segunda tarea ha sido asegurar el apoyo para el hidrógeno derivado de combustibles fósiles, así como el hidrógeno producido a partir de electricidad renovable. “El lobby ha conseguido que la industria del gas se asegura un futuro lucrativo, lo cual representa un grave peligro para el clima, así como para las comunidades y ecosistemas afectados por el extractivismo de combustibles fósiles”, sostiene el informe de CEO: “El lobby del hidrógeno, cuyos principales actores son las empresas de gas fósil, ha declarado un gasto anual de 58,6 millones de euros para intentar influir en la formulación de políticas de Bruselas, aunque se sospecha que es una subestimación enorme”.

Así, la ONG ha averiguado que la industria del hidrógeno se ha reunido con los comisarios europeos Frans Timmermans; vicepresidente de Pacto Verde; Kadri Simson, de Energía; y Thierry Breton, de Mercado Interior, con sus gabinetes y directores generales hasta en 163 ocasiones para tratar asuntos energéticos entre diciembre de 2019 y septiembre de 2020. Esta cifra contrasta con las 37 reuniones para hablar sobre energía mantenidas por funcionarios de alto rango de la Comisión Europea con las ONG.

Puertas giratorias

Pero no son sólo reuniones de lobby. También hay puertas giratorias: el exdirector general adjunto de Energía Klaus-Dieter Borchardt, uno de los funcionarios más influyentes de la Comisión Europea en materia de gas e hidrógeno, dejó su cargo en octubre después de 33 años en el Ejecutivo comunitario, para incorporarse al bufete de abogados Baker McKenzie. Una firma en la que también trabaja Christopher Jones, quien también fue director general adjunto de Energía de la Comisión Europea hasta convertirse en miembro principal del equipo de Hidrógeno de McKenzie.

La firma de relaciones públicas FTI Consulting, la misma empresa expuesta en Estados Unidos por crear falsas organizaciones sociales a favor de los combustibles fósiles por encargo de Big Oil and Gas, ha sido clave en la creación del lobby del hidrógeno, explica Corporate Europe Observatory: está detrás de Hydrogen Europe y del Hydrogen Council, los grupos de presión responsables de crear el boom del hidrógeno.

“FTI Consulting creó grupos con nombres como Texans for Natural Gas que apoyó el fracking, y el 'Arctic Energy Center', que aboga por la perforación en aguas de Alaska y el refugio de vida silvestre del Ártico”, explica el informe: “En Europa, entre los clientes de FTI se encuentran Gas Naturally, Eurogas, el Trans-Adriatic Pipeline (TAP) y ExxonMobil, que le pagó hasta 900.000 euros en 2019. El Hydrogen Council no es solo un cliente, sino que lo gestiona directamente FTI”.

Weber Shandwick, la empresa de relaciones públicas detrás de GasNaturally, “incluye entre sus clientes la Plataforma Cero Emisiones, Repsol, Shell, Toyota, ENI, Neste Oil, Gas Natural Fenosa (Naturgy), Snam y Statoil. Fleishman Hillard es otra firma de relaciones públicas con muchos clientes que presionan por el hidrógeno, como ENTSO-G, Fuels Europe, IOGP, Air Liquide y Tata Steel. Y Eurogas, otra voz fuerte de la industria del gas en Bruselas, está utilizando con entusiasmo el globo del hidrógeno para impulsar más gas fósil, y ha promovido con éxito el hidrógeno azul como combustible limpio. Con una dirección que incluye a las principales empresas de petróleo y gas como Shell, Equinor, Eni, Naturgy y Total, la misión declarada de Eurogas es 'fortalecer el papel del gas en la combinación energética'. El actual secretario general James Watson, quien fue director en Weber Shandwick, la misma empresa detrás del lanzamiento de GasNaturally”.

En este sentido, la estrategia europea del hidrógeno de la Comisión Europea, publicada en julio de 2020, “es preocupantemente similar a las demandas del grupo de presión Hydrogen Europe, incluidos los objetivos y las inversiones necesarias para el hidrógeno tanto dentro como fuera de la UE, industria cuyo coste asciende a 430.000 millones de euros para 2030”, afirma la investigación de CEO: “La Comisión Europea ha puesto a la industria del gas al frente de muchos nuevos organismos centrados en el hidrógeno, como la Clean Hydrogen Alliance, encargada de elaborar una lista de proyectos de hidrógeno elegibles para fondos públicos, en un evidente conflicto de intereses”.

“La industria del hidrógeno ha tenido acceso a más de mil millones de euros en fondos públicos para sus proyectos entre 2014 y 2020 gracias a la asociación de investigación público-privada Pilas de combustible e hidrógeno: empresa común, entre la Comisión Europea e Hydrogen Europe”, afirma la investigación: “La alianza ha sido clave para crear el boom del hidrógeno, así como para garantizar un mayor flujo de fondos públicos a los miembros de Hydrogen Europe en los próximos años. Los proyectos de hidrógeno ahora disfrutarán del apoyo regulatorio y financiero de la UE, en línea con la estrategia europea del Hidrógeno y la estrategia industrial de la Comisión Europea, entre otros, y serán promovidos en las próximas revisiones de las Redes Transeuropeas de Energía (TEN-E) y del reglamento y la directiva de Energías Renovables. Los proyectos relacionados con el hidrógeno también disfrutarán de acceso a fuentes de financiación de la UE nuevas y existentes, como el Plan de Inversión Sostenible, el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, el Mecanismo Conectar Europa y mediante normas revisadas sobre ayudas estatales como los proyectos importantes de interés común europeo (IPCEI)”, lo que permite saltarse los topes de las ayudas de estado a proyectos privados.

“La tecnología fallida de 'captura, almacenamiento y uso' está resucitando”

Por todo ello, el estudio concluye que “la tecnología fallida de 'captura, almacenamiento y uso' (CCSU) está resucitando y está recibiendo apoyo político, financiero y regulatorio para que la UE pueda justificar la inclusión de hidrógeno basado en combustibles fósiles en sus planes climáticos para 2050”.

“Mientras tanto”, dice la investigación, “continúa la batalla de los grupos de presión sobre el vasto mecanismo de recuperación y resiliencia de la UE por valor de 672 500 millones de euros. La industria del gas quiere mantener la puerta abierta en este fondo para proyectos de gas fósil. Así, los líderes de la UE recibieron una carta el 19 de octubre de 2020 de más de 50 empresarios de la industria (incluidos BP, Enagas, Fluxys, Total, Repsol, Eurogas, Gasnaturally , IOGP y Gas Infraestructure Europe) para 'respaldar herramientas políticas ambiciosas y pragmáticas que permitirán la ampliación de todas las opciones de descarbonización que serán necesarias para lograr la neutralidad de carbono para 2050, incluidos los gases naturales, renovables y descarbonizados y las tecnologías CCSU'.

Tanto el hidrógeno azul como el verde han recibido el visto bueno para recibir dinero del Fondo de Recuperación y Resiliencia, señalados como una salida “limpia” de la crisis. “Es comprensible que el lobby Hydrogen Europe se haya sentido satisfecho: antes de que se anunciara la estrategia europea del Hidrógeno de la Comisión Europea, anunció a sus miembros que se iba a presentar 'un plan masivo en junio/julio', con ”enormes ('nunca vistas') cantidades de dinero' para las cuales el 'hidrógeno el sector necesita estar listo“.

La industria, explica el estudio de CEO, ha rebautizado la red de gas fósil “sobredimensionada e infrautilizada” de la UE como la “futura 'columna vertebral del hidrógeno' de Europa, mezclando pequeñas cantidades de hidrógeno en los gasoductos existentes a corto plazo y reutilizándolos para el hidrógeno a largo plazo. La Comisión Europea parece apoyar los planes de la industria de construir y operar infraestructura de gas fósil para que continúen como antes”.

“El Hydrogen Backbone está siendo utilizado por la industria y los Estados miembros para resucitar megaproyectos controvertidos como el gasoducto franco-español-portugués MidCat de gas fósil, que fue rechazado por motivos climáticos y desapareció de la última de infraestructuras prioritarias avalada por la Eurocámara y que incluía proyectos de combustibles fósiles”, explica Belen Balanyá, investigadora de Corporate Europe Observatory.

El informe sostiene que los Estados miembros europeos “también se están uniendo al boom del hidrógeno, y por medio de estrategias nacionales y financiación sustanciosa: Alemania ha prometido 9.000 millones de euros, con 2.000 millones para gastar en proyectos internacionales. Y lo ha hecho mientras ha sido presidenta rotaria de la UE ”para actuar como un fuerte aliado del lobby del gas y promover el hidrógeno azul a pesar de la oposición pública a los combustibles fósiles“, afirma el documento.

En efecto, la UE parece haberse subido al tren del hidrógeno a toda máquina, adoptando el hidrógeno como el combustible “limpio” del futuro y prodigándolo con apoyo político, financiero y regulatorio. Sin embargo, en la actualidad, “menos del 0,1% del hidrógeno producido en Europa proviene de electricidad renovable o baja en carbono. Si bien el hidrógeno se presenta como una panacea climática, el lobby concertado de la industria del gas ha asegurado que durante las próximas décadas cruciales, al menos, la tan publicitada 'economía del hidrógeno' de Europa impulsado por hidrógeno elaborado a partir de combustibles fósiles contaminantes en lugar de electricidad renovable. En cuanto al hidrógeno 'verde' prometido, la industria y la UE planean obtener la mitad de él en Ucrania y el norte de África, continuando la relación neocolonial que ha caracterizado la política energética de la UE hasta hoy, extrayendo recursos dejando atrás lo político, social, e impactos ambientales”.

“Europa tiene la oportunidad de transformar su sistema energético”, dice el informe, pero “en lugar de tratar de descarbonizar nuestro sistema de gas apostando por tecnologías no probadas como la captura y almacenamiento de carbono o el hidrógeno verde, que no se puede entregar de manera sostenible en las cantidades necesarias, necesitamos una transición justa para planificar una eliminación gradual de todos los combustibles fósiles y su infraestructura, de acuerdo con la ciencia y anteponiendo a las comunidades y los trabajadores a las ganancias corporativas”.

La elegibilidad de los proyectos de hidrógeno según las reglas del IPCEI ha provocado una avalancha de hidrógeno por parte de los gobiernos nacionales y la industria, alerta el Corporate Europea Observatory: “Se están elaborando estrategias de hidrógeno en las capitales nacionales, con importantes compromisos de financiación: España promete 8.900 millones para su estrategia de hidrógeno; el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, ha propuesto 7.000 millones; Italia, 3.000 millones; y Alemania ha prometido 7.000 millones a escala federal y otros 2.000 millones para proyectos internacionales de hidrógeno, incluido Marruecos”.

“Justificar infraestructuras de gas fósil”

Si bien algunos proyectos serán hidrógeno verde, otros definitivamente no lo serán. En la tercera reunión de Hydrogen Energy Network (grupo informal de expertos creado por la Comisión Europea compuesto por representantes de los ministerios a cargo de la política energética en los Estados miembros de la UE) en mayo de 2020, el gobierno holandés pidió “no descartar el hidrógeno azul” , recoge el informe de CEO, que alerta de que la apuesta por el hidrógeno “también se está utilizando para justificar infraestructuras de gas fósil existentes, así como las ya descartadas. Bajo el nuevo disfraz del hidrógeno, Portugal quiere que España y Francia revivan el controvertido proyecto del gasoducto MidCat, abandonado en 2019 de la lista PCI de proyectos de infraestructura por parte de los reguladores por motivos climáticos”.

El informe de Corporate Europea intenta demostrar “cómo la industria del gas promociona actualmente el hidrógeno renovable junto con el hidrógeno supuestamente bajo en carbono, limpio y descarbonizado. El resultado de caer en esta peligrosa distracción será mantener el gas fósil en el mix energético durante las próximas décadas, con dramáticas consecuencias”.

El informe defiende que “sólo hay una forma de abordar el cambio climático, y es dejar los combustibles fósiles de lado, incluido el gas. Las empresas de gas son plenamente conscientes de esto, pero su visión central sigue siendo el bombeo de gas fósil en el futuro, con una pequeña capacidad de gas renovable que les da la cobertura de la sostenibilidad”. La Comisión Europea y los gobiernos nacionales “también son conscientes de esto”, dice el documento, “sin embargo, se han embarcado en un frenesí regulatorio y financiero para allanar el camino a las ambiciones de la industria e inflar aún más el globo del hidrógeno, que no busca transformar, sino adaptarse y reforzar el statu quo”.

Además, el informe señala que “proyectos a gran escala, como los megadesarrollos solares en el Sáhara o la presa Inga en la República Democrática del Congo, se construyen para servir a los consumidores europeos sin cuestionar las necesidades energéticas de las personas que viven en esas comunidades, ni los costes sociales o ambientales, ni la carga de la deuda que pueden generar los esquemas financieros multimillonarios. ¿Y a costa de quién? El modelo del hidrógeno solo profundizará la dependencia de Europa de la importación de fuentes de energía de fuera de las fronteras europeas, ya sea gas fósil o energía renovable a gran escala”.