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Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

La caída de los resultados educativos en Euskadi es real y es grave

Un colegio de Vitoria.
1 de abril de 2025 21:45 h

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En diciembre de 2016, la comunidad autónoma vasca despertó sobresaltada de lo que hasta entonces había sido un dulce sueño en materia educativa. En lo que iba de siglo, Euskadi había sido capaz de obtener buenos resultados de aprendizaje en las pruebas internacionales PISA. Estábamos situados cerca de las potencias educativas europeas, y en la zona alta de las otras CCAA, con la ventaja de tener un abandono escolar temprano mucho más bajo, fruto en parte de nuestra virtuosa Formación Profesional. Traducíamos mucha escolarización en bastante calidad del aprendizaje. Pero desde aquel mes de diciembre, las cosas se torcieron.

La evaluación externa es un instrumento esencial de los sistemas educativos modernos. Estas pruebas capturan algo muy importante. Capturan el conocimiento que una sociedad trasladada a sus escolares: algunas naciones dan más prioridad a esto más que otras, y cuando lo hacen, observamos como algunos sistemas educativos mejoran en este tipo de métricas. Existe amplia evidencia científica que explica que lo que marca el progreso económico y social de las naciones no son los años de escolarización, sino la calidad del aprendizaje. Que una mayor habilidad cognitiva en estas pruebas amplía automáticamente el nivel educativo post-obligatorio. Y que, a igualdad de nivel de titulación, un alumno con mayores competencias cognitivas tiene una mejor inserción laboral. También a mayor bienestar social en la vida adulta, a mejores resultados de salud o a mayor participación en sociedad. La escolarización es obviamente necesaria, pero lo que marca la diferencia es el aprendizaje.

En Euskadi, hemos tenido una amplia tradición de medir el aprendizaje de nuestros escolares, tanto con pruebas propias como con pruebas ajenas. Tras dos décadas de gran esfuerzo evaluador, a continuación, resumo la evolución de cada una de ellas y trataré de dar sentido a lo ocurrido.

Lo que realmente muestran los datos

PISA

En las pruebas PISA de la OCDE, las pruebas muestrales en las que participa entre un 15% y un 20% del alumnado vasco de 15 años, los resultados mejoraron en las primeras pruebas, y luego empeoraron mucho en las 3 últimas ediciones. Si comparamos los últimos resultados de 2022 con los de 2003, la caída es de 31 puntos en lectura, 20 en matemáticas y 15 en ciencias. Si lo hacemos con respecto a la cúspide de resultados en 2009 y 2012, la caída máxima es de 32 puntos en lectura, 28 puntos en matemáticas, y 26 en ciencias. Es importante recordar que, según la OCDE, entre 25 y 30 puntos equivalen a un curso completo de aprendizaje. También que cambios inferiores a ocho puntos pueden considerarse estadísticamente no significativos.

Estos resultados se han dado en un contexto de caída de resultados en muchos países: desde el comienzo de las pruebas, de los 23 países OCDE que han participado en todas las ediciones, la caída ha sido semejante en matemáticas (22 puntos desde 2003) y ciencias (15 puntos desde 2006) respecto a la de los alumnos vascos, pero menor en lectura (18 puntos desde 2000 en vez de 31 en Euskadi). Pero si tomáramos el pico de 2009-2012 de la educación vasca, la comparativa sería peor.

Por su parte, la media de España ha caído menos que Euskadi: 19 puntos en lectura desde 2000, 12 puntos en matemáticas desde 2003 y 2 puntos en ciencias desde 2006. Euskadi ha perdido por completo su ventaja académica media (que rozaba los 20 puntos entre 2009 y 2012 de media) para situarse por detrás de la media estatal en 2022. Los malos resultados de lectura de 2022, por cierto, son los de la cohorte que realizó 6 años antes la prueba de PIRLS, lo que, como veremos, también fueron bajos.

Evolución de los resultados PISA en Euskadi

TIMSS

Las pruebas TIMSS (organizadas por la IEA – International Education Association) son parecidas a las de PISA, pero están más centradas en medir el conocimiento matemático y científico y algo menos la aplicación de ese conocimiento. Los alumnos vascos de 2º de ESO obtuvieron unos resultados por debajo de la media de los participantes en 2003 y lograron llegar a la media en 2007. Euskadi no volvió a participar en TIMSS después de 2007, lo cual tenía cierto sentido al coincidir con los mismos cursos de las Evaluaciones Diagnóstico Censales del Gobierno Vasco, en fase de creación en aquellos años.

PIRLS

PIRLS es el TIMSS para la competencia de lectura de la IEA para alumnado de 4º de Primaria. Euskadi solo participó en la prueba de 2016 y fue la comunidad autónoma de las siete que cosechó peores resultados, por detrás de Andalucía y Cataluña y a 30 puntos de Asturias, la Rioja, Castilla y León o la Comunidad de Madrid. Euskadi no volvió a participar en la edición de 2021, a pesar de que las otras seis CCAA repitieron y otras se sumaron.

Evaluaciones Diagnóstico Censales (EEDD censales)

En 2009, en el marco del proceso de la nueva Ley Orgánica de ámbito estatal (LOE), Euskadi dio un importante salto en la evaluación de los aprendizajes de sus alumnos, creando las evaluaciones diagnóstico de 4º de Primaria y 2º de ESO que todos (o casi todos) los alumnos de esos cursos realizan. Si no repiten, los alumnos participan en ambas pruebas, lo que dota a estas pruebas de un carácter longitudinal, algo único a nivel estatal. Son la radiografía más completa que disponemos de nuestro sistema educativo. Ninguna comunidad autónoma se ha tomado más en serio estas pruebas, ni en cuanto a su aplicación, ni en su análisis, ni tampoco en su devolución a los centros educativos. Eso ha sido posible gracias al trabajo de decenas de profesionales del ISEI-IVEI (el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa) y a todos los centros educativos de la CAPV.

El ISEI-IVEI ha realizado pruebas cada dos años en todos los centros, con la excepción de 2021 (la prueba fue voluntaria por la COVID-19). Las pruebas son muy parecidas a las de PISA. Siempre se realizan las pruebas de Euskera, Castellano y Matemáticas y se alternan Ciencias, Inglés u otras competencias. He tomado las competencias de cada año y he calculado la evolución media, comenzando en el punto de partida que es 250 (la media) para todas en el año 2003. En estas pruebas, de acuerdo con el ISEI-IVEI, 15 puntos equivalen a lo que los alumnos aprenden en un curso escolar.

Como puede apreciarse, al igual que en PISA, los años de la crisis fueron buenos en estas pruebas, tanto en Primaria como en la ESO, llegando a un pico de resultados en 2011. A partir de ahí, los resultados comenzaron a caer. Tiene sentido que si en 2013 los resultados cayeran en 2º de ESO (unos 3 puntos de media), observáramos esa caída dos cursos después en PISA 2015: es precisamente lo que ocurrió. La caída media desde 2009 es de 6 puntos en Primaria y de 12 puntos en la ESO. Si tomamos 2011 como punto de referencia, la caída es mayor (10 puntos en Primaria, 15 en ESO). Si ponderáramos la media dando más peso a las matemáticas y ciencias y menos a las lenguas (materias a las que en Euskadi damos mucha importancia), la caída media sería mayor.

Lo más preocupante de todo es que, en Euskera, allí donde la competencia debería haber mejorado (por la expansión del modelo D), los resultados empeoran en la ESO en 7 puntos desde 2009 y en 13 puntos desde 2013. También es igualmente preocupante el hecho de que la competencia de Castellano en ESO haya empeorado 17 puntos desde 2009 y 20 desde 2013.

Podría decirse que las nuevas cohortes de alumnos vascos han perdido entre un 35% y un 70% del equivalente de un curso de aprendizaje desde 2009, y entre un 66% y un 100% de un curso completo de aprendizaje desde su pico más alto (2011-2013), en función del nivel educativo. Como nota positiva, el parón de la caída de Primaria en 2023 podría estar indicando el final de la tendencia negativa de resultados agudizada en la pandemia de la Covid-19, lo que, de ser cierta, deberíamos apreciar en la ESO en las próximas pruebas de 2025 y 2027.

Evolución de los resultados de las EEDD censales en Euskadi

Evaluaciones de final de etapa muestrales (EEDD muestrales)

Para cumplir con la normativa de la LOMCE (aprobada en 2013), el Gobierno Vasco diseñó unas pruebas de final de etapa, de tipo muestral. Estas pruebas se han realizado en 2018, 2022 y 2024. Se realizan sobre una muestra de un 20% o 25% alumnos y tienen un marco pedagógico semejante pero no igual a de las EEDD censales. Los datos de 2018 se fijaron en una media de 250 puntos. Es importante, por tanto, recordar que los 250 puntos del alumnado de estas pruebas en 2018 no representan el mismo nivel de aprendizaje que los del alumnado de las EEDD censales

Si tomamos las cohortes, deberíamos fijarnos en aquella que hubiera realizado la EEDD censales entre 2015 y 2017, dos años antes de las de EEDD muestrales de final de etapa. En 2015 y 2017, los resultados ya habían comenzado a caer en las EEDD censales sobre todo en Primaria, por lo que es probable que el 250 de 2018 de las EEDD muestrales corresponda a un valor ligeramente más bajo en ese nivel con respecto a las EEDD censales (y semejante al de ESO).

La evolución de resultados ha sido bastante plana en estas pruebas. Hubo una caída en Primaria en 2022, especialmente en Matemáticas y Ciencias (consistente con la literatura de pérdida de aprendizaje durante la pandemia), que solo Ciencias ha recuperado parcialmente en 2024. En la ESO, la caída de matemáticas de 2022 se ha recuperado levemente. En promedio, ligera caída en Primaria en esta prueba, y una leve mejora en la ESO, un nivel que no parece haberse visto perjudicado en la pandemia y ha experimentado un leve rebote. Estamos hablando de magnitudes pequeñas, mucho más pequeñas a los cambios observados en las EEDD censales en el periodo 2019-2023.

¿Qué implican estos resultados y qué podemos esperar?

A estas alturas del partido, nadie duda de que la caída de resultados en Euskadi es un fenómeno real, que es superior al que se ha producido en la OCDE y en España en los últimos 15 o 20 años y que es de una magnitud muy importante. Lo dicen las EEDD censales organizadas por el Gobierno Vasco desde 2009. También lo dice de manera inapelable la prueba PISA. Esta caída es aún mayor si la comparamos la foto de hoy en ambas pruebas con los años de la Gran Recesión, en los que, con las mejoras experimentadas entre 2006 y 2012, Euskadi obtuvo muy buenos resultados en las pruebas vascas y en las internacionales. Esta comparativa de 25 o 30 puntos supone una caída equivalente a un curso de escolarización. Hace unos años, la OCDE publicó un impactante informe donde se calculaba el impacto que podría tener una mejora de 25 puntos en PISA en diferentes sistemas educativos y estimaba medio punto de crecimiento añadido del PIB en el largo plazo y, por tanto, un 27 a 29% de mayor riqueza nacional anual a futuro.

Al publicar los resultados de las recientes EEDD censales y las EEDD muestrales, el Gobierno Vasco enfatizó las leves mejoras (o simplemente al estancamiento) en las EEDD muestrales de 2024, y trató de quitar hierro a lo ocurrido en la nueva y potente caída en las EEDD censales (en la ESO), en un intento de invitarnos a pensar que, al menos, se ha logrado parado la sangría de resultados.

En ese sentido, es importante señalar que las pruebas muestrales son fiables, porque se ponderan los resultados de los centros y alumnos participantes en función de su representatividad en el conjunto del sistema. Sin embargo, las pruebas censales nos permiten desagregar los resultados, establecer relaciones más nítidas entre variables, realizar un seguimiento del alumnado en el tiempo y evaluar el desempeño de los centros educativos con mayor precisión. Las pruebas muestrales evalúan al sistema educativo, pero no pueden hacerlo con mucha profundidad. Las censales permiten evaluar al sistema educativo en profundidad, así como a los centros educativos

De cara a comprender la caída de resultados y los factores que la explican, si tengo que elegir unas pruebas, me quedo con la joya de la corona: las EEDD censales. Por su parte, las pruebas internacionales muestrales son muy útiles porque nos aportan una comparativa internacional que enriquece lo que sabemos de nosotros mismos.

Lo cierto es que, estemos ante el final del declive de los resultados o ante un nuevo estadio de empeoramiento, es indudable que lo ocurrido en los últimos 20 años va a suponer un enorme coste para nuestra sociedad en el largo plazo. Y que los resultados de las nuevas pruebas de 2025 vascas e internacionales nos dirán (seguramente ya en 2026) cómo de grave es la situación y si los recientes intentos para darle la vuelta están funcionando. De no ser así, se confirmarían los peores presagios: Euskadi entraría en un estado de emergencia educativa.

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